VIDA EFÍMERA, por Miguel Moreno.

 VIDA EFÍMERA 

(A la gente, incluido D.M.S.Bustamante. Gracias sinceras.)

   No sabes la presión positiva que tienes hasta que no pierdes Felicidad. La enfermedad es calamitosa. Los vecinos tullidos, expectantes, "curvipiernas"... permanecen fijos; sólo reaccionan ante un problema inesperado. En las "sillas de ruedas" también carcajean enfundadas las manos bajo veteranos guantes de gomas grises amiantados. Besan a los pequeños: Moisés, Luna, Dani... "Alelos, corremos hasta el final..." Sus sonrisas son conmovedoras y frondosas, irradian existencias pasionales y anhelantes...

   La otra tarde pasó por el pasillo clínico del 12 de Octubre madrileño una señora sonriente, nada inquisidora... Arrancaba lenta sobre su silla de ruedas ayudándose con sus enguantadas manos generosas y derrochas. Nobles tentáculos y besos desde llantas ciclistas y humanas la anuncian.

   "¡Lela!" -llaman los neófitos Justito,  Danielín, Álvaro, Martín...- "¡Ya estamos en forma...!" Se abrazan infinitos mientras la "profe" tapa sus piernas con faldas de tenues vuelos. Leo y Luna... requiebran: "¡Es tan fácil ser raro, hermoso y sentirse feliz!".

   Observo, callo y medito. Voy hacia el infinito. Se me olvidó escribir el "pasado" de una vida que casi nadie le exigió vivir. "¿Quieres vivir o no?, puedes ser dichoso -o lo contrario-  aunque te admirarán. Lo otro puedes imaginarlo." ¿Acaso se vive corriendo? "¡Qué pronto anochece en la dura y plácida vida humana cadalseña. Qué corta es la pena, qué largo el amor...!"

                  Miguel Moreno González