Mulhacén Sierra Nevada.

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Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

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martes, 6 de agosto de 2019

SINDROME DE DOWN... por Miguel Moreno



SINDROME DE DOWN


(El síndrome de Down es un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales.)

            Una mañana de julio aparecieron Bea, Concha y Eva a trabajar en el Ministerio. Pensé que ya era hora de que arribaran personas que equilibren la balanza  y así compensar la llegada en avalancha de superdotados que padecemos de unos años para acá (tanto superlativo no puede ser nada bueno…) En estas jornadas que llevamos juntos he percibido que es muy grato el trato con ellas. Creo que padecen el Síndrome de Down o similar. Eva lo tiene, incluso, más acentuado en el aparato locomotor. No sé si tendrá algo que ver. 


            Las tres destilan ternura en dosis enormes. Las tres te miran de frente sonrientes, directas y  expectantes… como demandando una frase alborozada. Las tres hablan más despacio que la velocidad de sus mentes funciona. Las tres nada entienden que no venga acompañado de una sonrisa. Es evidente que sus mentes son privilegiadas. Sus corazones van más lentos. El amor siempre deambula parsimonioso y pensativo en soledad…

            Cuando visitan el despacho las observo. Quiero aprender y aprehender de ellas. Lo necesito y me hará bien. Construyen las frases con esfuerzo y con esmerado mimo y cuidado. Para poner mayor énfasis en sus argumentos mueven sus manos pequeñas mostrando sus dedos separados y  rígidos. De ellos sobresale el índice que dirigen en distintas direcciones, ora en sentido horizontal, ora en sentido vertical sobresaltando el horizonte. A veces las pupilas de sus ojos adquieren una inesperada tonalidad expresiva y parecen moverse aisladas, mientras sus rostros se contraen eufóricos y sorprendidos, independientes del mandato imperativo del cerebro.

            Son libres. Muy libres. Inmensamente libres. Dicen lo que sienten y sienten lo que dicen. Los compañeros han captado inmediatamente su dulzura y les tratan con mucha amabilidad. Algunos de ellos parecen esperar la ocasión propicia para decirles una frase simpática. Buscan también tener la oportunidad de extender la palma de su mano para obsequiar a su pelo o a su hombro con una caricia infinita. Nadie es tan rico que le sobre recibir u ofrecer una caricia…

            Desde niñas han luchado trabajosa y calladamente contra el desánimo, la desilusión, la desgana o la tristeza rodeándose de personas que les ayudan en el trabajo y les enseñan a realizar actividades gratificantes. Para ellas, cada día es el primero de los que tienen por delante y parecen asumir que sólo hay que esforzarse ese día. No lamentarse por el pasado, ni preocuparse por el futuro. Únicamente existe aquello que sienten y viven en el momento.

            Desconocen lo poco que ganan, no recuerdan el banco donde ingresan sus humildes sueldos y mucho menos a sus indolentes empleados. Pero en cambio, ya han memorizado las rutas para llegar antes al trabajo, escuchan muy interesadas las instrucciones que les imparten y asimilan pacientes las respuestas a sus preguntas. No saben que hay gentes que se creen superiores, que ganan mucho y no comparten ni la mirada. Que viven haciendo lo contrario de lo que predican con sus lenguas viperinas. Son unos pobres desgraciados e ignorantes. A ellas no les importan los mendaces porque no los entienden. Ellas toman de la vida lo que es realmente importante y trascendental: el amor.

            Berta recomienda que todos los que compartan su entorno se esfuercen en entusiasmarles, armarse de paciencia “activa”, enseñarles a tener de las cosas un enfoque positivo, fomentar su sentido del humor, incentivar su sensibilidad, respetarles espontáneamente, ser flexibles en todo lo que les afecte. Y poseer calma, mucha calma, porque no habiendo más días para  ellas, todos les pertenecen.

            Elena les dijo que se vayan de vacaciones en agosto para comenzar en septiembre. Piensa que a la vuelta, todos unidos, seremos más fuertes. Apunta que les ayudaremos y les beneficiaremos mejor. “¡Eso. Así nos queréis más!”, parecen decir con esas miradas que reclaman comprensión y que se te clavan directas en el corazón.

            Hablan despacio y bajo. El primer día que llegaron ya Javi supo cómo hacerles sonreír. Susana les preguntó sus nombres y ellas contestaron inmediatamente elevando, ahora sí, un poco más la voz. Santiago les ofreció sentarse en las preciosas sillas de madera que mi excompañero Rafael me dejó en herencia cuando se jubiló. Lo hicieron ceremoniosamente, como si no quisieran molestar a nadie. Y entonces fui y les conté la historia de “mis dos sillas.” Desde ese instante se sientan sobre ellas como disculpándose, como pidiendo perdón, no sin antes acariciar suavemente el reposabrazos con la palma de su mano.

            Cuando a los artistas les llega la inspiración a sus mentes, crean obras de arte deslumbrantes que llenan el mundo de maravilla y contento. Lo hacen satisfechos y felices porque saben que van a insuflar vida a una materia que antes no la tenía. Algo semejante sentimos nosotros con la llegada de Bea, Concha y Eva. Y es que han venido unas vidas llenas de arte para darles más bondad a las nuestras.

