IN MEMORIAM DE JOSÉ LUIS CORDERO VILLAVERDE

IN MEMORIAM DE JOSÉ LUIS CORDERO VILLAVERDE

Buscaba el sol pausado, con pasos cortos llegaba temprano a sus lugares preferidos para reencontrarse con él. Como pronto llega el almendro a la primavera así llegaba él puntual a su cita con el sol.

Ayer salí a dar una vuelta en bici y le vi con su gorrilla sentado, solitario y silencioso en su banco de madera. Ese que está debajo de la tinaja a la entrada de la Cooperativa, en el cruce de San Martín con Rozas. Cerca del Cadalso de Arriba, queda.

Sobre sus piernas fatigadas reposaba un bastón que acariciaba con su mano derecha. Volví la cabeza para comprobar satisfecho que el cayado estaba pintado con los colores de la bandera de España.  Cuando volví era tarde y ya no estaba en su sitio.  Cadalso estaba nublado.

Duele la pena. Esta pena que trae tantos recuerdos... Como duele la muerte que llega inexorable con su carga de desolación para llevarnos a la nada... Duele esta muerte injusta que nunca comprenderé su razón de ser  por más esfuerzos que haga. Esa muerte deja las casas desamparadas mientras se hacen infinitas las voces en la calle. Y queda un dolor parado, sentado en un rincón, doliéndose. Y que ya nunca se llevará el viento.

Otro paisaje cadalseño que desaparece con la muerte. Que tiñe el color blanco de Los Demás -tu Peña- con el negro luto del vacío. Qué triste y huérfano se queda tu banco de madera, Jose.

Recuerdo a tus padres y a tu hermano Felipe según veo a tu hermano Manolo llorar mirando sin ver nada. Se queda solo con vuestra ausencia y con esa pena que le duele y se calla rumiándola para adentro. ¿Qué va a ser de mi?

                                                                                  Miguel MORENO GONZÁLEZ

   10.07.1950
 +26.03.2018