Pedro Alfonso muy bonito el relato buenas tardesAgustin Capitan Sanchez
LOS ALGUACILES CORUCHOSDesde la plaza pululan,entre pliegos y entre oficios,los que otorgan beneficiosa coruchos congratulan.Estampas son del pasadodel Cenicientos remoto,reminiscencias la fotode un tiempo finiquitado.Recuerdos son y añoranzasde un pasado que no vuelve,mas la añoranza me envuelvede una infancia de esperanzas.Gorras de plato y de drilpasaban por nuestro lado,y un temor siempre infundadoen la caterva infantil.Ante su sola presenciasentíamos un respeto,que no es algo ya obsoletoes vivir en convivencia.La autoridad encarnabany ejercer buenas costumbres,en tiempos de mansedumbresque otros les preconizaban.Y arrogantes o sutileso asperezas en su trato,es amable este retratoque trae a los alguaciles.Saturnino Caraballo DíazEl Poeta Corucho
LA ALCALDADA Y EL PEDOCoruchillo entre avispado y gamberro,de horas perdidas en el Huertecillo,a las picias afín y a ser diablillode patear e un bucólico perro.Incapaz de disciplina o encierroera agreste y similar al tomillo,que sombrea al perdigón pajarilloen el montaraz e idílico cerro.Y un entonces alcalde caciquil,de democracia orgánica del dedomuy ofendido en su torre de marfil,provista de arbitrariedad y enredo,le impuso fuerte multa al infantilpor dejar escapar ante él a un pedo.Saturnino Caraballo DíazEl Poeta Corucho
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Pedro Alfonso muy bonito el relato buenas tardes
Agustin Capitan Sanchez
LOS ALGUACILES CORUCHOS
Desde la plaza pululan,
entre pliegos y entre oficios,
los que otorgan beneficios
a coruchos congratulan.
Estampas son del pasado
del Cenicientos remoto,
reminiscencias la foto
de un tiempo finiquitado.
Recuerdos son y añoranzas
de un pasado que no vuelve,
mas la añoranza me envuelve
de una infancia de esperanzas.
Gorras de plato y de dril
pasaban por nuestro lado,
y un temor siempre infundado
en la caterva infantil.
Ante su sola presencia
sentíamos un respeto,
que no es algo ya obsoleto
es vivir en convivencia.
La autoridad encarnaban
y ejercer buenas costumbres,
en tiempos de mansedumbres
que otros les preconizaban.
Y arrogantes o sutiles
o asperezas en su trato,
es amable este retrato
que trae a los alguaciles.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA ALCALDADA Y EL PEDO
Coruchillo entre avispado y gamberro,
de horas perdidas en el Huertecillo,
a las picias afín y a ser diablillo
de patear e un bucólico perro.
Incapaz de disciplina o encierro
era agreste y similar al tomillo,
que sombrea al perdigón pajarillo
en el montaraz e idílico cerro.
Y un entonces alcalde caciquil,
de democracia orgánica del dedo
muy ofendido en su torre de marfil,
provista de arbitrariedad y enredo,
le impuso fuerte multa al infantil
por dejar escapar ante él a un pedo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
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