BODA ÁNGELA Y DANIEL por Miguel Moreno.

 BODA ÁNGELA Y DANIEL 

Una boda es un acto de amor para los novios a la vez que para los demás es un poema de emociones. El amor se representa con un corazón atravesado por la flecha de Cupido del que brotan dos iniciales (la A y la D) y se desprenden melancólicas unas gotitas de sangre enamorada. Pero también es amor una lágrima partida en dos por el dardo de la emoción. Y es amor la inabarcable paz de la Naturaleza cuando la observáis a vista de pájaro con vuestra mirada emocionada desvaneciéndose al atardecer. 

Supimos de ti, Ángela, mediante la forma más conmovedora que existe: Por el cariño con el que nos habló Daniel que supo transmitirnos tu mundo de sensaciones, esos lechos conmovedores de plumas donde se libran batallas de amor. Supo mostrarnos esa línea invisible -pero mágica- de tu vida, aquélla que separa con sutileza tu cielo suave de nuestra ignorancia terrena, mientras nos acaricia de fondo el adagio del concierto sobrecogedor de vuestra vida. Ya ves, hemos ido admirándote sin conocerte gracias a la adoración que te profesa Daniel. Él nos reveló entusiasmado esas cosas sencillas que captamos mediante la ensoñación y que nos provocan lágrimas emocionadas y alegres. Fíjate qué cosas bellas pasan cuando se quiere sólo por sentir el placer de querer. Vuestro amor cercano nos descubre a todos nosotros que seguimos amando en silencio y emocionados. 

Este verano caluroso busca de forma discreta -pero segura- colaborar a vuestra felicidad y derrite los sinsabores cotidianos de esta vida en esta belleza interior que todos albergamos aunque, en ocasiones, no acertemos a expresar. Y es que los seres humanos necesitamos del sentimiento para vivir. Es, junto a la dignidad, nuestro patrimonio más auténtico, nuestro combustible de afectos que nos impulsa hacia adelante. Recordad esto, Ángela y Daniel, cuando los espantajos de la inseguridad os acechen. No olvidéis el hermoso contenido de este día y el de este pequeño escritito que hoy, al unísono, quieren homenajearos y haceros dichosos. 

Voy terminando: En un pueblecito olvidado, acariciado por el meandro de un río, leí un invierno lejano una frase de Máximo Gorka. Estaba esculpida en una casa singular, sobre unos azulejos blancos que aparecían brillantes y llorosos por efecto de ese rocío encantador de la mañana: “PROCURA AMAR MIENTRAS VIVAS: EN EL MUNDO NO SE HA ENCONTRADO NADA MEJOR”. Grabarlo para siempre con ese rocío de amor en los azulejos sensibles de vuestros corazones.                  

                   Miguel Moreno González