Venta Marcelino.
Si, 100 años lleva la Venta Marcelino en el Puerto de Cotos o de El Paular, y durante estos años siempre ha estado ahí para lo que se haya necesitado, porque aunque muchos crean que sólo está para comer y beber algo, también han sido mucho los momentos en que el personal de ayer y de hoy ha participado en otros temas, como pueden ser rescates, ayudas y participación en la organización de eventos deportivos. Particularmente llevo muchos años visitando la Venta Marcelino, creo recordar que hasta hubo un tiempo en que llegué a conocer al mismo Marcelino y a su mujer e hijos, sería por mediados de los 70 cuando comencé a subir a la Sierra con el Grupo de Montaña Galayos, más tarde con el Alpino Maliciosa y el Grupo de Montaña Standard que durante el invierno un autocar nos dejaba cada domingo en Cotos, unos para hacer montaña y otros para esquiar en la antigua Estación de Valcotos, que desde su creación en 1.969 estuvo funcionando hasta 1.998. Fueron estos, unos años de mucha más nieve que ahora y también mucha menos gente que en la actualidad, entonces no existían las aglomeraciones de ahora y tampoco el pequeño parking, de entonces, se llenaba de coches, aunque he de decir que la mayoría de las veces íbamos en el autocar del Club. Fue a mediados de los 90 cuando La Venta Marcelino pasa a los nuevos propietarios, que como no podía ser de otra manera conservaron su nombre, y así con la desaparición de Valcotos en 1.998 y el nuevo Marcelino llegamos hasta los años 2000 donde se incrementa el número de visitantes al Puerto de Cotos, pero que nada tiene que ver con lo ocurrido tras la pandemia de 2020 que fue el boom de las salidas a la Sierra y los consiguientes atascos y aglomeraciones, cosa que a día, de hoy febrero 2.025 no ha cambiado y todo sigue igual de masificado, tanto que los días de nieve si quieres hacer montaña tienes que estar en Cotos o Navacerrada antes de las 7 de la mañana, o incluso antes.
Mis hijos en la terraza en 1.997
Actualmente los nuevos dueños, Rafa y Héctor, saben manejar al montón de personas que se acercan a la Venta para tomar algo, sentarse en alguna mesa de la terraza o comer dentro, cosa complicada los sábados y domingos donde se hacen hasta largas colas para entrar, pero todo funciona bien, al menos para mi y al final siempre se consigue acercarte el caldo caliente, los judiones o el bocata de ternera con pimientos, sin olvidar los huevos con morcilla o chorizo, además de las cerveza fresca, que siempre refresca incluso en pleno invierno. Desde aquí quiero dar las gracias a Rafa, Héctor y a Jose, ya jubilado, con el que compartí grandes momento en la Venta, sin olvidar a Merche que está a diario, cuando yo suelo ir, y al resto de personal, que se desviven por atenderte en el caos de gente con prisas que a veces se convierte la terraza y el interior los días de mayor afluencia. Pues nada más, sólo volver a felicitar a todos, los de ayer y los de hoy, por vuestro trabajo e ilusión para que 100 años después la famosa Venta Marcelino del Puerto de Cotos o de El Paular siga funcionando para felicidad de todos lo que nos dejamos caer por la Venta en nuestras visitas a la Sierra de Guadarrama. Un abrazo y larga vida a la Venta de Marcelino.
Con Jose en abril de 2017
Manjar de la Venta Marcelino.
Verano de 2024
Hace un caldo....? venga.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
6 comentarios:
Pedro Prieto
Casi con toda seguridad este tipo de instalaciones aparecieron en la zona alpina de forma paralela al creciente interés humano por las montañas, y evidentemente, su presencia ha sido fundamental, no solo para el negocio y el esparcimiento, también haciendo las mismas funciones que los faros en las costas. Punto de referencia, centro de acogida, punto de partida en rescates y ayudas a perdidos y accidentados, "asesoría" gratuita, refugio en muchas ocasiones, servicio de alerta para equipos de búsqueda y rescate en determinadas circunstancias, etc. Para mí, su presencia es de suma importancia, a parte de su función meramente comercial y de esparcimiento. Quiero recordar un centro de estas características ubicado en la que quizás sea la pared más famosa de los Alpes: la Klein Seidger, donde su dueño era el jefe de rescate cuando se producían aquellas tragedias en la conquista del Eiger.
Un buen lugar para tomar algo después de realizar actividades por la zona. Gracias.
Ramón.
Charlie Yus
Cuidado. Que algún lerdo de los que predominan por este grupo y que se creen dueños del monte, estaría muy feliz de ver como derriban este histórico sitio.
Pilar Diaz Recamal
Buenos días Pedro
Chelo Villarin Recio
Es de hoy las fotos Pedro, qué bien la venta Marcelino, qué bien qué lleve 100 años,.
Buenos días y feliz miércoles 😘
Precioso escrito sobre la Venta Marcelino, se nota que lo conoces y lo has vivido durante años. Las fotos lo dicen todo.
Carmen.
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