En la mano el pujavante para cortar la pezuña, y a la legra va y la empuña para alisar por delante. El herrador ya distante ató a la cabalgadura, y de clavar se asegura en el casco de la mula, zapato con que circula y da el nombre de herradura.
Piedras que hacen contrapeso y por delante la vara, el sol brillando en la cara y el agua en el cubo preso. Una mano aguanta el peso y otra lanza a la reguera, agua que corre ligera y que manando del pozo el huerto era un puro gozo a partir de primavera.
3 comentarios:
EL HERRADOR YA DESAPARECIDO DE CENICIENTOS
En la mano el pujavante
para cortar la pezuña,
y a la legra va y la empuña
para alisar por delante.
El herrador ya distante
ató a la cabalgadura,
y de clavar se asegura
en el casco de la mula,
zapato con que circula
y da el nombre de herradura.
De labranza los aperos
con esmero los cuidaban.
Mano eran de jornaleros
y al escasear dineros,
su existencia la apuraban.
EL CRISTO DEL POZO
Piedras que hacen contrapeso
y por delante la vara,
el sol brillando en la cara
y el agua en el cubo preso.
Una mano aguanta el peso
y otra lanza a la reguera,
agua que corre ligera
y que manando del pozo
el huerto era un puro gozo
a partir de primavera.
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