Mulhacén Sierra Nevada.

Mulhacén Sierra Nevada.
Mulhacén, techo de la Península Ibérica

Museo de Montaña Zorro Corredero

Museo de Montaña Zorro Corredero
Museo de Montaña Zorro Corredero

jueves, 21 de noviembre de 2024

OBSERVACIONES EN EL HOSPITAL PUERTA DEL SUR ANTES DE DONAR, por Miguel Moreno.

 OBSERVACIONES EN EL HOSPITAL PUERTA DEL SUR ANTES DE DONAR 

Salen del quirófano y sus allegados les dicen palabras cariñosas besándolos. Algunos pacientes sonríen forzados, otros están aún dormidos por el efecto de la anestesia. Todos tienen expresiones tiernas y melancólicas. Los cirujanos dan educadamente novedades a los familiares que esperan expectantes noticias agradables. Servidor se entretiene pensando lo bien que estamos con salud y haciendo nuestra vida habitual. Reconozco que no solemos valorar la importancia que eso tiene, únicamente lo hacemos cuando pasamos por situaciones complicadas. Somos humanos y los malentendidos de la convivencia ocultan estos sentimientos que deberían siempre regir y conducir nuestro destino.

"Pronto estarás bien y seguiremos andando juntos por los caminos de la vida. Los libros que los caminantes escriben los componen con sus pies", escucho que le dice un hombre emocionado a quien supongo es su mujer. Ella sonríe dulcemente desde la camilla, convencido estoy que guardará eternamente el comentario de su marido en el corazón. Contemplándolos recuerdo una frase preciosa de Mario Benedetti: "Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor". 



Tenía razón Woody Allen cuando comentó que las paredes de los hospitales escuchan rezos más sinceros que las bóvedas de las iglesias. Una joven pareja espera con infinita preocupación y recogimiento el diagnóstico sobre su bebé. Me da la impresión de que están viviendo su actual existencia en una silenciosa desesperación. Su presencia es adorable, callada y protectora. En sus miradas convive la dulzura en la esperanza de que su hijito se pondrá bien. 

Se me encoge el corazón y un nudo en la garganta me impide respirar. Y es que mis alegrías más intensas y sinceras se las debo a los niños Moisés y Daniel: "Abuelo, voy a por mis herramientas. Tenemos que trabajar en el patio..." Y baja a por ellas corriendo y gritando alborozado. Él desconoce, pronto lo descubrirá, que son las herramientas de su amor... 

                                                               Miguel MORENO GONZÁLEZ



10 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso escrito como siempre amigo. Un abrazo.
José A. Álvarez G. de Guzmán

Anónimo dijo...

Ánimo para Paloma, esa mujer maravillosa que tienes Miguel y una pronta recuperación 💪🏼🩷.
Ángel

Anónimo dijo...

Paciencia y seguro que contigo al lado será un camino más fácil.
Fco. Gabriel

Anónimo dijo...

Rosario Escudero Alvarez
Qué importante son las donaciones , tanto de sangre como de órganos
Yo doy gracias a Dios por haber tenido a mi hija , que donara su médula para su hermano

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

Ejercitar la memoria
en la vejez es vital.
Evocando nuestra historia
como un bien patrimonial.

Anónimo dijo...

Emocionada si que estoy con lo que escribes, un beso y a abrazo fuerte. Te quiero mucho y me lo he pasado muy bien contigo. No se escribir ni más ni mejor que tú, no creas que no me da envida y celos.
Chusa

Anónimo dijo...

Maria Antonia Hernández
Muy interesante Miguel gracias por compartir

Anónimo dijo...

Aurora Ferrera Ruiz
Gracias a tod@ la gente que donan y que sigan sonando gracias de corazón ❤️

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

EL TESTAMENTO VITAL
A mis hijos

En un día de sol de tenue brisa
mis cenizas se esparcirán al viento.
Privado ya de voz y movimiento
con virtudes expuestas en la misa.

Obviados mis defectos por la prisa
del funeral que anula el pensamiento,
en mi familia habrá un abatimiento
y en el amigo esbozo de sonrisa.

Mis órganos perpetuarán su vida
viviendo nueva existencia terrena.
Y de mí y por mí nadie se conduela,

pues volveré al inicio de partida
enlazando de nuevo la cadena,
mis cenizas jugando en la plazuela.

Saturnino Caraballo Díaz dijo...

¿Qué ocurre con los míscalos este otoño?

Del Parnaso son linderos
los pinos de la Pinosa.
Mas sus míscalos, primeros,
no volvieron por sus fueros
y ninguno a mostrarse osa.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...