            Septiembre no tardará en llegar y les hablaré de Cadalso, del precioso azul celeste septembrino que lucen sus cielos durante ese mes, de sus paisajes enamorados, de su historia ancestral, de la hospitalidad de sus buenas gentes... Y de La Muñana también les hablaré, seguro que acabaremos emocionados recordando el cromosoma que la engendró aquel ya lejano 14 de septiembre de 1976… Pero nunca les contaré la desolación que provocó en nuestros campos el fuego. No sería agradable observar en sus miradas la honda tristeza que les provocaría…

                                                                                    Miguel MORENO GONZÁLEZ

16 comentarios:

Pedro Alfonso dijo...

Una caricia a lo diferente, o a lo que nosotros pensamos que lo es, una sonrisa a lo menos cotidiano, un reconocimiento al trabajo de los que más se tienen que esforzar, un corazón, el tuyo, que se abre al amor y a la ternura de estos enormes personajes, tan olvidados y tan poco cotizados en este mundo de super mega personas que no lo son tanto, esto es tu escritito, amigo Miguel. Enhorabuena y un fuerte abrazo a ti y por supuesto a estas tres mujeres luchadoras y grandes ante la adversidad. Quién mejor que ellas para tu escritito y para este blog. Muchas gracias

Felix y Raquel dijo...

Emocionada al extremo con tu relato Miguel, sabes que te admiro y me llena de sensaciones todo lo que escribes con el corazón en la mano, pero ¡Amigo! Nada me inspira más ternura que la discapacidad sea por un cromosoma de más, por una mala praxis en un parto cómo es nuestro caso, nuestro hijo nació axfisiado por una mala atención en el parto, creedme que hemos luchado hasta la extenuación estos 30 años y ahora es un tio cabal,lleno de bondad, creativo, maravilloso y mi mejor compañero de aventuras
Gracias Miguel, Pedro Alfonso

Luis Miguel González dijo...

Magnífico, como siempre, Miguel, lleno de ternura y mucho amor.
Y efectivamente, cuanto tenemos que aprender de esas personas que muchas veces las consideramos inferiores a nosotros y sin embargo, nos dan lecciones todos los días.

Anónimo dijo...

Sensibilidad a flor de piel, y una forma de afrontar la diversidad poco habitual, no siempre es así. Gracias Miguel por ser así, y cuidarlas que son material frágil...
Pepe Vázquez

Anónimo dijo...

No sabes la alegría que me han causado tus noticias. Eso si que es una buena noticia y en el Ministerio... A ese edificio buena falta le hace una entrada de luz, amor y alegría…..Por favor, cuéntame cosas de ellas…. Y diles que me hubiese gustado haber trabajado con ellas.
Chusa

Anónimo dijo...

Sumamente interesante y la forma en que lo cuentas, cautivadora. Qué me vas a contar, a mí que llevo un año inmerso en la diferencia...
Diego S. B.

Rafael dijo...

Compañero.. disfruta de esa bonita compañía todo lo que puedas.. Será una relación de la que todos aprendereis mucho, eso seguro.. Salúdales de mi parte.. Un abrazo..

Miguel Moreno González dijo...

En nombre de Bea, Eva, Concha y en el mío propio, muchas gracias. Vuestros comentarios superan con creces el escritito. Ello es así gracias a la categoría de las protagonistas. Ellas os han arrancado tan bellas y merecidas expresiones. Porque lleváis los sentimientos a flor de piel hacéis un mundo mejor...

Anónimo dijo...

Un abrazo para Concha Bea y Eva

Ana Diaz

Anónimo dijo...

Muy bonitas reflexiones. Estas personas suelen estar llenas de bondad, de buenas intenciones y muchas ganas de colaborar.

María Consuelo Lajara

Anónimo dijo...

QUE BONITO Miguel, me ha emocionado muchísimo, aparte del contenido de tus palabras te envidio la forma, es decir, como lo sabes plasmar para llegar al corazón, ya me falta tiempo para conocerlas.
Charo

Anónimo dijo...

Cuéntales Miguel, no tendrás unas oyentes mejores, eres muy afortunado, la pureza de sus corazones es indescriptible.

Anónimo dijo...

No puede ser más bonito y lleno de verdad. Lo lees y el mundo te parece mejor. Muchas gracias.
Fela

Anónimo dijo...

"Nadie es tan rico que le sobre dar o recibir una caricia" En pocas palabras, cuánto significado. Me siento privilegiada de poder vivir estos momentos y disfrutar de escritos como éste que nos recuerdan la verdadera importancia de las personas. Gracias Miguel!

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

El Centro de Discapacitados Alfredo Zurita. (En Alcorcón).

Allí, soy voluntario, ahora, de baja temporal,
por falta material de tiempo.
A toda persona; generosa, altruista, y con ganas de colaborar en bien
de los demás, le vendría bien, darse una vuelta por allí y ver todo cuánto hacen. ¡Quedaría admirado!



AL PADRE ALFREDO ZURITA

Erguido en el promontorio
se destaca el edificio,
y aquí sigue en ejercicio
de Alfredo, el recordatorio.
No es un efecto ilusorio
pues aquí dentro palpita
y su ejemplo nos incita,
a ser siempre solidarios
fraternos y partidarios
de la labor de Zurita.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho


Miguel Moreno M dijo...

Es la tercera vez que lo leo, y no deja de emocionarme el relato.
Emotivo donde los haya.
Esperaremos ansiosos el siguiente....
Saludos

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