La Corredera se escucha.
Suena el silencio, suena la soledad, suena la música y hasta se puede escuchar el alboroto del gentío que tantas veces llena la cadalseña Plaza de la Corredera, hoy vacía de gente pero llena de todo. Si, Cadalso es maravilloso, sólo tienes que dejarle sentir y escuchar.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
16 comentarios:
Rosa Merchan
Buenas noches
Esto es una caricia a La Corredera y por ende a Cadalso. Bravo amigo Pedro.
Carmen.
M Carmen Carretero
Buenas noches Pedro
Carmen Carrillo
Precisamente mucho silencio no hay en estos momentos. Por lo menos desde mi casa se oye bastante jaleo.
Maria Rosario Caballero Lopez
Que descanseis
Aurora Ferrera
Buenas noches feliz descanso 😴💤
Miguel Revuelta de Guzman
Hoy me han regalado mis hijos un libro que me ha hecho mucha ilusión. Lo lei hace casi 40 años y ya está desclasificado incluso en Desnivel. No ha sido fácil encontrar uno, y de segunda mano. Su título " Eiger la pared trágica", de Arthur Roth.
Miguel Revuelta de Guzman Le tengo en el museo, lo leí en los años 80. Es muy interesante y trágico.
Pablo Cabanes Aranda
Buenas noches
Esperanza De La Cruz García
Buenas noches feliz descanso
Chelo Villarin Recio
Hace un rato he estado por allí. Buenas noches Pedro, no me pillas ☺️
Miguel Revuelta de Guzman
Pedro Alfonso : ¡ exacto!. Tras leerlo prestado de la biblioteca se lo pasé a mi novia (y posteriormente madre de mis hijos) y tuvo
pesadillas. Hoy, según lo abrí delante de mi hijo, me encontré el "no puedo más"...tantas veces leído en los libros del Eiger y que me costó cuando le hicieron a Perez de Tudela la pregunta en el programa " las diez de ultimas" serios problemas con mi madre al adelantarme a la respuesta de los cuatro protagonistas...puso todas las dificultades posibles a que saliera a escalar.
El texto final antes de morir, cuando casi están a punto de salvarle, es estremecedor, creo que le dicen que deshaga la cuerda, era de cáñamo, para que al ser más larga uniendo los cabos llegara hasta sus salvadores que estaban al lado, pero no pudo ser a pesar de luchar como un valiente. Buenas noches y disfruta de nuevo de la lectura del libro.
EL CANTO A CENICIENTOS
En la cuña introducida,
de abulenses y Toledo
está el pueblo y su viñedo
sostenimiento de vida.
La cepa fue mantenida
como diosa en los altares
y las uvas en lagares
corría rojo su mosto
por el canalillo angosto
como el agua de los mares.
Con gentes acogedoras
transitando por la calle
hacen ameno este valle
de las coruchas auroras.
Armonía de las horas
transcurren de forma lenta
si el espíritu aposenta
apego por el sosiego
del que harto de trasiego
vida tranquila le tienta.
Quien nos visita se queda
y si se va siempre vuelve
cuando la brisa le envuelve
del arcón de su almoneda.
Paseante en la vereda
viendo la vida que pasa
hace trasvase y trasvasa
olvido de su paisaje
y se siente paisanaje
y cimenta aquí su casa.
Siempre impera aquí la calma
y el horizonte apacible
que se bebe y es bebible
como néctar en el alma.
Aparejo que es la enjalma
de sus pocos animales
otrora en los herbazales
abundaban los rebaños
pero el paso de los años
los mantiene terminales.
Qué más decir de su Peña
a la que enaltezco tanto
y con mis versos la canto
y de mi rima se adueña.
Sostengo que es nuestra enseña
y la base del futuro
y aunque yo yerto y oscuro
cuando el suceso acontezca
el poema permanezca
y ser cierto lo que auguro.
¡Tomad, os presto mis ojos
y su enfoque en la llanura
y abridlos en herradura
con que aparta los abrojos.
No reparad en rastrojos
y veréis a don Quijote
que con Rocinante al trote
va por tierras de la Mancha
gritando:¡Castilla es ancha
y se me atufa el bigote!
Y si tornáis la mirada
nuestra capital Madrid
y cabalgando va el Cid
en la alta madrugada.
Y en la noche despejada
ha visto un cielo de bruma
flotando como la espuma
desde la Peña las luces
polucionando de bruces
a Madrid con que lo abruma.
Y de la Peña bajando
al pasear por el llano
la dehesa es un rellano
por el cual ir divagando.
Los coruchos paseando
por la estrecha carretera
ven en el cielo una esfera
límpida de aire tan puro
que su clima es un seguro
de naturaleza austera.
Pinares, huertos y encinas
viven en el horizonte
y la quietud en el monte
e higueras en las retinas.
Visitante que caminas
y buscas vida apacible
y de vivir lo indecible,
el pueblo de los coruchos
tiene en alicientes muchos
para hacértelo factible.
Y hablamos aquí un lenguaje
ingenioso y cervantino
junto al amor de su vino
colofón de un buen viraje.
Y habrás hecho un maridaje
con la estrella de los vientos
que aseda los movimientos,
de nuestros recios olivos
que muestran sin paliativos
el alma de Cenicientos.
El paso vertiginoso,
del transcurrir de las horas.
Nuestro paso hacen premioso
pero en Corredera hermoso
el brillo de las auroras.
EL FUSTE
Del permanente contacto
hermanado con la mano
eres probo ciudadano
afectuoso y suave al tacto.
Tu maderamen compacto
amarrando a tantas joyas
a la luz de claraboyas
de antiguos engastadores
tráenos días mejores
y condumio a nuestras ollas.
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