lunes, 18 de mayo de 2020

La Cascada del Purgatorio, un paseo primaveral por el Valle del Lozoya


Cascada del Purgatorio



Monasterio de El Paular 


Apenas 12 kilómetros separan en Monasterio de El Paular de la Cascada del Purgatorio, un recorrido de ida y vuelta que discurre por la garganta del arroyo Aguilón hasta terminar en el salto en cascada desde las alturas que proporcionan las aguas del ya citado arroyo. El coche se puede dejar en el parking del Monasterio, pero cuidado, los días calurosos de primavera y verano suele ponerse hasta arriba, son muchos los que buscan el agradable baño en la zona recreativa de Las Presillas y también son muchos los que se deciden, dada la facilidad del recorrido, a visitar la cascada.
Una vez dejado el coche, se cruza la carretera, atravesamos el famoso Puente del Perdón sobre el río Lozoya y tras un rato de pista asfaltada continuamos por una pista de tierra rodeada de prados y robles y con una buena vista del Macizo de Peñalara. Perfectamente señalizado el recorrido pasa por un par de puentes sobre el arroyo Aguilón hasta desembocar en un sendero de extraordinaria belleza que discurre junto al arroyo hasta encajonarse para terminar en la cascada. Todo el recorrido es fácil y sólo se hace algún pequeño esfuerzo en el tramos del sendero final. La mejor época, al menos para mi, es en otoño, cuando los robles se tiñen de color, y la primavera que invade la garganta de agua y flores. Ni que decir tiene que el verano es la mejor época para el baño en Las Presillas, pero la afluencia de gente es enorme, tanta que a veces no puedes ni parar ya que todo se llena de coches. El invierno no es muy cromático pero si se tiene suerte y el frío ha congelado la cascada, también resulta espectacular. Durante el recorrido no existe ninguna fuente, se puede beber de los cauces, pero con el consiguiente peligro, lo que si hay es un merendero en las Presillas donde tomarse algo, pero sólo abre en verano y algunas fines de semana de primavera. Lo mejor es llevarse un bocadillo y algo de agua, comerlo al final frente a la cascada y regresar a comer a Rascafría, en todo el recorrido habremos tardado unas 4 horas yendo tranquilos y con paradas. Una vez en Rascafría hay una buena oferta de restaurantes con toda clase de menús. Y para terminar un consejo, el de siempre, por favor no dejes basura, la naturaleza y todos los que vayan después te lo agradecerán.  

Macizo de Peñalara 

Puente del Perdón

Arroyo Aguilón


Praderas junto al arroyo

 Cascada del Arroyo Aguilón


La pista de tierra rodeada de robles



Narciso de roca. Narcissus rupicola.


Arroyo Aguilón 

Cascada del Purgatorio 


Lagartija roquera


Lagarto ocelado  


  Rascafría, Valle del Lozoya

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

16 comentarios:

  1. Que fotos más bonitas Pedro. No recuerdo haber visto la cascada con tanta agua, seguramente porque cuando más iba era en verano. Cuando te he visto sentado en el Puente del Perdón se me han removido un montón de recuerdos. Cerca está un albergue de la Comunidad de Madrid al que fui con niños de Parla y también con niñas y niños de Cenicientos. Eran otros tiempos y se iba con ellos relativamente tranquilo, en la actualidad no sé si me atrevería.
    El monasterio, que también está cerca lo pude ver después de cuatro o cinco intentos. Gracias por compartir tus vivencias, porque algunas, también son nuestras.
    Un abrazo.
    Javier.

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  2. Esto fue el año pasado por abril, estaba precioso, aunque tengo otras del año anterior, creo, que todavía fue mejor. A diario suele haber poca gente, pero los fines de semana mejor ni acercarse, esta petaoo. Cuando ya pase esto y podamos movernos con total libertad, ya iremos un día.

    Un abrazo y gracias.

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  3. Este recorrido hicimos
    con mis hijos de pequeños
    senderos los descubrimos
    y sensaciones vivimos
    que Pedro trae a mis sueños.

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  4. Gracias Saturnino por tu bello poema.

