Claveles Peñalara por la Laguna de los Pájaros. Sierra de Guadarrama.

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Museo de Montaña Zorro Corredero

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jueves, 6 de marzo de 2025

VIVENCIAS ARGELINAS, por Miguel Moreno.

VIVENCIAS ARGELINAS

 A mis compañeros del Servicio Exterior de España de todas las épocas, por su abnegada y callada labor en pro de España y sus ciudadanos. Nunca tantos deben agradecer tanto a tan pocos.)

Barrio de los españoles. Argel.

Nos casamos en junio de 1980 y a la semana siguiente llegamos a Argelia en un momento muy delicado para las relaciones entre ambas naciones: En la guerra del Sáhara, Argelia apoyaba resueltamente al Frente Polisario, al que España abandonó a su suerte en una acción muy lamentable. Por otra parte, el canario Antonio Cubillo, líder del grupo terrorista del MPAIAC, dirigía un programa en Radio Argel a las 21:00h en el que fustigaba sin piedad a España reclamando la independencia para Canarias. Intentaron matarlo dos españoles de los bajos fondos, Juan Antonio Alfonso y José Luis Cortés. Durante una visita del vicepresidente español Alfonso Guerra (con predicamento ante el gobierno argelino), se negoció el indulto de ambos y la entrega de su pasaporte a Cubillo para que pudiera regresar a España. Junto al cónsul Ozores fuimos a su domicilio (bajo la atenta vigilancia de un hombre-armario) y le entregamos su salvoconducto para que pudiera regresar a España. Al tomarlo nos dijo amenazante: “Díganle a su gobierno que esto no soluciona el problema canario”. Unos días después fuimos a una cárcel de Argel (regularmente solíamos llevarles ropa y alimentos) para hacernos cargo de los indultados y repatriarlos a España. Me asusté cuando preguntaron por su víctima y nos contaron –sin arrepentirse- cómo le clavaron un puñal marino en las cervicales aprovechando la oscuridad del portal de su bloque. Existe un submundo nauseabundo dentro de este mundo. Yo, muerto de miedo, me pregunté: “¿Qué hago yo aquí si soy de Cadalso?” 

Foto familiar en Argel.

Durante el contrato de gas sudaron la gota gorda nuestros negociadores, entre los que se encontraban Jorge Dezcallar, posteriormente director del CNI. El ir y venir era incesante por nuestra embajada en aquellas difíciles negociaciones hasta que se consiguió firmar. Era un tiempo en el que se comentaban los entrenamientos de los refugiados de ETA (se sospechaba que "Josu Ternera" visitaba aquellos macabros campamentos). También hubo varios apresamientos de pesqueros españoles (no nos privábamos de nada…). Mi hermano Nati fue al Sáhara para hacerse cargo de los pescadores del "Junquito" y repatriarlos. La noticia abrió los informativos y el Informe Semanal de aquella semana en La 1 con su valiente imagen adolescente... Otros pescadores se quedaban retenidos en Argel y los funcionarios los ayudábamos invitándoles a nuestras casas, paseando con ellos, animándolos... El cónsul Sánchez Bustamante y servidor nos desplazamos hasta Beni Amrane para solucionar ciertos problemas –internos y externos- que tenían las empresas españolas -Dragados y Standard-. No olvidamos que cuando más miedo pasamos fue con el devastador terremoto que destruyó la ciudad de El Asnam en octubre de 1980 (más de 5000 muertos y cerca de 10000 heridos). Paloma estaba cocinando y yo leyendo, sentí unas vibraciones y pensé –ingenuo- que era el metro, enseguida recapacité que no existía metro y salí corriendo a buscar a Paloma mientras todo se bamboleaba suspendido en un ruido gutural. Paloma, mira que si se nos cae la casa encima y nadie sabe que dos cadalseños viven aquí... Las relaciones bilaterales de entonces estaban cogidas con alfileres y los españoles lo percibíamos a diario. En el corto trayecto entre nuestra casa y la Embajada tenías que soportar cómo escupían al suelo cuando pasábamos o las groserías que decían a Paloma estando embarazada de nuestro hijo Miguel. Desgraciadamente al año de volver a Madrid (comenzando la guerra islamista) asesinaron a dos monjas agustinas que nos proporcionaban medicinas y cariño (lo explico en mi escritito “Frutos robados de mi huerto”). Asistíamos con ellas a misa en  la iglesia de la Embajada sólo por oír hablar en castellano. Una tarde de viernes (en Argelia es el domingo de España) nos invitaron a comer en su casa, cerca de La Casbah. Nos guió Rafael por aquellas calles que parecían salidas de sueños irreales.

