Cuántas caballerías habrán atado aquí los cadalseños?
Todas las argollas que componen este collage fueron fotografiadas en distintas calles de Cadalso el día 11 de abril de 2014.
Hace tan solo unos días y ante mis sorpresa, pude comprobar
que a pesar del abandono y de no existir ya las caballerías que un día fueron
las usuarias de estos objetos a los que diariamente eran atadas junto a las
casas, todavía hoy siguen existiendo muchas argollas que aunque ya no se usan
si sirven de adorno y recuerdo.
En este collage sólo están algunas, pero existen bastantes
más repartidas por todo el pueblo que ya forman parte de nuestra cultura y de
nuestra historia. Digo esto porque detrás de cada argolla está la vida de un
cadalseño. Si, es sencillamente emotivo oír contar a la gente de cierta edad
quién era el personaje que ataba en ésta o aquella argolla su mula, caballo o
borrico.
Hace tiempo ya escribí sobre esto y prácticamente decía lo
mismo que ahora, terminando con una petición de estas que parecen bolerías,
como decimos en Cadalso, pero que sería importante para todos y más para el
futuro, conservar dichas argollas.
César Manrique, ese gran genio del arte que supo ver lo que
entonces nadie era capaz de imaginar en su Lanzarote natal, y que con el paso
de los años ha sido la clave para el desarrollo turístico de la isla, dijo una
frase que para mi es la clave para el futuro de los pueblos y su supervivencia.
La frase dice:
“El mejor negocio de un país es la cultura de su pueblo”
Seguramente todos estamos de acuerdo en esto, pero pocas
veces lo llevamos a la práctica, y poco a poco, día a día nuestra cultura va
desapareciendo, a veces sin posibilidad de recuperarla.
Os dejo el enlace del anterior post sobre las argollas con el
deseo de que todos seamos conscientes del valor sentimental y cultural que
tiene estos pequeños e insignificantes objetos, confiando en que a partir de ahora
los conservemos y si es posible volvamos a colocar algunos más en nuestras
fachadas.
Zorro Corredero
1 comentario:
En mi casa hubo una que desapareció en una obra; pero el año pasado la he vuelto a poner en su sitio.
Juan de los Bosques
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