Mulhacén Sierra Nevada.

Mulhacén Sierra Nevada.
Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña Zorro Corredero

viernes, 28 de septiembre de 2012

Septiembre en Cadalso se despide con lluvia


El mes de Septiembre se despide con lluvia, el otoño nos recibe como debe ser con ese elemento líquido que tanto necesitamos todos, animales y plantas, al ser humano le incluyo dentro del grupo de los animales, que para eso lo es y lo demuestra tantas veces.


 La lluvia otoñal siempre anuncia bienes para una buena cosecha de setas, castañas y frutos silvestres, esta vez el presagio de la lluvia se ha cumplido y las gotas prolongadas han llenado nuestros pinares y valles en abundancia, en otras ocasiones unas leves gotas se disfrazaban de lluvia para hacernos soñar, pero era eso, sólo un sueño.
 
La emoción más antigua de la lluvia es la alegría de su llegada con la soledad y el silencio de nuestras calles y campos. Hubo un tiempo en el que los cadalseños y su conciencia diaria se centraba en la lluvia, aquellos días de lluvia eran la alegría desbordada de todos, los campos bebían el agua que les abonaría para conseguir la preciada gran cosecha y los hombres llenaban la soledad de las calles y las tabernas, las caballerías descansaban en sus calientes y humildes cuadras y mientras el pueblo soñaba.


En esos días, la lluvia detenía la vida y sumergía Cadalso en un paisaje abandonado e inexistente donde los pocos que se atrevían a salir cruzaban rápido las calles camino de su corto destino. Hoy en algún lugar de nuestra memoria estos días de lluvia coinciden con la realidad y el sueño de aquellos tiempos, es una página ya escrita que volvemos a releer cada otoño con la llegada de la lluvia.
 
 
 
 Las gotas de lluvia golpean la barandilla y se desintegran en cientos de milimétricas gotas, la luz húmeda se filtra por los cristales y un brillo de felicidad se apodera de nosotros hasta conseguir que nuestra casa sea un ir y venir a la ventana para ver cuánto llueve.
 
 Y cuando las nubes oscuras que ya descargaron la inmensa lluvia dejan paso a otras menos agresivas, nuestra Sierra de Lancharrasa aparece humedecida y falta de color mientras esas nubes parecen querer jugar con la elevada cumbre.

 Desde aquí abajo puedo sentir la soledad y el silencio reinante en esa enorme lancha rasa que le da nombre y en la lejanía conformista del calor del hogar me parece oír un eco con las voces de los antiguos pastores que por esta tierra pastaban con sus rebaños y de los caminantes y cazadores que hoy la inundan.

 

 
Parece como si la lluvia se apoderase de todo, condenándonos a refugiarnos en la intimidad de nuestras casas,  y como si de un fantasma se tratara ahuyentase cualquier apariencia de vida. 
 
 
La lluvia cada vez es más escasa, nuestros campos hace tiempo que perdieron esa dependencia, y los personajes cadalseños desaparecidos junto con sus tierras hace tiempo que ya no cruzan las calles camino de las tabernas, hoy nosotros los nuevos cadalseños hemos perdido aquel sentimiento de euforia por una lluvia que sería el presagio de una gran vendimia y simplemente nos preocupa que el día que teníamos programado se nos estropee por su culpa, bendito declive humano que sólo piensa en él y no en su naturaleza y el mundo que nos arropa.
 
 



Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

7 comentarios:

Angela dijo...

¡Por fin ha llegado la tan deseada lluvia!, que tantísima falta hace. A ver si se recupera un poco el campo, que en algunos lugares da penita verlo.

Anónimo dijo...

Si sigue lloviendo nos vamos a niscalos un dia,preparate la agenda.Paquitopirata.

Mari Carmen López dijo...

Pedro que seguimos por aquí y persiguiendo al zorro. Cuéntanos si llueve, si hace sol, si se hace ésto, lo otro...que nos encanta todo: las fotos, reportajes, historias...y todo todo lo de Cadalso y sus gentes, costumbres... Y todo lo que nos enseñas.

Pedro Alfonso dijo...

Gracias Ángela por tus mensajes. Gracias M. Carmen por estar ahí persiguiéndome cada día. Paco, este otoño creo que pillamos níscalos y lo que haga falta.

Un abrazo.
Pedro Zorro Corredero.

Anónimo dijo...

La lluvia nos vuelve un poquito melancólicos. Pero es una sensación que a mi me gusta.

Concha.

Anónimo dijo...

Que orgullosos podemos estar los CADALSEÑOS, que vivimos fuera de nuestro querido PUEBLO, de tener un redactor tan maravilloso como "EL ZORRO CORREDERO". Yo propongo para que te nombren y te den el Título de "CRONISTA MAYOR DE CADALSO DE LOS VIDRIOS", por tus grandiosos artículos y poner tan alto el pabellón del pueblo. Un fuerte abrazo EMILIO.

Pedro Alfonso dijo...

Muchas gracias Emi, pero con mensajes como el tuyo ya me siento recompensado.

Un abrazo.
Pedro

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