Enlace escritito: FRUTOS ROBADOS DE MI HUERTO.

 

Gilberto Marquina y Gómez Arruche.

Recuerdo bien aquellos sucesos y contenciosos porque los vivíamos a pie de cañón. El gobierno de Felipe González intentó aminorar la situación mandando a los Reyes en visita de Estado. Algo se mejoró, pero no lo deseable. Teníamos miedo (éramos veinteañeros) y algunas noches, sin que me viera Paloma, dormía con un cuchillo debajo de la almohada. A veces llamaban al timbre a horas intempestivas de la madrugada. Lo peor era pensar que quizá no volveríamos nunca a Madrid ni a Cadalso (anímicamente nos debilitaba). Todo hizo que nos uniéramos muchísimo para afrontar aquella difícil estancia que nos puso a prueba y afortunadamente la superamos. El ser humano no sabe la enorme fuerza interior que posee hasta que no está al límite. Guardo recuerdos de los compañeros que defendieron los intereses Españoles con valentía y determinación. Admiré a los agregados militares por su buen hacer, coraje y compañerismo: Uribarri, Gilberto Márquina, Gómez Arruche, Rafael, Javier... Tuvimos de embajadores a José M. Ullrich Rojas, Eduardo Zulueta Dato y Gumersindo Rico (con Rico estuvimos sólo unos días antes de retornar a Madrid). Mantuvimos una buena relación con los Fortes, familia malagueña que nos llevaron a paradisiacas playas argelinas donde jugábamos con las olas como niños ajenos al peligro y buscábamos coquinas (Tipaza, Fort de L'eau, Club des Pins...) Conocimos a argelinos(as) muy educados, afables y que nos ayudaron a superar los problemas típicos de nuestra adaptación. Me llevaba muy bien con los viejos residentes españoles (muchos de ellos republicanos): Donino Alcañiz, Pérez Sirera, María Tajuelo, que se puso gravemente enferma y entre Nati y servidor hubimos de llevarla al hospital Mustafá. Su apartamento tenía paredes de ladrillo -sin pintar ni encofrar, con cañerías goteando-, desnudas salvo un cartel de toros de Jerez en el que se anunciaba Rafael de Paula (¡me vine arriba!). Una mañana llegó la policía a comunicarnos que nuestro conserje, José Martínez, había sufrido un mortal infarto en la calle según iba a la Grande Poste a realizar una gestión oficial (¡qué mazazo!). Nadie solía reclamar sus cuerpos desde España y los enterrábamos en el "cementerio español" de Bab-El Oued, corriendo la Embajada con los gastos.

 

                        José María Ullrich, embajador de España en Argel. 1980-1982

De los casi seis años destinados en la Embajada de España en Argel, tres y medio tuvimos como embajador a Don Eduardo Zulueta y Dato, fallecido en 2020. Fue una gran persona, muy humano y eficiente diplomático. Me ayudó con mi hermano Nati cuando murió mi padre. Quizá fuese que tardamos en conocernos, pero a raíz de unas gestiones que me encomendó: repatriar los cadáveres de Nieves y Alicia Malagarriga Amigó, muertas en accidente en el desierto (qué impresión recibí viendo sus ataúdes sobre el remolque que las trasladaban a la bodega del  avión…) , sellar el féretro de un compatriota que trabajaba en Sétif en una empresa de Enrique Ballester (decían que amigo de Felipe González); desplazarme a la ciudad de Rouiba y prestar ayuda a una española que llegó desde Francia para recuperar a sus hijos (se los llevó su marido argelino a Argelia)… Surgió una entrañable relación con el Sr. Zulueta. Desde Argel partió a Luxemburgo, también como embajador de España. Allí sufrió la terrible perdida de su hijo pequeño, Jaime, de 17 años de edad. El pasado 15 de febrero de 2025 hizo 37 años de su óbito. Según me contaron resbaló sobre el hielo de una calle luxemburguesa con tan mala fortuna que al caer se golpeó en la cabeza y quedó inconsciente. Cuando lo encontraron había muerto congelado. Lo recuerdo vagamente cuando iba a la embajada con 5-6 años acompañando a su padre y a su hermana Isabel (antes, en Argel, también falleció el hijo del embajador de Argentina asfixiado en el baño). Me encontré a Don Eduardo ya muy anciano en el Ministerio. Al saludarle nos recordó enseguida muy emocionado tanto a Paloma como a servidor. Caminaba con dificultad apoyado sobre un bastón: "Ustedes fueron buenos funcionarios, dele recuerdos a Paloma y a su hijo que le recuerdo de niño una vez que estuve en su casa. Acompañé a Paloma una anochecida para que no fuera sola por las calles de Argel, por cierto aun recuerdo las buenas empanadillas que me ofreció..." He tenido mucha suerte, me he encontrado en mi vida gente buena que superaban su adversidad para seguir haciendo el bien. Gracias, Embajador, nunca le olvidamos...

