

En Cadalso se utilizaba para que las caballerías estuvieran quietas mientras eran esquiladas o herradas.

Aún recuerdo a muchas abuelas sentadas en la banqueta y con especial cariño a la tía Leoncia abuela de la Angelines “Carropaja” y a la tía Dorotea abuela de la Basi, mujer de “Pelacucos” ambas vecinas de mi abuela en la calle Real.
Museo Etnológico de Cadalso Casa Corredera
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
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