Feliz 2022
viernes, 31 de diciembre de 2021
Feliz Año 2022. Pedro Alfonso Zorro Corredero
jueves, 30 de diciembre de 2021
NOCHEVIEJA Y AÑO NUEVO: EL MITO DE GALATEA Y PIGMALIÓN EN CADAFALSUM..por Miguel Moreno
NOCHEVIEJA Y AÑO NUEVO: EL MITO DE GALATEA Y PIGMALIÓN EN
CADAFALSUM
Pigmalión vivía hace siglos en Cadafalsum consagrado al bien de su pueblo, dedicando su tiempo
libre a esculpir bellísimas obras de arte. Ninguno de los placeres materiales ni
mundanos le atraía. Ni siquiera se había preocupado por tomar esposa para
asegurar su descendencia. Todos sabían que trabajaba en su taller del Hornabajo hasta altas horas de la noche
y que una tras otra salían de su martillo y de su cincel estatuas y más
estatuas, de las cuales quienes las contemplaban afirmaban que sólo les faltaba
la vida.
Cierto día Pigmalión se empeñó en crear una talla femenina de una perfección y
belleza rutilante tal como nunca había salido de sus manos. Mientras trabajaba
se fue entusiasmando más y más, como si deseara insuflar en ella su propio aliento
y corazón. Lentamente las formas más exquisitas y sublimes de una doncella
fueron haciendo su aparición. Los labios se entreabrían levemente, esbozando la
más seductora y embriagadora de las sonrisas, los ojos centelleaban de emoción,
los cabellos ondulaban seductores y los dedos, delicadamente torneados, eran
aptos para la mejor de las caricias… Cuando terminó su obra maestra, Pigmalión quedó tan cautivado que la
vistió con las mejores galas, la cubrió de las más hermosas flores y la adornó
con las joyas más preciadas. Y terminó por darle un nombre: Galatea.
No satisfecho todavía, fue dando nuevos y
primorosos toques a su estatua que aumentaron más y más su hermosura.
Finalmente Pigmalión quedó perplejo y
se dio cuenta asombrado de que se había enamorado perdidamente de su obra.
Aquel verano y con ocasión de las fiestas septembrinas que dedican en
Cadafalsum a Cristozeus, los lugareños oyeron atónitos una extraña súplica de
su querido, generoso, honrado, y juicioso paisano: -“¡Oh bondadoso Cristozeus que otorgas vida y amor a todos los que
confían en ti, concédeme la gracia sublime de derramar tus dones sobre Galatea
para que pueda adorarla como un ser humano más!”
Colmado de fe, esperó que su ruego fuera atendido deseoso de asistir cuanto antes al prodigio. Así aconteció pasados unos meses. La tarde del último día del año, un delicado rubor tiñó las mejillas de Galatea, sus ojos deslumbrantes abrigaron un conmovedor parpadeo y su túnica inició un casi imperceptible y suave aleteo. Lentamente, la estatua comenzó a respirar. La doncella se volvió serena hacia su creador con la más dulce de las sonrisas y le tendió cariñosamente la mano para que la ayudara a bajar del pedestal. Pigmalión la acogió con inmensa ternura y le preguntó si deseaba ser la Diosa de Cadafalsum esa Nochevieja, a lo que Galatea respondió: -“Con ser tu esposa me conformo”. El día venidero coincidió con un Año Nuevo luminoso y fue la ocasión para que los enamorados marcharan abrazados a cumplimentar su amor.
La boda entre ambos fue fastuosa y como invitado de honor asistió Cristozeus, que adoptó forma de mortal para participar en la ceremonia y banquete posterior. Los invitados no acertaron a discernir cuáles de los encantos allí presentes eran superiores, si el de los novios o el de Cristozeus henchido, como ellos, de dicha. Lo cierto es que aquel comienzo de año los cadafalsumes recibieron gran felicidad con el matrimonio de sus idolatrados vecinos. A día de hoy viven felices y dichosos rodeados de la gente que les quieren. Su unión fue agraciada con la descendencia de varios hijos buenos, discretos, educados y nobles que admiran a sus padres y sonríen con timidez.