 

En la televisión Argelina ponían conciertos de cantantes europeos que actuaban en el Olimpia de París. Sobre las 21:00h. de los miércoles comenzaban. "Aujourd'hui, avec vous, le plus international chanteur espagnol: ¡Julio Iglesias!" En el enorme salón de aquella casa colonial tomamos asiento ilusionados Paloma y servidor. Apareció en el escenario presidido a su derecha por una bandera de España. Comenzó interpretando "Quijote", la presentó en español dedicándosela a todos los españoles que estábamos fuera de España. Tomó respetuoso la bandera, la besó y cantó: "...Que presume de ser español por donde va..." Comenzamos a llorar Paloma y servidor desconsoladamente sin apartar la vista del televisor. Jamás olvidaremos ni aquel momento ni a Julito Iglesias. He aprendido con el tiempo que hay cosas que únicamente se entienden fácilmente cuando las vives personalmente. Son las emociones... 

Selección de Argelia 1982.

Argelia se clasificó por primera vez para disputar un mundial de fútbol en España 82. En mayo jugó un partido amistoso contra el Real Madrid en el estadio 5 Juillet, lleno a rebosar. Los recibimos en el aeropuerto y los acompañamos al hotel “El Aurassi” (alguna vez fuimos Paloma y yo a su piscina que estaba muy bien). En la cafetería charlamos animadamente con Molowny, Grosso y el doctor Herrador. Asistí con mi hermano Nati al partido y al jugador Isidro le regalamos una piedra del desierto. Argelia realizó muy buen papel en el Mundial. Quedó empatada a puntos con los dos primeros clasificados de su grupo (Alemania y Austria), únicamente la superaron por la diferencia de goles. La tarde que ganó a Alemania, Argelia se echó a la calle, nosotros incluidos, vivimos una euforia impresionante. Todos hermanados y felices. Jugó en Asturias y los chavales argelinos desplazados enamoraron a muchas jóvenes asturianas. Una mañana de septiembre aparecieron en el Consulado de España una pareja jovencita (argelino y española). Yo tenía sobre la mesa una bolsa de frutos secos que compraba a los vendedores ambulantes de una calle cercana. El chico chapurreaba el español. "Mesié, també gustan cacahuetes como a vú". La chica -muy triste- me explicó que no le gustaba nada de lo que se encontró en Argel. Muy diferente a lo que el chico le contó en Oviedo. Quería volver a su tierra. Llamamos a sus padres y habló con ellos entre sollozos. Me pasó con su madre y me dijo llorando que hiciéramos todo lo posible para repatriarla, que devolverían el dinero como les dijéramos. Lo gestionamos y a los pocos días el cónsul y servidor le acompañamos al aeropuerto. Tomó un avión de Iberia con destino a Madrid donde la esperaban sus padres. Era una cría, me abrazó con fuerza, me besó y sus lágrimas emocionaron mi expresión. El chico me pareció buena gente (otros que también acompañaron a más asturianas al Consulado, no tanto). Este adolescente siempre estuvo a su lado. Cuando se despidió me dio una bolsa llena de frutos secos. "Mesié, por vú... Mersí por votre ayuda". Qué satisfacción enorme recibía uno cuando ayudaba a los españoles. Sentías que la emoción y la autoestima se disparaban felices. Al día siguiente nos llamaron desde Oviedo y todo eran sonrisas. Aquellas Navidades recibí en casa de mis suegros una caja con tres botellas de una sidra excelente. Dentro, un sobre pequeñito contenía una nota: "Miguel, nunca te olvidaremos, ni a ti ni a tus compañeros..." ¡Qué bonito es ayudar al necesitado!

