TOREROS EN EL OLIMPO CADALSEÑO
Mariano Rojo
La novela más bonita que he leído sobre toros se titula Los Clarines del Miedo, de Ángel María de Lera. Vosotros sois como sus noveles toreros protagonistas: Héroes rebeldes llenos de ilusiones que se sobreponían a una época sombría de hambre y miedo. Muchos perdisteis jirones de vuestra piel y todos os dejasteis vuestra juventud en el intento de alcanzar la gloria con grandeza humana.
José Castrejón
Alimentabais también las maravillosas esperanzas de nuestra infancia. Yo soñaba con alguno de vosotros dándome la alternativa en Cadalso. Y salir en vuestra compañía a hombros de nuestros paisanos por la única puerta grande que tenía aquella humilde plaza de toros de madera, cuyo olor se me quedó incrustado para siempre en el recuerdo. Al final resultó que sólo salíamos por la puerta grande de la imaginación que es un amparo que siempre tenemos a mano y que además es más barato y mucho más hermoso.
Pepe Luis "Zoilo"
Fuisteis como los grandes amores de nuestra vida. Esos que te hacen caminar a seis centímetros del suelo, volar sin alas y viajar sin billete en el AVE del único amor eterno que nunca se acaba: el del entusiasmo. Estabais hechos con esos enamoramientos toreros que te quitan el sueño y el hambre y a cambio te ciegan con el brillo sobrecogedor de pasodobles, triunfos y emociones. Fuisteis esos valientes que nos llevabais de la mano por el camino de la penuria con destino ala dignidad. Erais
el mayor y único motivo para seguir creyendo en un futuro algo mejor. Entonces
no existían problemas que no se pudieran solucionar con una verónica que os
brotara libre de las muñecas y de los sueños.
Fuisteis como los grandes amores de nuestra vida. Esos que te hacen caminar a seis centímetros del suelo, volar sin alas y viajar sin billete en el AVE del único amor eterno que nunca se acaba: el del entusiasmo. Estabais hechos con esos enamoramientos toreros que te quitan el sueño y el hambre y a cambio te ciegan con el brillo sobrecogedor de pasodobles, triunfos y emociones. Fuisteis esos valientes que nos llevabais de la mano por el camino de la penuria con destino a
Desde que me
dijo mi amigo José L. Martín que
vendríais, partí hacia ese tiempo agridulce para buscaros y entronizaros en ese
Olimpo Torero que por derecho propio os pertenece. Un lugar sin lujos, sin
fastos, sin alharacas, pero que alberga viejas muletas melancólicas rebosando
torerías y caricias. Las manejáis con fina soltura y suave tacto mientras
vuestros corazones henchidos de satisfacción abren la triunfal Puerta Grande del Paraíso.
Este pequeño
apunte os lo dedico a vosotros, pero también a Ricardo Arruza. Su apacible recuerdo sostenía mi mano según esto
escribía. Ricardo, más que un buen
torero, fue un torero bueno que desde que nos dejó lidera el escalafón de mi
corazón. Y a su atenta mujer, Montse, se
lo dedico. Y a su hija, Lorena, que
me saludó una noche del pasado verano mientras que sus ojos iluminaban de
infinito cariño la calle del Cuerno.
Y se lo ofrendo, por fin, a todos aquellos que se quedaron en la cañada
luchando con denodado arrojo para conquistar esa sublime pasión y, de paso,
hacerse un minúsculo hueco bajo el sol donde rumiar inmortales afectos y faenas
celestiales.
11 comentarios:
Dos orejas y rabo, para ellos y para ti Miguel.
Alberto Ayuso
Como todos tus reportajes: ¡¡¡¡EXCELENTE!!!!. No se si tendrás conocimiento de que en los años 40 ó 50, hubo otros tres aspirantes a torero, uno fue PAINO, el padre de Nete, al cual yo, siendo pequeño, vi torear en El Tiemblo; otro fue EMILIANO CORDERO, hijo de la tía Serapia, que toreó en Cenicientos y por último al que ya conoces, FAUSTINO FRONTAL (Fausti), que mató el novillo de una rejoneadora en Cadalso. Espero que este humilde granito de arena, sirva para recuerdo de nuestros paisanos. EMILIO.
Bonito artículo recuperando y valorando todo lo cadalseño desde una perspectiva humana y positiva. Una se da cuenta que tenemos más cosas que nos unen que las que nos separan.
!!!Si Señor, Miguel!!!, como bien dice Alberto...: de Puerta Grande: emotivo, precioso, evocador, seguro que ha hecho felices a toreros, hoy tus musas. Yo me acuerdo, especialmente de Jose Luis Sánchez vestido con un terno verde en su pueblo y, como no, de aquel inolvidable: "Atención a este novillero, es da Cadalso(siempre Cadalso) y viene arrollando...RICARDO ARRUZA", colgado en casa del Tío Emiliano y en la churrería.
Un abrazo. Balta
Miguel y el Zorro, el Zorro y Miguel, que gran binomio.
Siempre los buenos escritores aparecen en los mejores periódicos, eso ocurre aquí, un gran escritor cadalseño en el mejor blog cadalseño, todo un señor lujo para todos.
Enhorabuena y muchas gracias a los dos.
Inés
tonterias
Tonterías? los toros, los toreros, Miguel, el Zorro?Siempre eres el mismo, yo sé quién eres y el Zorro creo que también. Un día le voy a mandar una foto tuya al Zorro para que la publique y así dejes de hacer eso que dices...tonterías.
Recuerda que aprender de lo demás es bueno, el problema es cuando la envidia te ciega.
Menos copiar pegar y más imaginación.
Un amigo del Zorro y tuyo.
os recuerdo que no mentais a el chirro y el jaro toreros de cadalso
Gracias. Ponéis cosas muy bonitas que animan a seguir en esta línea. Si sólo llegara lo negativo nunca se haría nada porque duele hacer las cosas con cariño y que te las malinterpreten. Es como si alguien ofreciera una caricia y le respondieran con un bofetón. Pero bueno, como diría un torero famoso del siglo XIX, que nadie se pone de acuerdo con su nombre, "¡Hay gente p'a tóo!" Gracias. Cadalso bien se merece nuestra dedicación.
EL MIEDO INSUPERABLE DEL TORERILLO
A Ángel María de Lera y sus "Clarines del miedo".
Un torerillo en la plaza,
en la plaza de madera,
que estaba en la Corredera,
desesperado se emplaza.
Asido por la tenaza
del refugio en la barrera,
y gritos: de fuera, fuera
frena el pavor y atenaza.
Aferrado al burladero
con la angustia en la mirada,
con el toro en el anillo.
Vio su momento postrero,
y su carrera frustrada,
amargado y amarillo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
VED LA MONTERA EN EL SUELO
Ved la montera en el suelo,
en el centro de la plaza,
ved como al burel enlaza,
mas nunca remontó el vuelo.
Nos brindó mirando al cielo,
y con las manos cogerle,
y a una deidad ofrecerle
con sus alamares de oro,
mas nunca le pudo al toro
y el garapullo acogerle.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
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