Monasterio de El Paular
Apenas 12 kilómetros separan en Monasterio de El Paular de la Cascada del Purgatorio, un recorrido de ida y vuelta que discurre por la garganta del arroyo Aguilón hasta terminar en el salto en cascada desde las alturas que proporcionan las aguas del ya citado arroyo. El coche se puede dejar en el parking del Monasterio, pero cuidado, los días calurosos de primavera y verano suele ponerse hasta arriba, son muchos los que buscan el agradable baño en la zona recreativa de Las Presillas y también son muchos los que se deciden, dada la facilidad del recorrido, a visitar la cascada.
Una vez dejado el coche, se cruza la carretera, atravesamos el famoso Puente del Perdón sobre el río Lozoya y tras un rato de pista asfaltada continuamos por una pista de tierra rodeada de prados y robles y con una buena vista del Macizo de Peñalara. Perfectamente señalizado el recorrido pasa por un par de puentes sobre el arroyo Aguilón hasta desembocar en un sendero de extraordinaria belleza que discurre junto al arroyo hasta encajonarse para terminar en la cascada. Todo el recorrido es fácil y sólo se hace algún pequeño esfuerzo en el tramos del sendero final. La mejor época, al menos para mi, es en otoño, cuando los robles se tiñen de color, y la primavera que invade la garganta de agua y flores. Ni que decir tiene que el verano es la mejor época para el baño en Las Presillas, pero la afluencia de gente es enorme, tanta que a veces no puedes ni parar ya que todo se llena de coches. El invierno no es muy cromático pero si se tiene suerte y el frío ha congelado la cascada, también resulta espectacular. Durante el recorrido no existe ninguna fuente, se puede beber de los cauces, pero con el consiguiente peligro, lo que si hay es un merendero en las Presillas donde tomarse algo, pero sólo abre en verano y algunas fines de semana de primavera. Lo mejor es llevarse un bocadillo y algo de agua, comerlo al final frente a la cascada y regresar a comer a Rascafría, en todo el recorrido habremos tardado unas 4 horas yendo tranquilos y con paradas. Una vez en Rascafría hay una buena oferta de restaurantes con toda clase de menús. Y para terminar un consejo, el de siempre, por favor no dejes basura, la naturaleza y todos los que vayan después te lo agradecerán.
Macizo de Peñalara
Puente del Perdón
Arroyo Aguilón
Praderas junto al arroyo
Cascada del Arroyo Aguilón
La pista de tierra rodeada de robles
Narciso de roca. Narcissus rupicola.
Arroyo Aguilón
Cascada del Purgatorio
Lagartija roquera
Lagarto ocelado
Rascafría, Valle del Lozoya
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Que fotos más bonitas Pedro. No recuerdo haber visto la cascada con tanta agua, seguramente porque cuando más iba era en verano. Cuando te he visto sentado en el Puente del Perdón se me han removido un montón de recuerdos. Cerca está un albergue de la Comunidad de Madrid al que fui con niños de Parla y también con niñas y niños de Cenicientos. Eran otros tiempos y se iba con ellos relativamente tranquilo, en la actualidad no sé si me atrevería.
ResponderEliminarEl monasterio, que también está cerca lo pude ver después de cuatro o cinco intentos. Gracias por compartir tus vivencias, porque algunas, también son nuestras.
Un abrazo.
Javier.
Esto fue el año pasado por abril, estaba precioso, aunque tengo otras del año anterior, creo, que todavía fue mejor. A diario suele haber poca gente, pero los fines de semana mejor ni acercarse, esta petaoo. Cuando ya pase esto y podamos movernos con total libertad, ya iremos un día.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias.
Este recorrido hicimos
ResponderEliminarcon mis hijos de pequeños
senderos los descubrimos
y sensaciones vivimos
que Pedro trae a mis sueños.
Gracias Saturnino por tu bello poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Cada post tuyo es un regalo de la naturaleza y lo mejor es que lo vemos desde casa, ahora sin más remedio. Las fotos son el mejor reflejo de lo que ves y tu expresivo y ameno texto incita al deseo por conocer estos maravillosos lugares a los que nos transportas.