Nuestro hijo Miguel nació en Madrid el 29-11-83. Se adelantó casi un mes. Comenzando noviembre le dije a Paloma que se marchara a Madrid. El embarazo estaba muy avanzado y yo no quería que naciera en Argel. No me equivoqué y el niño adelantó su nacimiento que estaba previsto para finales de diciembre. Recuerdo que el día que iba a volar a casa (07-12-83) no pude hacerlo porque hubo un accidente en Barajas y cancelaron el vuelo, aproveché para invitar a cenar a mi hermano y a su mujer en el hotel de moda en Argel, “El Djazair”. Volvimos definitivamente de Argel en 1986 y Berta vino al mundo el 09-06-87 también en Madrid, ambos nacieron en la Clínica Santa Elena. Son unos hermanos modelo desde siempre. Se han admirado, querido y respetado mutuamente pero Berta, siendo menor, hacía valer su arrolladora personalidad femenina y constantemente estaba pendiente de su hermano que era ingenuo y confiado. Berta se casó con Moisés en junio de 2019 y su hermano Miguel fue su padrino. No podía ser de otra forma. Fue muy emocionante ver a los dos hermanos aparecer unidos en el señorial Parque del Palacio de Villena cadalseño en fecha tan señalada.  

Gabriel y Tere en Chiffa.

Mis suegros vinieron unos días a Argel con nosotros en otoño de 1981. Conservamos una foto de ellos tomada en las montañas de Chiffa (Blida), a unos 50 kms de Argel. Un lugar montañoso muy bonito y turístico habitado por cientos de monos que hacían las delicias de niños y mayores. Había allí un hotel precioso construido al más puro estilo árabe. En la entrada aprovecharon los padres de Paloma -Teresa y Gabriel- para hacerse dicha foto. Ellos nos mandaban a la Embajada por valija diplomática paquetes con conservas, medicinas, revistas...  allí no había casi de nada, como país comunistoide que se preciaba de ser. Aquellos paquetes nos llenaban de alegría como si llegaran los Reyes Magos. A veces nos veníamos abajo pero había que seguir. Hoy mis suegros -como muchos otros- ya no están con nosotros. Sirvan estas letras como un pequeño homenaje a sus envíos envueltos en nostalgia cariñosa. 

Tipaza. Argel

A los 2-3 años de volver a España se desencadenó una guerra civil en Argelia entre el partido en el poder (FLN) y los yihadistas del FIS argelino. El presidente argelino era, a la sazón, Chadli Benyedid. En esas montañas de Chiffa se escondían los islamistas y caían en emboscadas sobre civiles y militares. Nuestro canciller en Argel, Benito, me contó una mañana -nos encontramos en el Ministerio- auténticas atrocidades perpetradas por el FIS. Paraban autobuses y a muchos extranjeros y a quienes pensaban que no eran de los suyos los degollaban. Su rostro estaba demudado. "Lo peor, Miguel, es que tengo que volver. Lo estamos pasando muy mal pero es nuestra obligación seguir allí". Pocos saben de la cantidad de héroes anónimos que tiene esta nación. País que no acaba de aprender la lección de su pasado... Hasta hace poco no me agradaba mucho recordar aquel tiempo. Últimamente se me viene mucho a la memoria. Es la edad. 

Argel desde Nuestra Señora de Africa. 

