Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

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miércoles, 9 de noviembre de 2011

La tarde inundaba la tierra


El título “La tarde inundaba la tierra” lo he tomado de un poema de Paul Éluard, poeta francés fallecido en 1962 y que lleva por título Dominique aujourd'hui présente.

Tú llegaste, la tarde inundaba la tierra, y la tierra y los hombres cambiaron de sentido.
Tú llegaste, yo estaba triste, yo dije si y a partir de ti he dicho si al mundo.

Y por qué este poema para comenzar este post? Pues porque hay muchas razones para decir si al mundo, y esta que os voy a relatar es una de ellas.



La tarde inundaba Cadalso el viernes 4 de octubre, las nubes apenas dejaban ver las cumbres de nuestras modestas montañas y la lluvia caía incesantemente, todo hacía presagiar que sería una tarde aburrida. Pero a veces las decisiones se toman en un segundo y sin muchos razonamientos y heme aquí subiendo por un San Antón vacío de gentes y huérfano de palabras bajo la lluvia otoñal tan necesaria por esta vez


He atravesado San Antón y tomando el camino de Tórtolas, me dirijo por la ya limpia pero sin agua hasta ahora, fuente de los “Piejos”. El descenso con la sola compañía de un ligero viento y muchas gotas de agua me trasporta a otros tiempos al ver algunos pequeños “puestos de pájaros” y se me vienen a la memoria madrugadas con frío cargadas de ilusiones junto los amigos y nuestros reclamos.


El camino arreglado y señalizado con flechas amarillas para bien de los peregrinos que por aquí pasan realizando el Camino del Sureste  en la etapa entre  Cadalso y Cebreros que les llevará hasta Santiago, desciende vertiginosamente hasta la carretera de Tórtolas que cruzo no con cierto reparo por la velocidad de los muchos coches que por aquí pasan, riesgo que compruebo al encontrar a un metro de la carretera un enorme gato que ha sido atropellado con fatales consecuencias.



Rápido me salgo de la carretera y entro para observar el pequeño pantano de Tórtolas que llena este lugar de frondosidad y color a pesar del cielo gris y encapotado que me acompaña y de esas gotas de agua que siguen cayendo.


El camino del Valle se llena de enormes charcos difíciles de salvar, pero  se compensa con las vistas de los ya verdes prados que contrastan con los árboles que en esta época adquieren ese color amarillo-anaranjado tan característico del otoño.


Solo comencé y solo sigo camino adelante por este cercano e íntimo valle al que tan ligado estamos todos los cadalseños-as, y que tras pasar esa zona más boscosa donde conviven chopos, fresnos y robles se despeja unos cientos de metros más adelante donde giramos a la izquierda para por un horrible puente cruzar el alegre arroyo de Tórtolas y comenzar la subida.


 Una vez que tomamos este camino que nos llevará hasta la carretera no podemos dejar de beber agua en una de las fuentes más antigua y con más solera de nuestro pueblo, me refiero a la fuente de la Peluquera, que encontraremos tras una subida empinada y recta del camino para después girar a la derecha y ya encontrar la fuente junto a un enorme nogal. Hoy el día no es caluroso, pero no me puedo resistir a beber de esta fresca y rica agua en un bote que junto a la fuente sirve para este fin desde hace muchos años.


He saciado mi poca sed, y de nuevo comienzo la subida que me llevará a cruzar la carretera y continuar por el camino que utilizado por hombres y caballerías desde siempre, me lleva por la Torrecilla hasta San Antón.


Cuando llego son las 18,30 horas y el barrio de San Antón y la Peña me reciben con la misma lluvia que les dejé y las luces ya encendidas, sólo he invertido hora y media caminando, pero ha merecido la pena por tantas cosas y por tantos momentos y paisajes con los que me he identificado y disfrutado. Por ahora sólo espero volver pronto por los mismos pasos de hoy y sentir esas ganas de vivir y de decir si al mundo, igual que en el poema de Paul Éluard.



Todas las fotos que acompañan el post fueron realizadas el viernes 4 de noviembre durante la caminada, por lo que podemos comprobar que no hay días buenos y malos para hacer fotos, sino diferentes.





Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

26 comentarios:

Anónimo dijo...

Un gran relato y unas preciosas fotos de nuestro valle de tortolas.

