Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

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martes, 4 de octubre de 2016

Monasterio de Samos. Una parada en el Camino de Santiago



Monasterio de San Julián de Samos. Lugo.
 Una parada en el Camino de Santiago


La lluvia casi perpetua, los campos coloreados de verde, el cielo plomizo que a veces te regala una pincelada de azul, la paz interior asociada al silencio del monasterio, la sabiduría y sencillez de los monjes, la amistad de los peregrinos, todo deja huella en este tesoro del Camino de Santiago a su paso por Lugo.

Zorro Corredero


Existen dos formas de llegar a Sarria, una es pasando por la población de Samos y su Monasterio de San Julián y la otra por San Xil, las dos están llenas de parajes y monumentos de enorme atractivo, pero si elegimos la ruta de San Xil, no deberíamos dejar de visitar el Monasterio de San Julián de Samos. No está lejos de Sarria y una vez acabada la etapa entre Triacastela y la ya citada Sarria, podemos visitar este monasterio que nos llenará de paz y descanso tras la cansada etapa.
Samos es otro paso importante del Camino Francés, donde destaca la impresionante joya del Monasterio de San Julián de Samos, lugar cargado de historia del Camino, de paz y de relax para los peregrinos que, o deciden pernoctar aquí, existe un buen albergue, o simplemente lo visitan a su paso o una vez terminada la etapa en Sarria. El río Sarria discurre al pie del monasterio, que está declarado Bien de Interés Cultural desde el año 1944, manteniendo en la actualidad actividad monacal.

El conjunto arquitectónico actual es de los siglos XVI-XVII ya que de la antigua construcción del siglo VI no queda nada. El monasterio hoy en día alberga una comunidad de monjes benedictinos, que además de sus diarios quehaceres, atienden el albergue y una tienda de recuerdos, en ambos sitios sellan las credenciales. Los mismos monjes realizan visitas guiadas por toda la abadía, donde destaca la iglesia de fachada barroca, así como el enorme órgano de su interior, también se visitan los dos claustros.


En el siglo XIX durante la invasión francesa fue utilizado como hospital, mas tarde con la desamortización de Mendizábal los monjes abandonaron el monasterio, pero de nuevo volvieron en el año 1880 y comenzaron su restauración, devolviendo así la vida monástica al edificio hasta nuestros días.

Al lado del río encontramos la capilla mozárabe de San Salvador, construida entre finales de siglo IX y principios del X, también llamada del ciprés por el árbol de esta especie que la da sombra.


El  24 de septiembre de 1951 se declaró un incendio en el monasterio....Memorias del único testigo vivo del inicio del incendio de Samos de 1951


    Sello del Albergue de Peregrinos.

    Fachada barroca de la iglesia de Samos

    Sello del Monasterio.
 
   Interior de la iglesia.
 
    El ímpresionante órgano.
 
 
    La bóveda..
 
 
                            Imagen de Santiago en el interior de la iglesia.
 
   Claustro grande 1685-1689


    Imagen del Padre Feijoo.
 
   En el primer piso del claustro grande, también llamado del Padre Feijoo se pueden ver unas pinturas murales sobre la vida de San Benito.


   A partir de 1957, cuatro pintores intervienen en ellas con distintas técnicas empleadas: temple al huevo, óleo, pintura acrílica y fresco.


  



    Pinturas sobre la vida de San Benito.



    Claustro grande.

    Desde el claustro grande se accede a la sacristía, donde destaca una mesa policromada octogonal del siglo XVIII

    Detalle de la mesa policromada.


    Claustro pequeño.

    Claustro pequeño, también llamado de las Nereidas por los cuatro seres mitólógicos que sujetan la  fuente del siglo XVIII.

    Claustro pequeño, construido entre 1539 y 1582

Capilla mozárabe de San Salvador, siglo IX- X. El ciprés milenario tien 25 metros de altura y un perímetro de 3,30 metros.




 



 



Al peregrino Alejandro, que ama el arte. 






Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

8 comentarios:

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

DE SAMOS LLAMÉ A LA PUERTA

De Samos llamé a la puerta
con el polvo del camino
hábito del peregrino
por la fe su alma cubierta.
Un monje la dejó abierta
y penetré en una estancia
inmersa en una fragancia
de un olor desconocido
que parecía el fluido
de presencia sacro-santa.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho

Pedro Alfonso dijo...

Excelentes versos para acompañar a este histórico monasterio. Muchas gracias Saturnino.

Un saludo

Anónimo dijo...

Muy buen reportaje del monasterio de Samos. Todo tu blog es una maravilla.

Gracias por compartir tantas experiencias.

Gerardo

Anónimo dijo...

Hola, Pedro, ¡¡ Muchas gracias por tu dedicatoria, no me había dado cuenta de que era un reportaje dedicado !!
Ahora voy a hacerte la pelota....¡Increíble reportaje, porque prácticamente comprende todo lo más impresionante del Monasterio, que, como puede apreciarse, es una gozada de visita ! Pero lo más sorprendente es que siendo tantos los que estuvimos en la visita, hayas podido hacer las fotos, sin nadie que te estorbara. ¡ Eres un fenómeno, Zorrito !!
Un abrazo muy fuerte,
Alejandro

Pedro Alfonso dijo...

Gracias a ti, Alejandro, y a todos los peregrinos que compartís conmigo el Camino, porque gracias a vosotros-as todo es diferente cada jornada, todo es más humano y lo mejor de todo es saber que la soledad del Camino solo se siente dentro de uno mismo, porque fuera a mi lado siempre estáis vosotros.

Un gran abrazo

Anónimo dijo...

Unas fotos preciosas. Yo también pasé por allí.

María Consuelo Lajara

Pedro Alfonso dijo...

Samos es un lugar lleno de recogimiento espiritual, un hito en el Camino de Santiago y toda una lección de arte.

Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Y que lo digas

María Consuelo Lajara

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