PARQUE NACIONAL LAGOS DE PLITVICE- PLITVICKA JEZERA ( CROACIA )

PARQUE NACIONAL LAGOS DE PLITVICE  ( CROACIA )

El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, Plitvicka Jezera, ocupa una extensión de 295 km, lo que le convierte en el más grande de los ocho parques nacionales de que tiene Croacia. Fue declarado parque nacional en el año 1949 siendo el primero y por lo tanto el más antiguo de Croacia. Declarado patrimonio cultural mundial por la UNESCO en 1979, este parque sobresale por los fenómenos hidrográficos calcáreos que en él se dan.

Los lagos son conocidos gracias a sus cascadas tobáceas y por el proceso biodinámico constante del crecimiento de la toba, debido a unas condiciones hidrográficas específicas.

La toba es una piedra caliza muy porosa y ligera, formada por la cal que llevan en disolución las aguas de los manantiales, las cuales forman barreras, umbrales y otras figuras en los ríos de las regiones calizas. Este proceso es el dominante en las cascadas de los Lagos de Plitvice, realizándose sin cesar en todo momento y estación.

 Con el crecimiento de la toba aparecen magnificas e innumerables cascadas, y con el tiempo el agua va cambiando su curso dejando algunas de las barreras secas, a la vez que se van formando otras debido al constante crecimiento de la toba en otros lugares. Debido a este fenómeno los lagos de Plitvice están cambiando constantemente.
 El parque atesora una amplia zona de ricos bosques y prados, habitad de una gran variedad de plantas y numerosas especies de animales. La mayor parte del conjunto de bosque está ocupado por hayas y abetos, destacando el conocido como Corkova Uvala, lugar muy poco explorado donde las hayas y los abetos crecen de forma espontánea, y reconocido como uno de los más hermosos de Europa.

 

 

Su rica flora está compuesta por 1267 especies de plantas, y se siguen descubriendo más, de ellas 75 son endémicas, existiendo 55 variedades de orquídeas. A día de hoy los investigadores han encontrado y catalogado en el área del parque 321 especies de mariposa, 161 especies de aves y 21 especies de murciélagos, con lo que se demuestra la riqueza del mundo animal. Entre los más grandes depredadores y a la vez el habitante más atractivo de los bosques de Plitvice se encuentra el oso pardo ( ursus arctos), difícil de ver, por no decir imposible, al menos yo no vi ninguna, ni tan siquiera las huellas, pero dicen que todavía quedan bastantes y buenos ejemplares. En la recepción del hotel tenían uno, pero disecado.

 

Uno de los primeros investigadores de este parque y su formación constante, fue el académico Ivo Pevalek que haya por el año 1937 decía: aguas, lagos, cascadas y bosques existen en otros lugares, pero los Lagos de Plitvice son únicos, tiene que verlos. Los lagos de Plitvice se encuentran en el interior de Croacia, dentro de la región montañosa de Lika, muy cerca de la frontera con Bosnia y Herzegovina, siendo las ciudades cercanas más importantes Zagreb a 138 km y Zadar a 150 km.

Dentro del parque se pueden realizar diferentes actividades, senderismo, alpinismo, excursiones en barco eléctrico y en tren, fotografía, bicicleta, remo y esquí en invierno.

La entrada al parque cuesta 160  kunas, unos 21 € en los meses de julio y agosto, pero en otras temporadas de menos afluencia de visitantes puede llegar a costar 7 €. En el precio está incluido un paseo de apenas 15 minutos por el lago Kozjak, el más grande, y el trayecto en tren turístico hasta la entrada al parque, desde donde puedes recorrer las sendas y caminos durante el tiempo que desees. En invierno las visitas son muy escasas, por lo que nos dijeron que el tren y el barco no funcionan.

 

El parque hay que reconocer que es una maravilla de la naturaleza, lo forman 16 lagos de aguas limpias y transparentes, todos unidos mediante cascadas de mayor o menor altura, destacando la Veliki Slap, gran cascada, que con 78 m. es la más grande de Croacia.

Como en todos los parques nacionales está prohibido cortar flores, molestar a los animales y bañarte en los lagos y cascadas, aunque yo vi a un grupo de cinco chicos que se metieron debajo de una cascada, más para refrescarse, debido al intenso calor, que para disfrutar del baño.

 

 Un lugar que nadie debe perderse en su viaje a Croacia, pero que recomiendo en otra época que no sea verano, en julio estaba a rebosar y hacía mucho calor.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo fotográfico Pedro Alfonso