El mito de Pigmalión y Galatea representa
la perfecta simbiosis y grata convivencia en Cadafalsum. Es la unión de su alma y de su cuerpo propiciada por Cristozeus, al que ellos veneran. Y es
que cuando el alma guía al cuerpo, provoca pasiones asombrosas y extrae del ser
humano lo mejor para compartirlo con los demás. Sucede como con el diamante,
inicialmente se encuentra tosco y sin brillo, pero después el amor del artista
lo pule de tal forma que en él se refleja la incomparable luz septembrina del
cielo de Cadafalsum. Ese azul
celeste colma de prosperidad y protege a este mágico lugar al iniciarse el
Nuevo Año.
Adaptado por: Miguel MORENO GONZÁLEZ
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
miércoles, 29 de diciembre de 2021
Un rincón diario para un Buenos Días Cadalso.
Rincón diario....
martes, 28 de diciembre de 2021
Luis Afonso, un bisabuelo portugués y guía en Chamonix.
Mi bisabuelo, el portugués.
lunes, 27 de diciembre de 2021
Navidad en la Plaza de Cadalso.
Las luces de la Plaza de Cadalso.
domingo, 26 de diciembre de 2021
Catedral de Santiago. Camino Inglés. Pedro Alfonso Zorro Corredero.
Catedral de Santiago
sábado, 25 de diciembre de 2021
Feliz Navidad Cadalso 2021. Pedro Alfonso Zorro Corredero
Feliz Navidad Cadalso
viernes, 24 de diciembre de 2021
Feliz Navidad Cenicientos 2021. Pedro Alfonso Zorro Corredero
Feliz Navidad Cenicientos
jueves, 23 de diciembre de 2021
FELIZ NAVIDAD. Pedro Alfonso Zorro Corredero.
Feliz Navidad Cadalso
Pastorcillo navideño en Plesimar. Por Miguel Moreno.
(A Antonio Gala, que hablaba y escribía como si siempre fuera Navidad)
PASTORCILLO NAVIDEÑO EN
PLESIMAR
A primeros de diciembre me colocaron junto a otros
compañeros de diversos oficios campestres en el escaparate de Plesimar. Tienda
de mercería y regalos que Alfonso y su mujer, Pili, tienen en la Plaza de
Cadalso. Enseguida algunos colegas se fueron contentos en manos de niños acompañados
de sus madres. El Día del Gallito
hubo mucho trajín y fuimos muy visitados por pequeños que llevaban bufandas y sus
manos enguantadas sosteniendo un libro (Las
Maravillas del Mundo), y una carterita de plástico conteniendo el aguinaldo
en forma de perras gordas, dos reales y algunas pesetillas. También sujetaban un
mazapán pequeño en forma de gallo -ellos lo llamaban “gallito”-, que les habían regalado junto al libro aquella misma mañana
en la escuela.
Nada se olvida. Yo no me olvido de nada. Sucede que, como
soy de barro, hay cosas que no entiendo bien y parece que no las recuerdo. A
mediodía, de la mano de su madre, apareció en Plesimar un niño muy rubio con expresión
melancólica. Ella compró unas pequeñas y humildes zambombas revestidas con
papel de colores, unas finas panderetas de piel y también unos gorros adornados
con estrellitas doradas que rodeaban el cartelito de Feliz Navidad. El crío extendió su dedo índice, me señaló y
exclamó: “¡Yo quiero ese pastor!” La
madre le indicó que no se señalaba con el dedo. Él, sin bajarlo, insistió: “Bueno, yo quiero ese...”
La tarde que montaron el nacimiento en su casa él me
colocó en lugar preeminente. Se me veía más que a los Reyes, tanto como al
Portal de Belén y parecía tan grande como el Castillo de Herodes. “¡Para eso es mío!”, musitó bajito. Cuando
pasaron los Reyes Magos me envolvió en un papel de periódico y me introdujo con
otras figuras en una caja grande de cartón. Yo me dormía y él, muy feliz, me
despertaba todas las Navidades una semana antes del “Gallito”.