No olvido los viajes que hacían los compañeros a Melilla para comprar cosas que necesitábamos, tampoco las llamadas semanales de mi tío Luciano que nos animaba y nos mantenía informados de nuestra gente, ni la agradable sorpresa que tuvimos con la visita del abogado laboralista Lorenzo (USO) con su mujer y cuñada a nuestra casa de Edgar Quinet. También nos visitó alguien relacionado con Cadalso (no recuerdo su nombre), estaban trabajando en una empresa española. ¡Cómo olvidar la tristísima Nochebuena de 1980 pasada en la catedral de Argel junto a otros españoles y europeos! Guardo muchas más experiencias pero ahora no tengo ganas de seguir... Expreso mi fervor a la labor del Servicio Exterior Español que pasa injustamente desapercibida a pesar de la ingente labor que desarrolla. El entusiasmo de sus funcionarios y el cariño a sus compatriotas compensan las muchas carencias que soportan para afrontar tantos problemas. En el extranjero no existe política, sí la solidaridad humana. Mi recuerdo, mi agradecimiento y mi admiración para todos ellos. Algunos políticos deberían dejar de enfrentarnos y defender y trabajar por España y sus ciudadanos. Es su obligación... 

        Hotel El Dzajair                                        Casbah2                                 

                                                                         
Miguel MORENO GONZÁLEZ

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy sentido relato, sobre las vivencias Argelinas, lleno de emociones y donde, según cuentas, no fue un tiempo fácil el pasado allí, pero que todas esas dificultades te han hecho más fuerte, como no podía ser de otra manera, porque el ser humano se viene arriba ante las adversidades y solo cada persona sabe lo que es capaz ante estas situaciones. ¡¡Feliz Jueves!! y gracias por compartir tus vivencias con nosotros 😉 Luis M. González

JAVIER Muñoz Margaretto dijo...

Es muy interesante. Una gran vivencia.

Anónimo dijo...

Eres un máquina, Miguel.
Me gustan estas cosas.
M. Ch.

Anónimo dijo...

👏👏👏👏👏👏...un poco lao pero es una verdadera historia y auténtica, que tiene lo suyo, bueno...en realidad, tiene lo vuestro... que fue muy duro en aquellos tiempos. Enhorabuena amigo, ha merecido la pena leerlo....lo digo de corazón 💖💖💖💖💖 Y las fotos me han encantado, sobre todo las vuestras y los niños. Precioso Miguel 💕💕💕💕
José A. Álvarez G. de Guzmán

CARLOS DE LA PEÑA STEGLICH dijo...

Maravilloso relato, como siempre
Un abrazo

Anónimo dijo...

Muy amena e interesante la lectura. Momentos duros y difíciles que no están tan lejos en nuestra Historia. Toda la razón en el remate de tu faena.
Ojalá no se vuelva a repetir nada parecido a lo que cuentas, en estos tiempos revueltos en las relaciones internacionales.
Fco. Gabriel

Blas dijo...

Muy interesante Miguel, un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

La verdad es que hay que ser "echao p'alante" para no conformarse con lo fácil. Sería interesante que las personas tuviéramos más interés por este tipo de lecturas de las que se puede aprender mucho. Buenas tardes Miguel y ¡ENHORABUENA!
Fco. Gabriel

Anónimo dijo...

Vaya experiencias vividas y afortunadamente pasadas ya. No me puedo imaginar las noches eternas pensando en el día de la vuelta a casa. Que bien contado, llega a emocionar.
A. Acuña

Anónimo dijo...

rafael

Anónimo dijo...

Qué bárbaro.. cuantas vivencias juntas. Tienes para hacer un librito con ello. Muy bien contado, además. Un abrazo.

Miguel Moreno González dijo...

Muy agradecido por vuestros emotivos comentarios que me llenan de satisfacción, incluido Diego Sánchez Bustamante, Cónsul Gral. de España en Argel que me mandó un audio personal muy emocionante felicitándome y recordando aquellos tiempos vividos en común junto al resto de miembros de la Embajada. Para todos, incluidos los que ya no están con nosotros, mi sincera gratitud. Abrazo muy fuerte.

Anónimo dijo...

Como de costumbre, impecable descripción de las situaciones vividas lejos de casa y los sentimientos que os provocaban. Algo conocía, por ti y por algún escrito anterior, pero no de las situaciones más difíciles
y las tareas tan complejas que te tocó resolver. Hablas de héroes anónimos y supongo que te incluirás.
Aunque el escrito es algo largo no puedes dejar de leerlo.
Pepe Vázquez

Anónimo dijo...

Mi madre lo sabe mejor que yo y fue muy arriesgado ir hasta allí. En fin como unos héroes 👏
Santiago

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