Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
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jueves, 10 de septiembre de 2009

Personajes: Ángel, un pastor del siglo XXI



He quedado con Ángel a las siete y media de la mañana en el Venero, puntual aparece y nos dirigimos hacia la portadera en medio del pinar, aún no ha salido el sol y ya hace calor, hoy como casi todos los días de este verano promete ser caluroso.



 En unos minutos llegamos y nos reciben un sin fin de animales con un alboroto generalizado, perros, gatos, gallinas, cabras y hasta alguna observadora y curiosa “jarda” (ardilla), todos agradecen la llegada de Ángel.. Más tarde comprendo el porqué de esta alegría cuando Ángel me dice: “los gatos y los perros también desayunan” y presto toma un cubo y ordeña una cabra, gatos y perros esperan su turno y en menos que canta un gallo, que canta de verdad, se han bebido la leche, después les toca a las gallinas y a continuación llega el momento tan esperado del ordeño.





El ordeño es automático, las cabras pasan a un “tenao” y de aquí de doce en doce a la sala de ordeño, donde atraídas por la comida, cebada en este caso, se introducen en riguroso orden y mientras comen sujetas por un cepo en la cabeza, Ángel aprovecha para colocarlas las abrazaderas en las ubres las cuales extraen la leche que pasa a un recipiente refrigerado para su conservación. Al abrir la trampilla entran todas atraídas por la comida, pero no todas tienen leche, las paridas ya fueron ordeñadas por sus crías que han pasado toda la noche aisladas del resto junto a sus madres.





“Esto es muy duro, la vida del pastor y el campo no lo quiere nadie, tengo una trescientas cincuenta cabras y cinco machos cabríos que chillan para que el resto de machos no se acerquen a la hembra que han elegido, los machos no se reparten las hembras, tienen muchas y no pelean, solo se pelean entre ellos cuando quieren a la misma hembra, después el más fuerte se la lleva.”

En ordeñar todas se tarda entre tres y cuatro horas….”ahora es más fácil, antes si que era jodido, me tiraba seis horas o más y mira tenía hasta callos en las manos de tanto ordeñar, bueno aún los tengo” y me enseña sus manos.

Doce salen, doce entran y el resto espera pacientemente su turno y así hasta las trescientas cincuenta, mientras los gatos y algún perro han vuelto ha dejar limpia la lata donde Ángel les echo leche de nuevo. “Estos en cuanto me ven con el cuchillo ya están todos detrás, de vez en cuando mato un chivo y vienen como locos a comerse las tripas del chivo. Estas pueden parir dos veces, pero solo las dejo una al año, siempre hay que dejar unos cuarenta o cincuenta chivos para recría cada año, el resto se los vendo a Juanito el carnicero”.

“Suelen parir uno o dos chivos, algunas paren hasta tres pero no interesa porque se queda la cabra “mu delgá” con tanto mamar las crías. Con un año ya pueden parir y a los doce ya no valen, hay que quitarlas porque no dan leche y no crían.
Esto me gusta, lo he hecho toda mi vida y como trabajar tienes que trabajar en algún sitio, pues aquí sigo”

Vacía un saco de pienso.... “me lo traen de San Martín, todos los días se comen ocho sacos, estas se comen lo que las echen”. De repente un gallo asalta una gallina entre las cabras con el consiguiente alboroto, esto es naturaleza viva.

“Esto…lo bonito que hay en la vida es que cada uno trabaja en lo que le gusta, pero es que hay alguno que no le gusta “na”. La leche se la lleva uno de La Adrada que tiene una quesería enfrente de La Cabaña para hacer quesos. Aquí lo vende Marcelo, lo de Juanito es de Candeleda”Me fijo en un cabrito que lleva un extraño artilugio en la cabeza…”es un bozo, puede beber, puede comer pero no puede mamar, a los cuatro o cinco meses se destetan y ya pueden comer y mantenerse solos, si los dejo que sigan mamando no ordeño, estos se beberían toda la leche de la madre."
“Cuando la monta el macho la cabra sigue dando leche y a los dos meses se queda sin ella, luego pare a los cinco”
“Hace trece años que puse el ordeño automático, antes las ordeñaba a mano, las manos no se me cansaban pero las piernas si, había que estar “agachao” todo el tiempo y lo peor era que me tenía que levantar a las cuatro de la mañana y por la tarde estaba dando “cabezás”.


Ahora toca echar de comer a todo el rebaño, primero a los cabritos que están aislados del resto y que nada más ver y oler el saco de maíz y cebada corren hacia Ángel sin apenas dejarle dar un paso, luego hay que pasar todas las cabras a un recinto para dejar libre la zona de los comederos que se llenan de alfalfa, cebada y maíz y cuando hemos terminado se abre la puerta y todas entran como cabras, eso si hambrientas y sedientas.

Veo una con un bozo ya mayor………”esa es que se mama sola, no sabe ni “na”. El bozo se hace con leña de jara que es muy dura”.
“Yo estoy con las cabras desde que nací, solo he dejado esto trece meses cuando estuve en la mili, la hice en Gerona y en Lérida.
Mi padre y mi abuelo ya tenían, esto viene de ellos, es lo que he “heredao” de mi abuelo que era el más rico de Casillas y solo me dejó las cabras. Mi padre vivía en el monte y mi madre con él, vivían en un chozo con los muchachos y cuando tenía que dar a luz se iba al pueblo. Yo nací en Casillas y me vine a Cadalso con seis años, iba a la escuela con Juan Antonio, en las parroquiales, las que estaban detrás de la iglesia, y hasta los catorce estuve en la escuela aunque faltaba “temporás”
Cuando empezaban a parir las cabras y tenía que ayudar a mi padre y a mis hermanos, Don Eugenio me regañaba y decía que no podía faltar tanto tiempo a la escuela..(rie).

Son las cuatro y media y vamos a salir con las cabras para darlas una vuelta y que coman, al abrir la portadera salen rápidas creando una nube de polvo que apenas deja ver, los mastines las siguen de cerca y todos nos dirigimos hacia la carretera del Venero, la cruzamos y seguimos hacia la Garganta del Boquerón.
"Con catorce años ya empecé de pastor y hasta ahora, siempre he estado aquí en Cadalso, antes en verano subía en la trashumancia a la sierra de Gredos, así llaman a esas sierras (mira hacía la cuerda de Casillas). Estaba cuatro meses y luego otra vea para Cadalso, esto es muy bonito pero te tiene que gustar, mis hermanos lo dejaron todos, ahora tengo un sobrino que anda ahí con las cabras y las ovejas, las tiene en la Medialegua.
Mi padre hacía queso, el cuajo lo sacaba de los cabritos, antes de matarle le daba de mamar para que se le llenara el cuajo de leche, luego le mataba y le sacaba el cuajo que es como una tripa redonda, entonces le ataba con una cuerda y lo colgaba hasta que se secaba, contra más leche más cuajo, una vez seco y duro ya estaba listo para cortarlo a cachos y echarlo en la leche, el cacho se disolvía y entonces cuajaba la leche, luego se “aposaba” con las manos hasta que se salía el suero y ya quedaba el queso listo para meterlo en una tabla con unos cinchos, lo dejaba escurrir y a otro día le deba la vuelta, echaba la sal y lo dejaba unos días en el cincho hasta que el veía que ya estaba para comer, este era queso fresco de cabra”.

Después de una parada donde me cuenta la elaboración del queso de cabra continuamos hacía Peña Halcón, las cabras van delante protegidas por los mastines.


“Este año hay mucha sequía, la fuente de Los Palacios la he visto yo secar en Agosto o Septiembre y este año lleva seca desde mayo…tu sabes lo que le pasaba a los perros del tío Justo “El Lobo”......que salían a los Cuatro Caminos y como estaban tan flacos se los llevaba el aire, entonces se espantaban y salían corriendo y les decía el Tio Justo: correr, correr que esta noche vais a comer cebolla.
Yo lobos no he visto nunca, pero la zorra si y como se pare a parir la cabra y se quede un poco sola la zorra se lleva el chivo en cuanto te descuidas, a mi me ha quitado alguno, no muchos".