MC

Anónimo dijo...

Buenisimas fotos del valle . Gracias por el relato

Anónimo dijo...

Se te nota un poquito meláncolico, no zorro?. Bstos.

Concha.

Pedro Alfonso dijo...

Noooooo, el meláncolico era el Paul Éluard.

Un kiss

Zorro Corredero

Anónimo dijo...

Con este gran relato y estas fotografías, me has hecho volver a mis años de juventud, sobre todo en los dias de calor, cuando al volver de la viña que teníamos en el Alto, me refrescaba en la fuente de la PELUQUERA,¡ grandes recuerdos!. EMILIO

Anónimo dijo...

Que bonito poema

Pilar Diaz Recamal

Anónimo dijo...

Me gusta munchisimos las fotos y como lo narras cada foto

Juani Robles Morillas

Anónimo dijo...

Eres un artista

Ana Teresa García González

Pedro Alfonso dijo...

Muchas gracias

Paloma dijo...

Bello relato, precioso entorno.

Gracias por compartir. Nos ralentiza la velocidad del día a día.

Anónimo dijo...

Bonito relato

Rosa Foncuberta López

Pedro Alfonso dijo...

Muchas gracias, nada mejor que Cadalso y su entorno llegue hasta todos, aunque sea de forma virtual.

Anónimo dijo...

Un paseo con encanto. No es necesario ir. Lo has narrado tan bien que te sientes transportada a esos lugares.

María Consuelo Lajara

Pedro Alfonso dijo...

Suele se difícil animarse un día de lluvia, pero una vez que te lanzas ya no puedes parar, y te integras totalmente con el campo y los lugares por los que pasas. Mas tarde cuando llegas a casa, piensas y disfrutas como nunca recordándolo todo mientras te calientas con un buen café junto al fuego. Puede haber algo mejor que la soledad entre tú y la naturaleza?

Javier Perals dijo...

La belleza del paisaje cadalseño en la soledad de una mañana o de una tarde, con lluvia o sin ella, te lleva a fijarte en muchos detalles que de otra forma pasan desapercibidos. Ese sí a la vida del que hablas, Pedro, es un sí también a la calma y a la reflexión y a gozar con esas pequeñas cosas, a disfrutar de un paseo y de unas fotos, y a ponerte romántico y compartirlo con nosotros. Muchas gracias Pedro.
Javier.

Pedro Alfonso dijo...

Gracias Javier, cuando quieras hacemos este agradable paseo por el Valle del Tórtolas, eso sí, mejor un día de lluvia. Te gustará seguro.

Anónimo dijo...

Muchas gracias Pedro. Desde la distancia y el tiempo te he acompañado en tu paseo que, con tu permiso, comparto. Todo me suena desde pequeño cuando mi abuela o mis tioabuelos me llevaban por el valle del Tórtolas y bebía agua de la fuente de La Peluquera.

Miguel Revuelta de Guzman

Pedro Alfonso dijo...

Miguel, buenos recuerdos de Tórtolas y la Peluquera, enormes sensaciones que sientes por un pasado feliz junto a los tuyos, nada mejor que recordarlo hoy para sentirse a gusto contigo mismo.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Tambien he andado los caminos pero sin camara de fotos y lloviendo tampoco enhorabuena

Antonia Frontelo Morales

Pedro Alfonso dijo...

Cada una anda el camino como quiere y mejor puede. Lo realmente importante es hacer camino.

Anónimo dijo...

Pedro Alfonso pero ibamos a desñetar a vendimiar por gusto por el parque de los cuatro caminos

Pedro Alfonso dijo...

Algo ganaríais, digo yo.

Anónimo dijo...

Precioso relato Pedro, como todos los k pones

Maria Agustina Arribas Gómez

Anónimo dijo...

Los k nos sentimos Cadalseños y lo somos nos gustan mucho éstas cosas. Gracias por compartir

Maria Agustina Arribas Gómez

Pedro Alfonso dijo...

Gracias a ti y a todos los que con vuestras visitas y comentarios hacéis posible el Zorro Corredero.

Un abrazo 🐺🐺🐺

Anónimo dijo...

Pedro Alfonso si y estaba mucho mejor y mas joven

Antonia Frontelo Morales

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