Tiempo después le encontré muy crecido. Me cogió
delicadamente con sus manos y noté que miraba sin ver. El día 24 llegó
acompañado de una chica muy guapa. Estaba más animado que nunca. Medité que
aquella compañía era lo que le hacía pensar y ausentarse del lugar. “Ése es sólo mío”, dijo acariciándome. Creo
que así quiso presentarme. Yo sabía que las otras figuritas eran mejores, más
grandes, más bonitas… Él me rozó suave con sus dedos y susurró: “Éste es sólo mío.” Yo me emocioné…
Él es ya tan mayor como sus padres cuando lo conocí, pero
yo sigo siendo igual. A pesar de que la mayoría prefiere el árbol él sigue
montando el Nacimiento. Me toma sonriendo (¿por
qué me entristecerá tanto su sonrisa?) Me pone delante de un Portal que yo
no conozco -es nuevo- rodeado de figuras distintas a las de entonces. Se queda
un rato observándonos con esa cara que se le pone cuando no está donde está. Yo
sé que las cosas de dentro, aunque le vayan bien las de fuera, no le marchan.
No sé si será verdad, pero lo presiento. Tantos años compartiendo este cariño
que sé cuánta pena cabe en un villancico y en su tristeza.
El año pasado arribó al pueblo desde un país lejano. Nevaba como si los copos fueran plumas desprendidas de las alas de los ángeles. Sus sobrinos: Alex, Carolina, Javier, Jorge, Luna, Martín, Moisés, Santiago… le cantaron una cancioncilla cadalseña de Navidad al recibir sus regalos: “…Tenemos que echar una copla por encima de un laurel para que el niño Dios le dé mucha salud a nuestro tío Manuel…” Cuando se quedó solo me tocó la cara con la yema de sus dedos pequeños: “Soy feliz, pastorcillo.” Tuve miedo, sé que es una tontería, pero lo tuve.
¿Qué sucederá esas Navidades cuando él ya no me saque de
la caja, ni se tome una copa en Nochevieja mirándome emocionado, ni escuchemos
el Concierto de Año Nuevo con lágrimas en los ojos y ni tan siquiera deposite
dichoso los juguetes junto al Belén la Noche de Reyes? Si sé que es Navidad y
él no viene a buscarme, cerraré los ojos y me dejaré caer desde lo alto del
armario. Sin él yo no quiero dormirme en una caja guardada en el maletero del guardarropa
mirando hacia la Peña Muñana. Tampoco quiero seguir siendo pastorcillo de
Nacimiento en este pueblo tan bueno, tan melancólico y tan alegre que él tanto ama:
Cadalso de los Vidrios…
Miguel
MORENO GONZÁLEZ
miércoles, 22 de diciembre de 2021
Este año toca en el 82247. Zorro Corredero de Cadalso de los Vidrios.
Este año toca en Cadalso.....seguro.
martes, 21 de diciembre de 2021
Virgen de Fátima. Cadalso de los Vidrios.
Virgen de Fátima
lunes, 20 de diciembre de 2021
En memoria de José Luis Recio "Peluquera"
En recuerdo de Jose "Peluquera"
Me lo comunicó en la tarde de ayer mi amigo de la infancia, José Antonio, "Peque"... Cadalso se acostó y se levantó triste, muy triste. "Me está doliendo una pena...", dijo como única explicación a la peña Mañana. Se marchó otro querido "quinto" mío: José Luis Recio Gómez. Vital, con gran sentido del humor, irónico, adalid de los débiles. Era amante de las fantasías que atesoran los tebeos, los llaman cómics ahora; de chavales nos los cambiábamos en igualdad de condiciones, uno por uno, o dos por uno si el otro estaba de moda.
Líder del equipo de fútbol del barrio de La Plazolilla. Le llamábamos "El Pelu", de "Peluquera", antes de que le pusieran " Doctor Infierno", creo que por su afición a los tebeos de esa serie. En el fútbol, jugando con nuestro mencionado equipo de "La Plazolilla" contra el conjunto de "La Plaza", uno de nuestros rivales más encarnizados, me dio una patada el delantero centro en la cabeza sin querer... y él salió disparado a defenderme, si no llegan a sujetarle se lo come vivo. "¿Quieres cargarte a nuestro portero? ¡Tramposo!". Jugando se ponía muy nervioso y se mordía la lengua... Su poderío físico se bastaba para arrollar a todo el equipo rival y, muchas veces, en vez de chutar para hacer gol, entraba con el balón hasta dentro de la portería. "¡Eso no vale!", le gritaban los otros. "¡Porque tú lo digas, no te jode!", les respondía desafiante . Ocurrente como él sólo, un día me contó José "Peque" que jugando en el pueblo abulense de Casillas, marcó un gol pegando un cañonazo que mandó el balón al valle. Como entonces sólo teníamos un balón, el árbitro le mandó a buscarle: "¿Yo voy a ir...? ¡Qué vayan ellos que van perdiendo...!" Son esos recuerdos que se quedan grabados a fuego en la memoria para acariciarlos durante toda tu vida.
