BANDERÍN
DE ENGANCHE AL PASADO MILITAR
Este banderín se lo regalé a mi familia. A mi abuela
paterna se le cayeron unas lágrimas al recibirlo. Ni grandes ni chicas…
Simplemente de esas que no quieres que broten y al final te traicionan. Me crié
con ella y me adoraba. La verdad es que he tenido muchísima suerte. Como ya
tengo dicho mi familia, materna y paterna, me quería como se quería entonces:
humildemente, sin ostentación, sin rango, sin estridencia alguna… Quizá sea por
eso que me resulta fácil hallar
partículas de uno mismo cuando estoy con ellos recorriendo lo que fuimos en
Cadalso.
Cuando ella murió me lo llevé a mi casa junto a las fotos militares de mi padre y mía. Lo colgué todo en la habitación de mi hijo Miguel, a la que bauticé "Lazareto". Adosé al banderín los galones de cabo primero que mi madre había guardado en una cajita de cartón en su casa de "Las Sillas". ¡Qué enorme alegría recibí al encontrarlos entre otros objetos entrañables que tenía olvidados y que iluminaron mi humilde pasado! En realidad, fui a buscar una foto y me encontré con este pedazo hermoso de mi vida. No recordaba que me trajese los galones al acabar el servicio militar y sin embargo allí estaban esperándome.
La "mili" fue para mí un cúmulo de sensaciones encontradas y variopintas. Destellos que sobresaltaban mi devenir cotidiano convirtiendo mi juventud en una inolvidable experiencia. Hubo de todo, cierto, pero al final son las vivencias positivas las que se abren paso con firme determinación y sana convicción. Creo que el Ejército Español nos nutría con infinidad de lecciones forjando parte de nuestra personalidad futura. Coincidíamos jóvenes de todas las regiones de ExEspaña (algunos nunca habíamos salido de nuestros pueblos) y eso ayudaba a enriquecer nuestro acervo común aproximándonos al conocimiento de lo que significaba nuestro país: Algo grande en la historia con quien razonar con sentido común.
Algunas tardes, en la cantina del cuartel de
Hospitalet (Barcelona), intercambiábamos canciones de nuestro folclore y
descubríamos emocionados cuánto nos unía el amor que sentíamos por nuestras
respectivas “patrias chicas”. Servidor
rememoraba una copla de mi tierra cadalseña cambiando alguna palabra para
hacerla más atractiva, aquello causaba regocijo entre mis compañeros: “En medio de la cantina (plaza) estoy nadie
me puede echar fuera, aquí estamos nosotros salga el capitán (el sol) por dónde
quiera…” Una de aquellas amenas tardes traspasadas por el güisqui “Caballo Blanco”, oí referir por vez primera
de labios de mi admirado capitán Barrón, la muy famosa frase del canciller
alemán que unificó Alemania, Otto Von Bismarck: “La nación más fuerte del mundo, es sin duda España. Siempre ha
intentado autodestruirse y nunca lo ha conseguido. El día que dejen de
intentarlo, volverán a ser la vanguardia del mundo.” Desgraciadamente en
ello seguimos… El ínclito capitán Barrón ha sido uno de los personajes más
fascinantes que he conocido a lo largo y ancho de mi vida. Y no digo más que
luego todo se sabe.
En este día con nostalgia de lluvias antiguas mando un
abrazo muy fuerte a todos mis excompañeros (especialmente a mi paisano
desaparecido José L. Matatoros Villaverde) del Campamento-CIR n° 9 de San
Clemente de Sasebas (Gerona) y del Cuartel de Hospitalet de Llobregat
(Barcelona). Aun hoy disfruto con ellos evocando experiencias de cuando
entonces. Han creado una página en Facebook y es enorme satisfacción revivir lo
pasado en su compañía. Lo que más siento ahora al recordar todo aquello es
emoción. Y es que la emoción por algo nunca se esfuma, se esconde en mi
melancólica forma de ser.
9 comentarios:
👏👏👏👏👏... Muyyyy preciosos recuerdos "Mi cabo 1°"....y que pena que "Santi" se fuera tan pronto, pero la vida es así. Un saludo buen amigo 💕💕💕💕
José A. Álvarez G. de Guzmán
Bonitos recuerdos de una etapa de nuestra vida, que inicialmente se hacía difícil, al ser la primera vez que nos separábamos de nuestra familia, pero que luego, si nos quedamos con esas cosas positivas de este periodo de la vida, nos ayudaba a desenvolvernos mejor en las distintas situaciones que la vida nos ha deparado. ¡¡Feliz Día!!
Luis M. González
Para mí, y creo que para todos, aunque no lo reconozcan, fue importante la mili.. aunque solo fuese por marcarme unos límites que desconocía en un momento crítico como es la adolescencia.. y que me enseñaron a reconocer algo más de la vida. Solo eso. Un abrazo.
Rafael C.
Me ha parecido estar oyendo a Luís cuando leía. El hablaba del Servicio Militar, con ponderación de sus grandes valores positivos para cualquier hombre, por razones de estudio él lo hizo con edad avanzada siendo ya novios en Murcia donde viviamos. El fue Cabo gastador y desfilaba como nadie. Alto, marchoso, elegante, demostrando que sentía lo que hacia y orgulloso de ello. Como siempre un gran ejemplo. Pero a mí no me gustaba salir con él uniformado y un dia al fijarse en su atuendo la persona que acompañaba a su Jefe y descubrir que era ESPADA le arrestó a la mañana siguiente. Todo un recuerdo. Ese Jefe luchó para que Luis se pasara al Ejercito, sin conseguirlo y fue un gran admirador suyo.Cada acontecimiento trae recuerdos propios. Felicidades.
Julia
La.mili hoy no esite y mucha gente no sabe lo que es.
Pero los que la hemos echo sabemos lo que es y los buenos recuerdos que tenemos de ella
Jesús López Moreno
Historias de la mili. Para mí fue un buen periodo, con sus momentos regulares, pero ojalá volvieran esos tiempos. Una de las mejores cosas, como dices, conocer compañeros de otros lugares. Yo solo llegué a cabo, así que a sus órdenes.
Antonio A.
Gracias por vuestros amables comentarios y a Pedro por lo bien que ilustra los escrititos. Sed felices.
Es envidiable la capacidad que tienes para hacer de cualquier experiencia vital algo hermoso que recordar con cariño y nostalgia.
Nada más que añadir. Enhorabuena.
Pepe Vázquez
Cuántas cosas se van diluyendo poco a poco, sin embargo, siempre queda alguien que recuerda y mantiene. Y, sobre todo, transmite.
Elena
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