Recuerdos para soñar: Sacudidor de mantas
El sacudidor de mantas era una pala que no solía faltar en casi ninguna casa de Cadalso. Estaba realizado con mimbre y fueron utilizados por nuestras madres y abuelas hasta los años 70-80 La manta se colgaba de la cuerda de tender y se sacudía con la pala hasta que más o menos se la quitaba el polvo. Yo recuerdo que salía mucho polvo y cuanto más le dabas más salía.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Yo tenía uno igual 👏
ResponderEliminarCoral Yela Hernandez
De hay nos viene la expresión:
ResponderEliminar"¡Le daban más que a la estera!",
sujetada del cordón,
y el polvo soltando al son
de mimbre en la Corredera.
Esa era la palmeta y era para sacudir las mantas y las alfombras y también estaban los zorros para sacudir las paredes mi vecina Raquel todavía los tiene la veo en el verano cuando limpia la casa sacudiendo
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
Si de esa palmeta la tenia mi madre,
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
Ese artilugio lo habia en las casas de mis abuelas.
ResponderEliminarMaria Eugenia Blazquez
Menudos golpes se le daban a las mantas jajajajaja
ResponderEliminarPilar Calvo Villarín
Muchas voces ya se quejan
ResponderEliminarde tan duro internamiento
y a la economía la dejan
maltrecha y la emparejan
con hambre y racionamiento.
Incólumes resistimos
el duro confinamiento,
y a médicos aplaudimos
y a guardias los recibimos
impecable el indumento.
Es apátrida el dinero
y nuestro, Vice imprudente
aspira a ser tesorero,
y el dinero al extranjero
se lleve todo el pudiente.
LAVADEROS DE LOS CAMPOS CORUCHOS
ResponderEliminarEn rupestres lavaderos
de manantiales ignotos,
desde los tiempos remotos
tenían sus tendederos.
Covanillo a la cintura,
llenos de ropas revueltas,
ya cansadas, ya resueltas
en busca del agua pura.
Las charcas en el invierno
tapizadas por el hielo,
con visión de desconsuelo
producían frío interno.
En el borde arrodilladas
del pastizal de las charcas,
se destacaban las marcas
sobre las manos hinchadas.
Sobre una lancha la ropa
vigorosas la lavaban,
y ver que pronto acababan
y en casa cocer la sopa.
La tendían sobre arbustos
o sobre piedras roqueñas,
dédalos de nuestra Peñas
arquitectas de sus gustos.
En pompas vuelto el jabón
deslizaba la corriente,
corriendo a tambor batiente
arrastrando algún calzón.
Los campos eran ornatos
de mujeres lavanderas,
adorno de sus praderas
narradoras de relatos.
Las charcas en primavera
circundadas por las flores,
explosión de los colores
alfombrando su ribera.
Las alegres campanillas
y las blancas margaritas
y plantas hermafroditas
mosaico de maravillas.
Lavanderas bajo el Puente
que os contempló en el trabajo,
deslizándose hacia el Tajo
siempre que tuvo corriente.
En el "Mancho", lavanderas
y también en "Canto el Guarro",
donde siempre tuvo barro
y jamás hubo veredas.
Los covanillos colmados
con la ropa bien oliente,
volviendo resplandeciente
a los tálamos amados.
Ropas airearon vientos
sobre las pardas campiñas,
y adornaron nuestras viñas
atuendos de Cenicientos.
Pedro nos muestra artilugios
ResponderEliminarque mueven a reflexión,
penetrando en los refugios
sin que quepan subterfugios
de infancia en el corazón.
El Presidente dilata
ResponderEliminarel encierro en la región,
y es la caliente patata
cuya decisión no acata
sin lucha la oposición.
De pequeño, que entonces yo era muy pacífico, le arreaba unos golpes a las mantas con el sacudidor que después me quedaba muy relajado. Gracias por compartir fotos e historias, Pedro.
ResponderEliminarJavier Perals Samper
Ya veo que todo el mundo le daba golpes a la pobre manta. Golpear siempre es un desahogo.
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