Una mañana en el apartado de los toros del Día del Cristo. Sale uno del camión como drogado, adormilado, y él estaba arriba, en la puerta de los toriles, vigilante con una vara. Alguien le gritó: "¡Dale, para que espabile!", cuando se lo dijo la segunda vez le respondió: "Pues vamos a estar apañados si esta tarde cada vez que tenga que arrancarse le tenemos que dar antes una paliza..." Genio y figura... La muerte de los amigos, te deja indefenso, descolocado, te oprime el corazón y la tristeza se va haciendo infinita, dueña del futuro de su ausencia. Gracias "Pelu" por defenderme, por hacerme reír, por acompañarme fiel y sin prisas... Tu soledad me deja más pensativo y más viejo...
Esta tarde, 15:45, le enterrarán. Al parecer, sin actos religiosos. Él solo era una buena persona y ya tiene asegurada la gloria en nuestros corazones...
Miguel Moreno
La fábricas de vidrio de Cadalso. Siglos XVI-XVII. Pedro Alfonso Zorro Corredero
El vidrio de Cadalso en los siglos XVI-XVII
domingo, 19 de diciembre de 2021
Y de vez en cuando el mar. Pedro Alfonso Zorro Corredero.
Hoy en el mar.....
sábado, 18 de diciembre de 2021
Huellas en la nieve. Sierra de Guadarrama.
viernes, 17 de diciembre de 2021
Un momento de montaña de 1979. Pedro Alfonso Zorro Corredero.
Aquello si eran cornisas......
jueves, 16 de diciembre de 2021
Disfrutando del atardecer de Cadalso. Pedro Alfonso Zorro Corredero.
Amado atardecer...
DE LA RESIDENCIA MARAVILLAS BROTAN MARAVILLOSAS FANTASÍAS..por Miguel Moreno.
DE LA RESIDENCIA MARAVILLAS BROTAN MARAVILLOSAS FANTASÍAS
Algunas mañanas voy a buscar al niño Moisés a La Casita de los Niños, Atrapasueños. Noelia
y sus compañeras son atentas y cariñosas con los críos. Después de recogerle
observo a unas personas singulares por la calle. Es un mundo enternecedor al
que nunca antes había prestado suficiente atención. Los últimos 46 años sólo
estaba en Cadalso los fines de semana y las vacaciones. No tenía la calma y el
sosiego necesario para descubrir estas escenas. Ahora, de “jubilata”, todo discurre más tranquilo, quizá más reflexivo…
Uno de ellos arrastra trabajosamente los pies dando
pasitos cortos y, al principio, al verle, me inquietaba cuando llegaba ante un
bordillo. “No podrá salvarlo” -pensaba-
mientras hacía ademán de alargar mis brazos para sujetarlo. Pero
sorprendentemente es lo que mejor hace. Se para, mira, calcula y lanza el pie
decidido, con una seguridad de la que carece al caminar… Respiré tranquilo.
Coincide con otros colegas que pasean desde la Residencia Maravillas hasta el centro de Cadalso. Algunos de ellos beben
café en el bar de Elena (Transilvania).
Él siempre lo toma con leche, en vaso de caña y acompañado de otro vasito de agua.
Cuidadoso y silencioso ocupa una silla junto a la puerta. Tiene mirada apacible
y bondadosa.
Un compañero suyo se aparta para dejarme franco el camino
sobre la acera. “Buenos días, señor, qué
niño tan guapo (todos lo son), porque es niño, ¿verdad?” Y se para frente
al cochecito para observarle de frente, de arriba abajo. Teme inclinarse para
acariciarle y no poder incorporarse. Algunas mañanas Elena me cuenta emocionada
lo que sabe de cada uno(a) y les habla con tanta ternura que ellos sonríen
agradecidos y encandilados. Manolo me abre la puerta cordial y sonriente para facilitarme
entrar y salir con el carrito del peque. El crío incansable y feliz todo lo
señala y todo lo mira sorprendido. José “Miliki”,
antiguo vecino de “Las Sillas”, le
contempla sorprendido y le habla riéndose. “Es
de tu hija Berta y Moisés, ¿no?” Y según lo dice le brillan los ojos. ”Me he quedado solo. Murieron mis padres y
mi hermano.”
Una mañana lluviosa el
hombre de los pasitos cortos marchaba con una compañera que andaba –lógico-
más deprisa. Él, prudente y guardián, le hablaba alto: “¡Espérame ahí. No vayas tan deprisa!” Y ella, solícita, relaja el
paso y le espera resignada. Esta mañana el sol rebota luminoso contra las chapas
de la plaza de toros y hace subir un poco la temperatura, al tiempo que los amables
y eficaces operarios del Ayuntamiento colocan las luces de Navidad. El niño
Moisés se complacía en recibir la caricia del sol y se quedó dormido
dulcemente, no sin antes levantar el dedo índice para señalarme los adornos
navideños. Íbamos a visitar a su bisabuela Asun y decido esperar un rato allí
disfrutando del sol que nos acaricia placenteramente. Aprovecho el instante para
“guasear” con mi compañero de
localidad en Las Ventas, Manuel, la noticia que sobre la muerte de César
Palacios, pintor, dibujante y arenero de La Monumental venteña, me había remitido
mi colega ciclista, Javier. César Palacios dibujaba sobre la arena emotivas
escenas artísticas de la vida ¡El toreo era el arte de su vida y sus dedos la
dibujaban!
Al poco, se acercan hablando un grupo de residentes mientras otra compañera se
ejercita con un andador. A uno se le desanudó el cordón de su zapatilla
deportiva derecha. Se detiene advirtiendo el inconveniente. No puede agacharse.
“Tranquilo, no te muevas, yo te lo ato…”
Su compañera se arrodilla y le hace la lazada con gran tacto y pericia. Ella
mira la playera y él le mira a ella. Se cierra el círculo de la solidaridad.
Pocas veces he visto una escena tan amorosamente fantástica. Se parece a la
vivida por el abuelo Gabriel aquellas Navidades, también en la Residencia
Maravillas: “Me tratan muy bien aquí.
Ayer vino mucha gente y me dijeron que era El Día del Gallito. La Alcaldesa me
dio un mazapán en forma de gallo (gallito cadalseño) y me dio dos besos.”
Cuando se lo contó a su hija, Paloma, y a sus nietos, Miguel y Berta, se le
deslizaron unas pequeñas lágrimas por las mejillas…
Todos se ayudan, se cuidan, se esperan, se cogen del
brazo y continúan el paseo… No tienen prisa y se dedican a ayudarse
conmovedoramente. A lo mejor, de jóvenes “corrían
que se las pelaban” y no supieron hasta ahora el encanto que tiene ir
despacio. Tengo suerte de encontrarme con ellos y que me enseñen estas cosas.
No hay otra vida más bella que ésta… ¡Qué bonito está nuestro pueblo! Arriba brillan
los adornos de Navidad, abajo resplandecen las fantasías de estos seres
humanos…
Quizá una tarde -si me apetece- pasaré estos apuntes “a limpio” y se los enviaré al Zorro Corredero. Éste avisará a Pedro y
lo pondrá en orden conjuntando y embelleciendo el texto con las fotos. Lo deja
todo tan bonito… Ellos se lo merecen…
Miguel
MORENO GONZÁLEZ
miércoles, 15 de diciembre de 2021
Buenos Días Cadalso desde la Peña Muñana. Pedro Alfonso Zorro Corredero
Ahí está la Peña Muñana.
martes, 14 de diciembre de 2021
Cascada de Cañamar. Sierra de Ayllón. Pedro Alfonso Zorro Corredero
Cascada de Cañamar.Sierra de Ayllón.
Peñalba de la Sierra. Guadalajara