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sábado, 9 de julio de 2016

Guillermo Cisneros, rector de la Universidad Politécnica de Madrid

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 Guillermo Cisneros, rector de la Universidad Politécnica de Madrid, en los jardines del palacio de Villena
          
   Natural - Sitio         
              
Guillermo Cisneros: «Hoy la ingeniería no se concibe sin tener en cuenta la sostenibilidad»

Al nuevo rector de la Politécnica, ingeniero de Telecomunicaciones de profesión, le gusta perderse en el silencio de los pinares del municipio madrileño de Cadalso de los Vidrios


- ISABEL PERMU Y PILAR QUIJADA 
- PilarQuiajda3Madrid 08/07/2016 10:36h 
- Actualizado: 08/07/2016 16:24h.Guardado en: Natural , Sitio 


Guillermo Cisneros acaba de estrenarse como rector de la Universidad Politécnica de Madrid. Nacido en Madrid en 1960, desde que tenía cinco años frecuenta este municipio situado a unos 80 kilómetros al suroeste de la capital, en el límite con Toledo y Ávila. De hecho, la calle Real de Cadalso de los Vidrios está trazada sobre la antigua calzada romana que unía Ávila con Toledo, explica el rector: «Luego se construyó un camino medieval encima, que va al valle del Alberche por El Tiemblo. Se conservan aún puentes medievales muy bonitos».
La estratégica posición de Cadalso de los Vidrios convirtieron a este municipio en testigo privilegiado de acontecimientos históricos: «A unos cinco kilómetros de aquí pernoctó Isabel la Católica la noche anterior a su proclamación como princesa de Asturias y heredera de la Corona de Castilla». Un acontecimiento que tuvo lugar en septiembre de 1468 junto a los Toros de Guisando, un conjunto en piedra de origen prerromano situado en la actual localidad abulense de El Tiemblo.
«Crecí aquí. Mis padres compraron una casa cuando yo tenía cinco años, y aquí se forjaron mis relaciones y mis amigos. Ahora Cadalso es para mí un lugar de descanso y de trabajo. Me gusta perderme en los pinares de pino piñonero, estar en silencio y observar a los animales que van saliendo. Aquí se suelta la tensión y empieza la inspiración, ideas que van quedando dentro. La naturaleza es inspiradora, relajante, necesaria para nuestras vidas. Es una sensación difícil de describir con palabras».
Su afición por la historia no es la única. Ingeniero de Telecomunicaciones de formación, la música le cautivó antes de que eligiera profesión. Y hoy sigue siendo uno de sus pasatiempos favoritos. En la actualidad dirige la coral polifónica de Cadalso. «Aunque ahora esta actividad está un poco en suspenso, con mi nueva ocupación como rector. Queremos integrar la coral en la Escuela de Música, con un director asistente que se encargue de la preparación del coro. Yo seguiría diseñando los conciertos, preparando las piezas y el material de estudio. Y en los ensayos previos al concierto ya estarían conmigo, para empastarlo todo bien». Resalta que Cadalso de los Vidrios tiene una gran tradición musical y una banda desde hace siglo y medio. Además de la cantera de niños, que se forman en la Escuela de Música y luego pasan formar parte de la agrupación musical».

Física y música

«Las ondas electromagnéticas y los bits que manejamos los ingenieros de telecomunicaciones tampoco se ven hasta que se materializan en algo»
Lo explica con entusiasmo, como algo que lleva muy dentro. Su afición por la música le viene de familia, de su padre, que «formaba parte de un cuarteto de cuerdas punteadas, allá por los años 50 del siglo pasado. Hicieron incluso una grabación en Radio Nacional que no he logrado localizar». ¿Y cómo casan la música y la ingeniería? «Muy bien», responde sin dudar. «La música es una manifestación del arte que no se ve hasta que se materializa y se hace sensación. La partitura está escrita, pero es un artista el que tiene que interpretarla. Las ondas electromagnéticas y los bits que manejamos los ingenieros de telecomunicaciones tampoco se ven hasta que se materializan en algo».
Lo explica en los jardines del palacio de Villena. «Es el palacio de Don Álvaro de Luna, que dicen que pisó poco, porque alguien le profetizó que moriría en un cadalso. Y efectivamente fue así, pero no aquí sino en Valladolid», comenta. Y explica el origen del nombre del municipio: Cadalso significa lugar en alto, y el «apellido» viene por las importantes fábricas de vidrio de la localidad, de gran prestigio entre los siglos XVI y XVII. Gran parte de la cristalería de la Real Botica del Monasterio de El Escorial se hizo aquí. Y los hornos estuvieron operativos hasta principios del siglo XX . «Todavía hay calles cuyo nombre hace referencia a los hornos, como Hornabajo», apunta.
Mientras hablamos, tenemos frente a nosotros la peña Muñera, emblemática en la localidad. A ella está ligado un recuerdo de la infancia del rector: «Cuando era crío todos los días subía un señor con el borrico y el perro hasta la torre de observación de incendios. Ahora hay una persona que vigila en los meses de verano hasta la puesta del sol». Entre sus rutas preferidas por estos lugares, destaca «una de escape hacia la sierra de Gredos, muy bonita, que pasa por el valle del Tiétar, camino obligado al puerto del Pico, en el corazón de la sierra abulense».

