Mediados de febrero, el invierno comienza a decaer, los días
son más largos y el sol hace las tardes mucho más agradables. Este joven gorrión
observa desde un almendro, cuyas flores están comenzando a brotar, la escena invernal de una tarde cualquiera en
Cadalso. Algo tan sencillo y a la vez tan maravilloso que cada año ocurre al final
del invierno.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
4 comentarios:
Esta foto me trae un viejo recuerdo del baile de Cañardo.
Gorrioncillo que melancolía
yo sin ti viviré
yo sin ti moriré....
Por entonces yo andaba siempre enamorada.
Y cantaba, Claudio Baglioni, uno más de aquellos italianos de entonces que, con sus canciones, hacían, si cabe, más bonito el enamoramiento. Bonitos y dulces recuerdos.
Según se puede apreciar, al gorrión le queda poquito para estar rodeado de flores.
LA GRANDEZA DEL ZORRO ES QUE CON UNA FOTO NOS HACE SOÑAR.
GRACIAS
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