Colores de otoño en Cadalso. Entre el Tórtolas y el Boquerón

                                    
                                 Colores de otoño en Cadalso

Cuando lo que tenemos ante nuestros ojos está lleno de color y belleza, sobran las palabras. Cada año el Valle del Tórtolas y la Garganta del Boquerón se tiñen para nuestros ojos, se engalanan para nuestros sentidos, y son estos lugares y estos colores los que cada año nos vuelven a descubrir nuestro pueblo, nuestra tierra.

Los colores de los frutos y de las hojas se mezclan con los olores, con los sentimientos mejor guardados y con el conocimiento de saber que lo que tenemos delante es nuestro, desde siempre y para siempre. Cada día del año es diferente, cada estación se pinta de distintos colores, cada fruto pertenece a un tiempo, pero todo ello es el regalo que cada año la naturaleza nos entrega, sepamos conservarlo y cuidarlo.

La vegetación del pinar, de la rivera de los arroyos, de las viñas y huertos que todavía hoy proliferan por la zona, hacen con todo esto un conjunto de singulares características que nos atraen y hasta llegan a atraparnos en nuestros más profundos sentimientos, será por nuestra condición de nativos, o tal vez por lo arraigado en el tiempo que están estos lugares, pero lo cierto es que sin ellos nada sería igual, ni para nosotros ni para Cadalso.

Escápate de la rutina, introdúcete en lo más profundo del valle, del pinar, siente, mira, huele, déjate llevar por tus piernas y recorre despacio estos parajes, pronto te darás cuenta que merecen la pena, que son una parte más de nosotros mismos y de todos los que nos precedieron. Cuando la tarde te envuelva, cuando la noche oscura se haga dueña del lugar, será la hora de regresar a casa, de subir la cuesta de Tórtolas, de ver las últimas luces que iluminan el valle, de sentir la comodidad del calor del pueblo y del hogar. A así cuando ya en casa pienses en todo esto, notarás que la vida es bella, que merece la pena vivir, que todo está hecho para disfrutar, pero que también nosotros debemos poner algo nuestro, la sensibilidad y el amor por todo aquello que nos rodea, porque sólo así se lo podremos trasmitir a esas otras generaciones de cadalseños que esperan para relevarnos.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso