LLora Rafael de Paula, por Miguel Moreno

"Qué pinta, qué donosura, qué donaire de maestro, de emperador romano, de sabio del arte y del misterio. Tiene algo que a nadie deja indiferente. Es un torero de los pies a la cabeza. Su figura solo puede ser válida en un torero" 

Miguel Moreno

LLORA RAFAEL DE PAULA

Rafael de Paula llora… El torero más genial que he conocido en mi vida… llora. Ya hace tiempo que llora cuando le preguntan por sus verónicas de alhelí que nos hacían palpar el cielo con los dedos.

"Si al menos pudiese morir toreando…", musitó en cierta ocasión. No tenía técnica, no conocía terrenos ni distancias… Sólo se abandonaba a la magia de su arte –"torear a compás"- y así le manaba su toreo emotivo y arrebatador. Y yo lloraba antes de que él lo hiciera hoy viéndole torear ayer.

Rafael toreaba cuando se inspiraba. Y entonces sus duendes se apaciguaban y bebían vino fino con él de madrugada. Una amanecida le dijeron que nadie que ame la belleza de su toreo envejecerá. Y él les miraba melancólico sin decir nada mientras recordaba aquella copla de Manuel Machado: “A todos nos han cantado en una noche de juerga coplas de amor que nos han helado el corazón…”

Un día de confidencias me confesó frente al mar que “el toreo es un sentimiento trágico". Rafael, maestro, quiero que sepa que porque seguimos teniendo sentimiento, nunca nos faltan lágrimas que llorar…

                    

 Miguel Moreno     González