Rubén Sánchez y Curro Bedoya dando la vuelta a la plaza después del paseillo.
Oportunidad desaprovechada se podría decir por los jinetes que se borraron literalmente del festejo (Antonio Domecq y Manuel Manzanares) aplazado para éste pasado domingo 10 de octubre en nuestra localidad. Ni siquiera presentaron parte facultativo (tampoco los novilleros que no actuaron en las novilladas del pasado serial) así nos va. Y digo que no aprovecharon la oportunidad en la novillada para rejones que lidió Julio Aparicio, excelente de comportamiento con movilidad, transmisión (el quinto bajó un poco), fijeza, entrega, y clase (en particular el primero); parece que hablo de un festejo de a pie pero no fue a caballo.
Faena de Rubén Sánchez
Pues bien se quedó el evento en un mano entre Rubén Sánchez y Curro Bedoya, tres animales para cada uno en una tarde con nubes y claros y un quinto de plaza de público en los tendidos de nuestra monumental metálica.
Detalles de Rubén
Rubén Sánchez (vecino de La Iglesuela) estuvo voluntarioso y con ganas en toda la tarde intentando hacer las cosas bien aunque algunas veces no llegó a acoplarse con los animales que les correspondieron en suerte. Quiero destacar de toda su actuación a su caballo de pelaje bayo que quebró con maestría al tercero del festejo. Mató mal a todos sus oponentes lo que le originó la concesión de una sola oreja en todo el festejo.
Faena de Curro Bedoya
Curro Bedoya cortó a los utreros de Aparicio tres merecidas orejas por su gran tarde de rejones que nos ofreció a todos los asistentes; inteligente, entregado, matando bien y con una buena cuadra de caballos, en particular dos "Triunfador" (Caballo de pelaje Tordo con una larguísima cola blanca que arrastraba por el albero y que salió en la lidia de los tres novillos) con él colocó banderillas a dos manos; el otro caballo de nombre "Chaparrito" (Castaño de pelaje y con unas preciosas y muy peinadas crines negras) lo tenía el centauro (según Miguel Moreno) de Villamanta reservado para el final por su espectacularidad, haciendo las delicias de los espectadores por sus piruetas de gran plasticidad y fortaleza. Mató bien a sus oponentes y claro esta cruzó en volandas la puerta grande de nuestro coso de la Avenida Francisco Caballero.
Detalles de Bedoya
Dos anécdotas para terminar la primera que uno de los integrantes de la cuadra de caballos de Curro Bedoya mostró desde el callejón los nombres de todos y cada uno de los caballos de su rejoneador y la segunda fue que algunos componentes de las cuadrillas una vez el novillo estoqueado silbaban desde el ruedo de una manera pícara (tapándose la boca) para influenciar a los aficionados para solicitar el premio de su caballero, aspecto por otra parte penado, pero bueno la picaresca también forma parte de ésto.
Las mulillas, el pequeño Kilimanjaro y la oreja.
Un año más, una feria más, y hasta el año que viene más; os lo ha contado Jorgito García "El Niño de la Perfumería" el que duerme de noche y trabaja de día.
No faltó la música.
Y tampoco los buenos aficionados
Crónica: Jorge García
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
4 comentarios:
Buen artículo y estupendas fotografias..sobre todo la de Miguel Moreno..se la podria titular... "Fría y altiva soledad"...mas que nada por su "altivez" y sabiduría en el mundo del toro.un saludo.Peke
Las emociones -cuando me llegan- procuro vivirlas en soledad. Si estás acompañado uno nunca sabe como va a reaccionar el acompañante. ¿Y si luego critica mi emoción de forma obtusa y desordenada e influye negativamente en quien le escucha? Esa posibilidad no me resulta agradable... aún a mi edad. La última vez que me emocioné en los toros fue el 2-10-2010, en Las Ventas, con Juan Mora. Tú tienes publicado en tu "blog" las sensaciones que me invadieron y que intenté plasmar mediante la letra (siempre he pensado que la letra llega antes al corazón que la palabra)en mi escritito: "Llega Juan Mora". Se me saltaron las lágrimas, pero como estaba "casi" solo superé ese momento sin mayores problemas.
Ahora me llena de ternura que tanto tú, Tony Montón, como El Zorro Corredero, Pedro Alfonso, captárais ese instante de soledad en la plaza de Cadalso esperando algo que siempre me acaba por llegar (ese día no apareció).
Gracias por vuestra sensibilidad fotográfica y literaria para con vuestro humilde admirador.
¿Qué es la vida sin emociones?
Enhorabuena por el blog! Dónde se demuestra ser un PROFESIONAL es cuándo se va a torear a pueblos como Cadalso y se da la talla. Curro Bedoya estuvo fenomenal y ya es hora que le den una oportunidad. Un saludo, Manuel
y cuando coños va a torerar Mariano Rojo en su pueblo...a ver si es verdad que si se cambia de gobierno torea..os es otra cosa?? Viva Cadalso.un saludo a todos. Chico Yeyé.
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