ResponderEliminarMuchas gracias por dejarnos caminar y ver todo a tu lado.
Inés.
Tu palabras animan a seguir, a regresar después de estos días encerrados, a volver a compartir y sentirse dichoso. Gracias Inés.
ResponderEliminarAquí nos llevó nuestro amigo Pinilla.
ResponderEliminarCuqui de la Poza
También he ido con él algunas veces.
ResponderEliminarPrecioso
ResponderEliminarMaria Del Sol Carreño Lucerón
Bonito recorrido y buenas fotos Zorro. Gracias
ResponderEliminarMariano.
Gracias Mariano. Un saludo.
ResponderEliminarCALLEJERO SIN SALIDA
ResponderEliminarCallejero sin salida,
calados por el orvallo,
en Santiago y sin caballo
llegamos a la avenida.
La noche sobrevenida,
las campanas a retazos
componen música a trazos
sobre el cielo en Compostela
y tu amor a mí encarcela
en la cárcel de tus brazos.
ME GUSTA EL CAMPANEO DE CAMPANAS
Me gusta el campaneo de campanas
y la lluvia cayendo mansamente
y los pliegues airados de tu frente
al tintado continuo de las canas.
Me gustan los croares de las ranas
las mañanas madrinas del relente
trayendo al cauto sol luz incipiente
que me incita a salir por las mañanas.
Me gusta ver danzar a las neblinas
y a las aguas en tardes opalinas,
irisando en sus ondas que no embrida.
Y oceánica oír sangre en mis venas
torrentes de alegrías con sus penas
en la playa marina de tu vida.
EN HOMENAJE AL REAL MADRID.
ResponderEliminar"El 18 de mayo de 1960, el Real Madrid conquistaba su quinta Copa de Europa,
con una goleada al Eintracht por 7-3 en Glasgow, en un partido que es
considerado como la mejor de la historia".
EL BAILE DE LA PEONZA
El baile de la peonza
bailando sobre la palma
de la mano que la calma
y que se mantiene zonza.
Después hacer volatines
con la mano volandera
sobre la terrosa acera
entre el ladrar de mastines.
Con la cuerda bien ceñida
sobre la mórbida panza
de la peonza y su danza
se iniciaba la partida.
Un triángulo dibujado
sobre el lienzo de la tierra,
y entre dos dedos se aferra
la chapa del encordado.
Bolas de arcilla pintadas
eran nuestra recompensa,
justo premio que compensa
ser hábil en las jugadas.
Con las bolas en el triángulo
en una masa compacta,
con el rejón se la impacta
a la más próxima al ángulo.
A perra gorda costaban
pasando de mano en mano
en intento siempre vano
que conmigo se quedaban.
Partidas de perra chica
cogidas en los bautizos
de los padres primerizos
jugadas al sol que pica.
Las chapas de las botellas
forradas con futbolistas
eran por nosotros vistas
ídolos de las estrellas.
Era al salir de la escuela
por nuestro grupo forradas
en las tardes perfumadas
del viento de la Plazuela.
Sobre el triángulo estaban
Lesmes con Puskas y Gento
y en DiStéfano el talento
con el que al mudo asombraban.
Y bailando las peonzas
por los latres bien lanzadas
eran piezas bien bailadas
al ritmo de jerigonzas.
¡Y así descubrí en mi mano
ser diestra en el lanzamiento
que inspiran el pensamiento
que rige al buen artesano!
Un lugar lleno de belleza y entretenimiento para pasear, fotografiar y sentirse libre, más en estos días de confinamiento. Gracias Pedro.
ResponderEliminarAntonio C.
Muy bonito
ResponderEliminarEsperanza De La Cruz García
En Rascafria al lado del paular y las presillas. Cruzas el puente del perdón y sigues el camino señalizado
ResponderEliminarAngel Calvo Villarin