Puerto de la Quesera (1715 m) – Collado de los Lobos (1846 m) – Peña la Silla (1935 m) – Pico del Granero (1969 m) - Peña de la Tiñosa (1961 m) - Cresta del Dragón - Collado de las Cárcavas (1903 m) - El Talayón (1898 m)
Se puede iniciar el recorrido en el Puerto de la Quesera, o bien, iniciar el recorrido aproximadamente 500 metros más adelante, siguiendo la pista en dirección a Majaelrayo, el lugar está marcado una P de aparcamiento y caben 5 o 6 coches.
En esta ocasión, hemos iniciado el recorrido en el Puerto de la Quesera, coordenadas 41.216106, -3.420389, lo que nos permite ver de cerca el hayedo de la Pedrosa. Comenzamos a caminar del otro lado de la carretera, dirección noreste, al lado de la alambrada que separa Segovia, a nuestra izquierda, y Guadalajara, a nuestra derecha. Un camino ancho, a modo de cortafuegos comienza a subir. A nuestra izquierda, al otro lado de la alambrada podemos ver las hayas jóvenes que trepan ladera arriba.
A nuestra espalda, vemos el camino que sube al Calamorro de San Benito y por el cerro del Aventadero y las Peñuelas suben al Pico del Lobo. Delante y a la izquierda, el cordal que sube al Alto del Parrejón y a la Buitrera. Una señal nos indica que faltan 11 Km. a Hontanares, pues el camino de la ermita por la Buitrera coincide hasta el Collado de los Lobos.
La cuerda toma dirección sur y menos de 100 metros nos separan de la Peña de la Tiñosa, con una cumbre plana que pasaríamos sin darnos cuenta, si no fuese por un cairn que nos indica la cumbre.
Hasta aquí se trata de un recorrido fácil por caminos y senderos. A partir de aquí, y hasta Collado de las Cárcavas, el recorrido se complica, comienza la cresta del dragón, una arista bastante larga y que no tiene nada que envidiar a otras aristas de Pirineos, en la que es necesario progresar entre lanchas puntiagudas de pizarra que castigan nuestras botas. Los senderos desaparecen, hay que guiarse por hitos de piedra que alguna mano bondadosa ha levantado. No es un tramo apto para personas que tengan vértigo o miedo a la altura, es un constante trepar y destrepar con un importante abismo que nos rodea. Por supuesto que con lluvia o nieve es totalmente desaconsejado sin el equipo necesario y experiencia en montaña.
De cualquier forma, es posible evitar esta arista por nuestra derecha, oeste, por un senderillo que va evitando las partes altas de los riscos, y que a la vuelta utilizamos para regresar al Puerto de la Quesera.
Un kilómetro desde el collado, nos deja en El Talayón, un pico segundón, pero muy accesible y con buenas panorámicas.
Lo normal, es continuar el cordal hasta el Corralón y la Atalaya que sería el broche perfecto para un día alpino, sin embargo, son necesarias al menos un par de horas más entre la ida y la vuelta, por lo que en esta ocasión, en este punto, regresamos al puerto.
muy bonito
ResponderEliminarRamona Cordero
Amigo Pedro, ahora dónde estas? Eres como Dios, estas en todas las partes. 😂
ResponderEliminarVidal Fermosell Jimenez
En la Sierra de Ayllón, cerca de Riaza, saliendo del Puerto de la Quesera. Fue hace unas semanas.
ResponderEliminarPedro Alfonso Me gusta esa afición tuya por la naturaleza. Eres el Papa viajero de Cadalso de los Vidrios. 👏👏👏 Un cordial saludo.
ResponderEliminarVidal Fermosell Jimenez
Como se nota que me aprecias, compararme con el Papa es muy exagerado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya lo creo que son impresionante esas crestas del Dragón. Muchas gracias por compartir todas esas grandes experiencias de montaña, me encantan siempre y disfruto subiendo desde casa, por lo menos algo es algo, no crees Pedro?
ResponderEliminarCarmen.
Gracias a ti Carmen por disfrutar de las montañas, aunque sea desde casa. Si, realmente estas sierras de Ayllón tiene mucho encanto y más tranquilidad, sin olvidar lo bien que se come en Riaza a la bajada.
ResponderEliminarUn saludo y gracias de nuevo.
muy Bonitas fotografías Enhorabuena Buenas tardes Pedro
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Muchas gracias Aurora. Toda la Sierra de Ayllón es una maravilla.
ResponderEliminarNo conozco la zona, pero tiene buena pinta esa marcha. Habrá que hacerla.
ResponderEliminarAntonio C.
En Parnaso un zarandeo
ResponderEliminarde un gran viento huracanado,
hoy le ha dado un vapuleo
entre estrépito y jaleo
al desvalido arbolado.
UN GRAN VIENTO HURACANADO
Un gran viento huracanado
de pronto se desató,
y a puro intento arrancó
encinas de hondo calado.
Encinar desarbolado
por la furia de los vientos,
son tornados virulentos
que a veces de tarde en tarde,
hacen un tétrico alarde
en campos de Cenicientos.
TU TALLE EN SU BREVEDAD
Tu talle en su brevedad,
airosidad de cintura,
tu seno en su curvatura
y alegre vivacidad.
Envuelta en la claridad,
margaritas en tu pelo,
orlándote con un velo
de belleza sin igual,
agua son de un manantial
que nace y mana del cielo.