"Hace años hacía más frío que ahora, mi padre tenía las cabras en el Lejío y veníamos por la Peluquera, entonces caían unos “helazos” a partir del mes de Octubre que te salían sabañones y se te quedaban los dedos como garrotes, ahora no hace ni frío ni “na”. Desde el Lejío yo venía con siete años a traer la leche en un borrico a la Lechera, lo descargaba al lado del Bar Sevilla, luego me iba a la escuela y cuando salía cogía el borrico y llenaba los cantaros de “cebá” y otra vez para el Lejío.
Dormíamos en un chozo hecho de escobones , fíjate todos los días venía con la leche, iba a la escuela y volvía con la “cebá”, lo mismo daba invierno que verano, esto era todos los días del año.”
Recorremos la cuerda del Guijarral, desde aquí la vista es espectacular, de frente la cuerda del Cerro Casillas hasta Guisando, las tierras de San Martín, El Tiemblo, Cebreros y más allá Ávila, a la derecha la Aguenfría y la Granjilla y a nuestros pies la Garganta del Boquerón y todo ello rodeados de pinos, encinas, enebros y jaras muchas jaras.
Después de dar de beber a las cabras en una laguna que se ha formado en la cantera de “Morrongo” nos dirigimos hacia la carretera, la cruzamos y bajamos hasta el Valle de las Culebras.
“Este año no han “pintao” agua las Cabañuelas, mira, esto es lo siguiente, se coge los días del 1 al 24 del mes de Agosto, del 1 al 12 es de Enero a Diciembre y del 13 al 24 es de Diciembre a Enero, por ejemplo a Enero le corresponden el día 1 y el 24 y así con todos los meses, haciendo cada mes del año el tiempo que haga en los días que le corresponden del mes de Agosto, pero ya te digo que este año no han “pintao” las Cabañuelas porque todo el mes de Agosto ha hecho el mismo tiempo."
"Ahora tengo 47 años y en todos estos años no había pasado nunca esto, unos días hacía calor, otros un poco de frío, lluvia, aire, lo que fuera pero este año…..no se lo que va a pasar.”
Llegamos a la nueve y media, y mientras bebemos agua, las cabras van entrando en la portalera no con muchas ganas. Sobre las diez, ya de noche vuelvo para Cadalso, pero allí se queda aún Ángel apañándolo todo.
De camino a casa pienso en la vida de pastor tan arraigada en el pasado a nuestro pueblo y no puedo dejar de pensar a pesar de la satisfacción que me ha producido esta jornada de pastor, que esta vida es dura, pero que muy dura y no puedo dejar de sentir una gran admiración por Ángel pastor cadalseño en el siglo XXI. De este día siempre me quedará la amistad con Ángel, los conocimientos que me ha transmitido, su amor por el campo y el ganado y un hermoso bastón en el que me he apoyado durante toda la jornada y que Ángel me ha regalado, tal vez algún día no muy lejano me servirá como apoyo de mi vejez y nostalgia por los bellos momentos pasados este día, mi día de pastor.

Dedicado a Ángel Moreno Moreno sabio pastor del siglo XXI
Cadalso 27 de Agosto de 2009
Fotos:Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

5 comentarios:

Anónimo dijo...

EXTRAORDINARIO, MARAVILLOSO DOCUMENTO. MI MÁS SINCERA ENHORABUENA, PEDRO.
Miguel

Anónimo dijo...

Qué vida más dura la de Angel, y qué AMOR por su trabajo reflejan sus paabras. Qué cariño demuestras, Perico, por las PERSONAS sencillas y por "sus cosas", como ellos, edificantes.
Gracias, a ambos, por esta LECCIÓN. Pura Universidad de la VIDA.
Un abrazo. Balta.

Anónimo dijo...

Que vida tiene que tener Ángel por su ganado aunque este lloviendo nevando frio o calar el tiene que sacar a su ganado y el cariño que tiene por su ganado es maravilloso.Celia

Terapeuta familiar dijo...

Tengo un terreno en cadalso. me gustaría que algunas cabras se alimentasen allí. Donde podría contactar con Angel o algún interesado?

Pedro Alfonso dijo...

Ángel se mueve con sus cabras por la zona del Venero. La portalera la tiene entrando al Venero y cogiendo la carretera de tierra que sale a la izquierda. Casi siempre está ahí.

Un saludo

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