Ingeniería sostenible

Cuando hablamos del cambio climático, sonríe diciendo: «Me alegra que me hagas esa pregunta». Y tras la broma, explica que «en estos momento no hay ningún proceso de ingeniería que se conciba sin la sostenibilidad. Desde la generación de los elementos necesarios para crear el producto hasta que termina su vida útil. La sostenibilidad está en todos los procesos de ingeniería y esa es nuestra forma de colaborar con la salud del planeta».
«La ingeniería es algo de lo que debemos presumir en nuestro país. Exportamos profesionales al extranjero, por el prestigio de nuestras universidades»
Su labor como rector le deja poco tiempo libre para escapadas entre semana, ni siquiera a un parque cercano. «Hay poco tiempo, pero no me gusta estar en el despacho. Prefiero salir a ver a la gente en su puesto de trabajo. El califa más famoso de Córdoba salía y veía cómo estaba su ciudad a pie de calle. Aunque trataban de impedírselo... Cuando se hace eso, las cosas van mejor. Se trata de ver». Y con ese ánimo explica que su puesto actual es «para dar ideas. Una vez me dijeron que a los profesores de universidad nos pagan por tener ideas. Y eso es lo que debemos aportar: ideas y más ideas, exentas de ideologías, para resolver los problemas». La física le cautivó durante el bachillerato y el buen hacer de uno de sus profesores le llevó a la ingeniería. «Un ingeniero tiene una formación muy básica y muy importante, que permite trabajar en muchas cosas. La ingeniería es algo de lo que debemos presumir en nuestro país. Exportamos profesionales al extranjero, por el prestigio de nuestras universidades. Viene gente de fuera a estudiarla. El ingeniero español está muy bien cotizado».

Peña Muñana

Conocida también como peña de Cadalso, esta mole granítica se gestó entre 300 y 290 millones de años atrás, durante el Carbonífero. Su gran valor geológico se lo debe a la variedad de granito de la que está compuesta, denominada leucogranito. Por su grano más claro y fino, con mayor proporción de cuarzo y minerales félsicos, es más resistente a la erosión que el monzogranito del Monasterio de El Escorial. Su gran resistencia a la erosión ha convertido a esta peña en un inselberg. Esta palabra proviene del alemán y significa monte aislado o monte isla, término con el que se designa en geomorfología a un cerro residual que queda después de erosionarse lo que hay alrededor. Por eso se eleva de manera abrupta sobre un relieve más plano. El leucogranito de la Peña de Cadalso es todavía de grano más pequeño, con más cuarzo y con menos biotita que el que se explota en las canteras aledañas, que han dado fama a este lugar. En la ascensión hasta la cumbre, los resbaladizos lanchares se hacen cada vez más grandes. Su cima, a 1.044 metros de altitud, constituye una excelente atalaya, utilizada hoy como puesto de control de incendios y en el pasado con fines defensivos. Esta mole forma parte de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de los Encinares de los ríos Cofio y Alberche, que alberga joyas como el águila imperial ibérica (Aquila adalberti), el buitre negro (Aegipius monachus) o el búho real (Bubo bubo).

3 comentarios:

Miguel Moreno González dijo...

"Ideas exentas de ideologías, para resolver los problemas". Precioso reportaje donde Guillermo nos muestra el camino de la cultura y de la reflexión. Un lujo tener a este hombre como paisano y vecino melómano. Gracias Profesor por sus ideas.

Anónimo dijo...

Un gran personaje y una enorme y buena persona Guillermo Cisneros.

Unhorabuena y gracias por todo lo que has dado a Cadalso.

Mariano.

Jose dijo...

Muy buena entrevista de un ilustre amante de Cadalso. Además de humanidad y talento aporta datos muy interesantes de nuestra querida villa. Gracias!

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