Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
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viernes, 29 de mayo de 2015

Postales de Cadalso



Postales de Cadalso, imágenes irrepetibles






A finales de los sesenta y principio de los setenta Cadalso tenía muy poco fotógrafos,  un par como mucho, que se dedicaban al retrato más que al paisaje, nada que ver con lo de ahora donde no hay un solo rincón que esté sin fotografiar y ni un solo momento que no sea captado por una cámara o móvil.






En aquellos años se vendían unas postales, como estas, en algunas tiendas del pueblo, recuerdo que en la que más se vendían era en la de Alfonso, situada en la Plaza y a la que se la conocía como “pleximar”, por haber sido la pionera en Cadalso en vender prendas de este tipo, una especie de plástico que revolucionó el mercado, daros cuenta que hasta entonces todo lo que te ponías se mojaba y llego el pleximar y todo el mundo que podía, pilló un flamante impermeable, con el que cubrirse y no sentir como el agua te mojaba., vamos, la revolución cadalseña de la época.






Pero volvamos a las postales y a sus compradores, los cuales por entonces sólo eran algunos turistas o veraneantes que se dejaban caer por Cadalso, y encontraban en estas postales, con algún sitio típico del pueblo, una manera de describir y enseñar a sus allegados el lugar donde veraneaban. Toda la vida, de entonces, las conocí en la tienda de Alfonso y nunca se me ocurrió comprar una, cosa que creo coincidíamos todos, para que comprarla si esto ya lo veíamos a diario, igual que hoy, vamos.



El callejón de la iglesia sin Churrero, entonces estaba a la derecha,  el palacio con la sombra de los álamos, la vista aérea con el Cerro Casillas y el flamante por entonces  taller de costura, la iglesia con césped y bancos, la vista desde los lavaderos con Cadalso y la Peña Muñana con cepas, sin chalets y sin apenas pinos y la toma desde el Piquillo, también con cepas y sin casas, formaron parte de nuestra existencia y de nuestro día a día y hasta de nuestro año a año, porque mira que duraron años, personalmente creo que yo siempre he conocido las mismas, que imágenes más evocadoras y añoradas.

   Viñas y viñas por todos lados.

Más tarde fueron despareciendo las cepas, se lleno todo de chalets y la vida y las formas cambiaron para siempre, al menos de momento. Hoy también se venden postales en la tienda de Lozano, la misma tienda y el mismo lugar que ocupó Alfonso, pero la diferencia entre ayer y hoy es que se ha perdido la simpatía y el romanticismo que nos podía producir una postal, ahora las postales las hacemos  con nuestros propios medios, y claro, se repiten tanto que ya no es lo mismo.



Zorro Corredero
Postales: Tienda de Alfonso el de “Pleximar”



21 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya son viejas las fotos buen recuerdo.


Jose Cortes Tordesillas

Anónimo dijo...

En el callejon de la Iglesia tuvimos alquilada la casa de Benito muchos años. Que buenos recuerdos.


Javier Muñoz Margaretto

Anónimo dijo...

Ya me acuerdo, Javier, primero estuvísteis en la corredera, por debajo de la Fonda de Cándida. Buenos recuerdos...

Baltasar Villarin Conde

Anónimo dijo...

Si señor y antes cuando llegamos a Cadalso yo con ocho años la tuvimos dos años enfrente de los Camineros

Javier Muñoz Margaretto

Anónimo dijo...

De eso ya no me acuerdo pero, en cualquier caso, parece que fué ayer, la fugacidad del tiempo o, quizás, la nuestra.

Baltasar Villarin Conde

Anónimo dijo...


Javier Muñoz Margaretto Ambas, todo va muy deprisa y nosotros a veces no nos queremos dar cuenta. Ahora a nuestra edad Balta es cuando lo valoramos, sobre todo si el pasado fue mejor.

Javier Muñoz Margaretto

Pedro Alfonso dijo...


Sois un par de nostálgicos, yo sólo me acuerdo del día que te aperruché todos tus cromos a "sobre cuántos" en una caja de huevos, de esas que tenían agujeros, fue en tu casa de la Corredera. Al final, como no sabías salir de aquello, llamaste a tu madre y a tu tía y fuimos expulsados, pero los cromos para entonces ya estabn en nuestros bolsillos, los de Salas y los míos. Siempre he sentido remordimientos por esto, venga yaaa. Otro día más, ahora empiezo a recordar más cosas.

Un abrazo a los dos.

Pedro Alfonso dijo...

Ah! y aquel día quedaste marcado para siempre....je,je

Anónimo dijo...

Que cabrito de eso no me acordaba

Javier Muñoz Margaretto

Anónimo dijo...

Eso seria antes de que empezase a ser malo jajajaja

Javier Muñoz Margaretto

Pedro Alfonso dijo...

Malo te hiciste el día que en mi casa de la calle del Cuerno, te dejé mis tebeos y nunca los volvi a ver, aunque aquello me dolió, puedes estra trnaquilo, te perdone el año pasado....casi na...

Anónimo dijo...

Me has quitado un peso de encima, no sabia como decirte que me los escondio mi abuela y nunca los encontre.

Javier Muñoz Margaretto

Pedro Alfonso dijo...

No, si no me extraña, joder con tu abuela como se las traía. Siempre tiraba para casa.

Anónimo dijo...


Un abrazo fuerte elemento y otro a Balta

Javier Muñoz Margaretto

Anónimo dijo...

Esa historia ya me la contaste, Pedrito y la verdad, Javier, la cuenta con mucho cariño, asi que, no lo dudes estas requeteperdonado,

Baltasar Villarin Conde

Pedro Alfonso dijo...


Un abrazo a los dos

Pedro

Anónimo dijo...

Que recuerdos yo las e comprado en el estanco y en la tienda de Angelines la trucha

Pilar Calvo Villarín

Anónimo dijo...

Hola Pedro yo también me acuerdo de aquellos tiempos un saludo

Alfonso Rozas

Marga Medrano dijo...

Vuelvo a mirar las preciosas imágenes de el bello cadalso.
Gracias.

Anónimo dijo...

Qué buenos recuerdos el callejón de la Iglesia!!! Dónde vivían mis abuelos

Pedro Sanchez

Anónimo dijo...

Que Pena que Ya no hagan postales las comprabamos en el estanco y en casa de Alfonso
Gracias a ti Pedro que con tus fotos no dejas que olvidemos nuestro pueblo

Pilar Calvo Villarín

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