    Un abrazo

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  5. Cada post tuyo es un regalo de la naturaleza y lo mejor es que lo vemos desde casa, ahora sin más remedio. Las fotos son el mejor reflejo de lo que ves y tu expresivo y ameno texto incita al deseo por conocer estos maravillosos lugares a los que nos transportas.

    Muchas gracias por dejarnos caminar y ver todo a tu lado.

    Inés.

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  6. Tu palabras animan a seguir, a regresar después de estos días encerrados, a volver a compartir y sentirse dichoso. Gracias Inés.

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  7. Aquí nos llevó nuestro amigo Pinilla.

    Cuqui de la Poza

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  8. También he ido con él algunas veces.

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  9. Precioso

    Maria Del Sol Carreño Lucerón

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  10. Bonito recorrido y buenas fotos Zorro. Gracias

    Mariano.

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  11. CALLEJERO SIN SALIDA

    Callejero sin salida,
    calados por el orvallo,
    en Santiago y sin caballo
    llegamos a la avenida.
    La noche sobrevenida,
    las campanas a retazos
    componen música a trazos
    sobre el cielo en Compostela
    y tu amor a mí encarcela
    en la cárcel de tus brazos.


    ME GUSTA EL CAMPANEO DE CAMPANAS

    Me gusta el campaneo de campanas
    y la lluvia cayendo mansamente
    y los pliegues airados de tu frente
    al tintado continuo de las canas.

    Me gustan los croares de las ranas
    las mañanas madrinas del relente
    trayendo al cauto sol luz incipiente
    que me incita a salir por las mañanas.

    Me gusta ver danzar a las neblinas
    y a las aguas en tardes opalinas,
    irisando en sus ondas que no embrida.

    Y oceánica oír sangre en mis venas
    torrentes de alegrías con sus penas
    en la playa marina de tu vida.

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  12. EN HOMENAJE AL REAL MADRID.

    "El 18 de mayo de 1960, el Real Madrid conquistaba su quinta Copa de Europa,
    con una goleada al Eintracht por 7-3 en Glasgow, en un partido que es
    considerado como la mejor de la historia".

    EL BAILE DE LA PEONZA

    El baile de la peonza
    bailando sobre la palma
    de la mano que la calma
    y que se mantiene zonza.

    Después hacer volatines
    con la mano volandera
    sobre la terrosa acera
    entre el ladrar de mastines.

    Con la cuerda bien ceñida
    sobre la mórbida panza
    de la peonza y su danza
    se iniciaba la partida.

    Un triángulo dibujado
    sobre el lienzo de la tierra,
    y entre dos dedos se aferra
    la chapa del encordado.

    Bolas de arcilla pintadas
    eran nuestra recompensa,
    justo premio que compensa
    ser hábil en las jugadas.

    Con las bolas en el triángulo
    en una masa compacta,
    con el rejón se la impacta
    a la más próxima al ángulo.

    A perra gorda costaban
    pasando de mano en mano
    en intento siempre vano
    que conmigo se quedaban.

    Partidas de perra chica
    cogidas en los bautizos
    de los padres primerizos
    jugadas al sol que pica.

    Las chapas de las botellas
    forradas con futbolistas
    eran por nosotros vistas
    ídolos de las estrellas.

    Era al salir de la escuela
    por nuestro grupo forradas
    en las tardes perfumadas
    del viento de la Plazuela.

    Sobre el triángulo estaban
    Lesmes con Puskas y Gento
    y en DiStéfano el talento
    con el que al mudo asombraban.

    Y bailando las peonzas
    por los latres bien lanzadas
    eran piezas bien bailadas
    al ritmo de jerigonzas.

    ¡Y así descubrí en mi mano
    ser diestra en el lanzamiento
    que inspiran el pensamiento
    que rige al buen artesano!

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  13. Un lugar lleno de belleza y entretenimiento para pasear, fotografiar y sentirse libre, más en estos días de confinamiento. Gracias Pedro.

    Antonio C.

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  14. Muy bonito

    Esperanza De La Cruz García

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  15. En Rascafria al lado del paular y las presillas. Cruzas el puente del perdón y sigues el camino señalizado

    Angel Calvo Villarin

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