El Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias se encuentra en el pueblo de Pelayos de la Presa (Madrid), junto al rio Alberche y rodeado de masas de pinares.
En esta abadía cisterciense se fraguó la fundación de la villa de San Martín de Valdeiglesias que parece ser se debió a Teodomiro príncipe visigodo. No se tienen noticias de que existiera en época mozárabe, pero en 1148 muchos monjes eremitas vivían en el lugar y cuidaban las iglesias existentes en el valle. Fue Alfonso VII en 1150 el que dio al Abad Guillermo la posesión del valle que por entonces estaba despoblado y concedió a los monjes un Privilegio Real para fundar el Monasterio.
En 1177 el Monasterio se incorpora al orden cisterciense llegando frailes del Convento de la Espina ( Valladolid ), bajo la protección del Rey Alfonso VIII de Castilla.
Es en esta época cuando los ermitaños que vivían en las iglesias diseminadas por el valle se agrupan en el Monasterio dando Alfonso VIII carta puebla del valle que recibiría el nombre de Sieteiglesias por las iglesias existentes que recibían el nombre de la Santa Cruz, San Juan Bautista, San Esteban, San Pablo, San Miguel, Santa María Magdalena y San Pelayo, además de la de San Martín.
En 1205 debido a que los colonos que habitaban el valle no querían someterse a la autoridad del Abad y habiendo promovidos rebeliones, el obispo de Toledo estableció un concierto sancionado por Alfonso VIII. Pero a pesar de todo hubo una agresión a la comunidad del convento por parte de los habitantes de la villa de San Martín por lo que se cedió temporalmente la población de San Martín al señorío de Don Álvaro de Luna por 30.000 maravedíes. Los habitantes se negaron a reconocer el señorío del Condestable y los monjes procuraron anular el contrato ya que consideraban que el precio convenido era enorme, promoviendo reñidos pleitos. Y mientras todo esto ocurría, el Condestable Álvaro de Luna, el Maestre de Santiago y poseedor de tantas tierras, castillos, palacios y conventos era decapitado el 2 de junio de 1453 en Valladolid, acto al que acudió Fray Alfonso de Quiriales con la misión de conseguir que Don Álvaro en sus últimos momentos cediera a favor del convento la anulación del contrato que tantas luchas había promovido.
Tiempo después en 1522 sería Carlos I el que ordenó al Duque del Infantado pagar al Monasterio la cantidad de 20.000 maravedíes por el servicio y montazgo que le fue traspasado así como la cesión de todos los derechos de la villa.
Los abades se fueron sucediendo hasta 1835 en que la desamortización de Mendizábal obligó a los monjes que lo habitaban a abandonarlo.
Del palacio que mandará levantar Alfonso VIII nada queda, de los claustros del siglo XV y de la iglesia del XVI no quedan más que ruinas. La sillería y el atril en el que se apoyaban los libros para cantar, de estilo renacimiento obra de Rafael León en 1567 fue desmontado y enviado a la catedral de Murcia en 1854.
Desde entonces el abandono y el expolio fue la tónica de esta Monasterio hasta que en 1974 fue comprado por el arquitecto Mariano García Benito que lo salvó y lo protegió, siendo declarado Monumento Histórico Artístico en 1984 y posteriormente restaurada la torre renacentista del campanario.
Ya en el 2003 después de 29 años el propietario donó el Monasterio al pueblo de Pelayos.
Desde el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias en Pelayos, pasando por el Castillo de la Coracera en San Martín y el no menos espectacular Monasterio de Guisando junto a los famosos e históricos toros, para terminar en el Palacio y jardines de Don Álvaro de Luna en Cadalso son monumentos suficientes para atraer turismo a la zona, solo hace falta que la Comunidad sepa apreciar y conocer estos lugares cargados de historia y cultura y tan abandonados a su suerte por desconocimiento o desidia.
Nota: Aunque el Monasterio no pertenece a Cadalso, si lo considero un lugar cercano para poder visitarlo, de ahí que junto a otros monumentos de la zona haya decidido incluirlos en "Lugares de Cadalso"
1 comentario:
Interesante documento Zorro, lo tenemos ahí cerca y nunca lo he visto. Pero se puede visitar?
Mariano
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