Hay muchos lugares en el mundo que pueden dejarte huella por uno u otro motivo: monumentos, personas, costumbres… pero para los amantes de la Naturaleza, el Glaciar Perito Moreno, en Argentina, es una experiencia única; algo que difícilmente se olvida, y que te deja una sensación especial. Pero si espectacular es avistarlo, el sentir que se queda bajo tus pies, el hacer trekking sobre él, es algo que cautiva, es una sensación de libertad única, de reafirmación en uno mismo y de grandeza.
El Calafate, la ciudad de donde habitualmente se parte para la excursión al Parque Nacional Perito Moreno y a su Glaciar, es una ciudad pequeña, ubicada en La Patagonia, pero sin encanto propio. Apenas varias calles paralelas sin monumentos y sin nada más que ser la ciudad dormitorio donde uno se aloja con la vista y los sentidos puestos en las maravillas que la rodean. Porque ahí radica su encanto. En los glaciares que tiene a su alrededor. Desde allí se parte no sólo para el Perito Moreno, sino también para el Onelli, el Upssala o el Spegazzini.
Una recomendación: no dejéis de hacer el trekking por el Perito Moreno. Dejad los miedos en el hotel, y el respeto, porque no es nada complicado si vas acompañado de un buen guía. Y la experiencia es enriquecedora.
Llega el gran día; uno se levanta ansioso, nervioso… recuerdo aquella vez que vi en la televisión cómo echaban la rotura de uno de los brazos del Glaciar, y cómo caía al lago, donde levantaba una ola gigantesca entre los gritos de euforia de quienes se hallaban allí apostado esperando el momento. Y desde aquel día se me quedó marcado el hecho de viajar a ese glaciar. Ese día, al fin, había llegado. Pocas horas después estaría sobre él.
Ochenta kilómetros separan el Parque Nacional Perito Moreno de El Calafate: una hora en autobús, aproximadamente. Una primera parada, una vez dentro del Parque para ver el Glaciar de lejos; para hacer las primeras fotos; y a medida que avanzas por la carretera, el paisaje a tu alrededor parece cambiar con cada kilómetro. Es como atravesar una puerta que te lleva a un mundo distinto. El frío, el blanco de la nieve, los lagos helados en los que flotan témpanos de hielo desprendidos de los glaciares, de colores y formas sorprendentes cada uno de ellos.
Y de repente aparece ante los ojos la figura imponente del Glaciar Perito Moreno. Majestuoso, uno no puede sino sentirse pequeño a su lado. Una masa imponente de hielo de casi 60 metros de altura, que se derrama sobre el Lago Argentino. En uno de sus recodos el lugar tan fotografiado por medio mundo, cuando en el Canal de los Témpanos, el llamado Brazo Rico se rompe con un ruido ensordecedor, con un crujir que parece salir de las mismas entrañas de la Tierra y que te rasga los oídos. Recuerdas en ese momento que este Glaciar es uno de los pocos del mundo que día a día continúa su avance sobre las aguas de la Península de Magallanes.
Es precisamente ese avance, unido a la presión que ejerce la lengua de hielo sobre la tierra, la que provoca que el nivel del lago suba poco a poco hasta casi 20 metros de altura, hasta que en un momento determinado, ya imposible de contenerse ni soportar la presión, al final estalla cayendo uno de sus muchos bloques al Lago.
Y, con esos pensamientos, en un pequeño bote, los que elegimos hacer el trekking cruzamos hasta la orilla en que se alza majestuoso. Allí, en un refugio, junto a un bosque, nos ponemos la ropa adecuada, y nos encaminamos, hacia la base del Glaciar. Nos calzamos nuestros crampones, nos ajustamos las mochilas… y
Pocos minutos después, sólo hielo hasta donde alcanza la vista, nos rodea. Es un paisaje maravilloso; es una sensación impresionante. De soledad, pero al mismo tiempo, como decía antes, de libertad. Es como estar en el fin del mundo… y con admiración vemos como los pocos rayos de sol que parecen ser capaces de atravesar las densas nubes que están sobre nuestras cabezas, dibujan colores imposibles sobre el hielo. Un caleidoscopio de luces, de colores, de reflejos, de formas…
A la vuelta, después de saborear un whisky enfriado por el milenario hielo del glaciar junto a los guías, ya más relajadamente, te dedicas a pasear tranquilamente por el perfecto entramado de pasarelas que tiene para poderlo visitar con tranquilidad, y realizar así el recorrido turístico que hacen aquellos que no realizan el trekking.
Y ya, para acabar el día, a la vuelta en El Calafate, que mejor que tomar para reponer fuerzas un buen cordero patagónico, pero eso ya es otra historia.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
10 comentarios:
Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Trekking Glaciar Perito Moreno ( Argentina )":
Experiencia inigualable y privilegiada, la de estar frente y despues sobre un glaciar de esa magnitud, yo tuve una experiencia similar en groenlandia en zodiac en un frente de glaciar . Al llegar se desprendió una enorme pared de hielo con un estruendo ensordecedor que levantó una ola enorme que meció a todos los iceberg que habia delante y a nuestra balsa. Y sientes la enorme fuerza de la naturaleza y lo poco que eres.
Vidal
Gracias por sentir la fuerza de la naturaleza y amarla y también por todos los momentos y situaciones de montaña que hemos vivido.
Un abrazo
Pedro
¿ La botella , quedó vacía ?
Manuel Olarte Olarte
Casi, pero era otra manera de entrar en calor.
Un abrazo
Bellissima foto
Reggiani Mariangela
Grazie mille, clicca sulla foto e vedrai di più.
Que maravilla de paisajes i que fresquitos eres genial
Magdalena Martín Moreno
Que bien lo pasas Pedro con esos viajes
Chelo Villarin Recio
Que maravilla poder estar allí es impresionante eres un afortunado
Magdalena Martín Moreno
El Perito Moreno y toda la Patagonia es una maravilla del planeta tierra, y lo mejor es que todavía está salvaje, sin humanizar.
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