El otoño es en Cadalso una estación llena de colores y de
agradable temperaturas, como ya he dicho otras veces es junto con la primavera
los dos mejores estaciones del año para salir y vivir la naturaleza. Esto no
quiere decir que durante el caluroso verano y el frío invierno no tengamos
oportunidades de disfrutar y observar momentos de gran valor paisajístico, capaces
de llenarnos tanto como en las otras dos estaciones.
Muchas cualidades adquieren nuestros campos y montañas durante el otoño, esta vez vamos a ver algunos de los muchos frutos silvestres que a lo largo del otoño maduran y colorean los árboles y arbustos que los dan la vida.
Cualquier paraje es digno de visitar para dejarnos llevar por esa maravillosa naturaleza que tanto nos regala, dicen que la vida es el milagro de la naturaleza, que verdad es y que fácil es comprobarlo en cada uno de esos rincones, que a solo unos pasos de nuestros hogares nos proporcionan en cada estación una fuente de belleza y sabiduría natural.
Bellota de encina
Las imágenes que acompañan este post están tomadas en Cadalso durante este pasado otoño, cada una de ellas es un milagro que se nos ofrece gratuitamente para que todos nuestros sentidos disfruten con su observación, con su olor y como no con su sabor.
Madroños
Dependiendo del fruto debemos visitar una zona de Cadalso,
los rojos y apetitosos madroños, por cierto muy escasos en la Comunidad de
Madrid, siendo tal vez aquí la zona donde más arbustos y árboles de madroños
podemos encontrar, se encuentra principalmente por el Pilar abajo hasta casi el
límite con Almorox. No está de más saber que este apreciado fruto, símbolo del
escudo de nuestra capital, está protegido en toda la Comunidad de Madrid como
especie amenazada para así preservar su vida en el futuro.
Majuelas o guindillitas de San Juan
Otro de los frutos silvestres más comunes en el término son
las majuelas, se distribuye este arbusto cuyas principales especies aquí son el
espino albar y el espino majuelo, por la zona del Boquerón, donde existen
arbustos de esta especie con casi cinco metros, pudiendo alcanzar en ocasiones
hasta los ocho metros. En Cadalso este fruto es conocido como Guindillitas de
San Juan.
Endrinas
Si lo que deseamos es observar las endrinas o arañones,
especie muy apreciada por ser sus frutos
la base para realizar el licor llamado pacharán, deberemos dirigirnos a la
sierra de Lancharrasa y la zona del alto Tórtolas, lugares donde crecen estos
frutos.
Escaramujos o tapaculos
El rosal silvestre, también llamado escaramujo, tapaculos y escambrón,
se distribuye por grandes zonas de Cadalso, normalmente en linderos, matorrales
y bordes de los caminos cercanos a la Sierra de Lancharrasa y la Peña. Existen
muchas variedades de esta planta, siendo el rosal silvestre, el rosal
castellano, eglantina roja y rosa stylosa las más comunes en Cadalso, pudiendo
observar su floración durante los meses de mayo y junio, donde las flores desde
el color blanco, rosa y rojo, según la especie,
harán que la observación de este arbusto un auténtico placer para la
vista, y para los insectos que siempre pueblan sus flores.
Bellotas de roble
Las bellotas de encina se pueden localizar por cualquier
parte, pero si queremos ver las de roble, es de nuevo la zona de Lancharrasa,
los Barrancos y las umbrías de la carretera de las Rozas hacia Tórtolas, los
lugares donde más crecen los robles en sus distintas variedades, albar,
carvallo y quejigo, siendo estas las más comunes en Cadalso de la familia Quercus.
Majuelas
El espino de fuego es una variedad que siempre se mantiene
verde y que acumula en sus ramas cientos de frutos rojos, motivo este por el
que se utiliza como planta ornamental en parques y jardines. En Cadalso es algo
escaso y los mejores ejemplares se pueden ver por la zona del Pilar y la
Antanilla.
Espino de fuego
Existen muchos más, unos salvajes y otros producidos por la mano del hombre, que descubriremos en un próximo post.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
3 comentarios:
Vaya fotos Zorro.
Javi
Cada día te superas con las fotos. Gracias por enseñarnos lo que tenemos delante de los ojos pero no somos capaces de ver.
Un abrazo.
Mariano
Una gran variedad de frutos, me encanta la foto de los madroños que por cierto en Madrid en los jardincillos de mi portal tenemos un madroño que da sus frutos y al lado del Hospital de la Paz hay varios también.
Saludos
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