martes, 9 de enero de 2018

El Puerto de Casillas ayer. Le puede pasar a cualquiera





La nieve estaba blanda, no había hielo, pero le puede pasar a cualquiera, bueno, menos a los listillos que siempre llevan razón y nunca fallan, pero opinando viendo la tele desde el brasero. Ayer mientras subíamos al Puerto de Casillas, todo grandioso, menos para el coche. 

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

11 comentarios:

  1. CENICIENTOS BAJO LA NIEVE

    La nieve cayendo mansa
    obstaculiza los pasos,
    y el campo nevado amansa
    claridad de los ocasos.

    Reina un silencio absoluto
    en las peladas higueras,
    y allá lejos el tributo
    a las verdes sementeras.

    Los olivos inmortales
    lucen hojas blanquiverde
    en los días invernales,
    huérfanos del campo verde.

    Las viñas sin los sarmientos
    comparecen desoladas,
    ¡oh, campos de Cenicientos!,
    con tus luchas soterradas.

    La majestad de la Peña
    siempre arriba omnipresente,
    nuestra voluntad se empeña
    que es futuro y es presente.

    Surcan el cielo los humos
    de las negras chimeneas
    en amaneceres brumos
    de nieve en las azoteas.

    Por las calles silenciosas,
    en las que nadie transita,
    pasan horas vagarosas
    en una paz infinita.

    El día va despertando,
    aclarando la mañana
    y la familia almorzando
    ve la nieve en su ventana.

    Hoy no tenemos escuela
    ante la nieve caída,
    muchachos de la Plazuela:
    vamos a dar la batida.

    Preparamos las ballestas,
    guardadas en los cajones,
    como banderas enhiestas
    mezcladas con azadones.

    De nieve vuelan las pellas
    entre alegres risotadas,
    en las incruentas querellas
    de los días de nevadas.

    Coruchos en las esquinas
    escrutan el tarameo,
    es riqueza, no son ruinas,
    la nieve en el laboreo.

    Los pastores con ramones
    a las espaldas cargados,
    van arrastrando faldones
    a los establos cerrados.

    Reina quietud en las cuadras
    y están las bestias rumiando,
    perro aburrido que ladras
    mientras te estás espulgando.

    Tañe fuerte la campana
    que habita en el campanario,
    en la gélida mañana
    convocando al vecindario.

    En la lumbre, los pucheros
    aventando sus aromas
    y se reparan aperos
    y también se gastan bromas.

    Nieve y día de pajeras
    siempre van aparejados,
    y gatos en las gateras
    vigilando los doblados.

    Se cuentan muchas historias
    de los hechos del pasado,
    y se evocan las memorias
    de algún que otro antepasado.

    Están llenas las tabernas
    y las barajas danzando,
    huyendo de las galernas
    que el nevazo está azotando.

    Y cuando llega la tarde
    y un cielo vago despunta,
    la cara y el pie nos arde
    y despereza la yunta.

    La nieve se ha retirado
    con las palas de las puertas,
    y un barro negro alfombrado
    calles de nuevo desiertas.

    La noche ya se ha cernido
    y calmos están los vientos,
    los coruchos en su nido
    duermen en su Cenicientos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  2. EL SOFÁ QUE ESTÁ VACÍO

    El sofá que está vacío
    y presidiendo el salón
    me dice en toda ocasión
    estar muriendo de hastío.
    Que se siente triste y frío
    sin tu perenne presencia,
    y comparte inapetencia
    y se suma a mi dolor
    y es también recibidor
    del olvido de tu ausencia.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. EN LA GÉLIDA MAÑANA

    En la gélida mañana,
    luciendo un tímido sol,
    ved pintado el arrebol
    de la Peña en su ventana.
    Pintor que de buena gana
    pinta nieve, pinta pinos,
    tiene enfrente los caminos
    de don Quijote en la Mancha,
    tomándose la revancha
    de los manchegos molinos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  4. LA CAZA A PORRILLO EN CENICIENTOS

    Por ribazos, collados o en el llano
    que conforman los campos del Juncar,
    nos hacíamos siempre acompañar
    por las flexibles varas del manzano.

    A la caza cobrábamos a mano
    siguiendo de las liebres el pisar,
    que en la nieve dejaban al hollar
    buscando resguardarse en el majano.

    Con la tierra nívea un manto blanco,
    las liebres a los pies del molito
    del majano figura del paisaje,

    destacándose altivo en el barranco
    la vida despedían con un grito
    cuando impactaba el palo en su pelaje.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. LA PENSIÓN DEL CIEGO DEL CERRILLO

    Hablaban agrupados en corrillo
    del cobro y la cuantía de pensiones,
    espontaneas y breves reuniones
    que se forman en cuesta del Cerrillo.

    El grupo abanderó y abrió un pasillo
    al ciego como en otras ocasiones,
    que se sumó y entró en cavilaciones
    con sus cuencas opacas ya sin brillo.

    -No quejaos; bien sé la mía es alta,
    mas es vital aquello que echo en falta,
    llaga es mi corazón en sufrimientos

    y un mendigo ser que pisa abrojos,
    quisiera ser con luz sobre mis ojos
    que vieran este sol de Cenicientos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. EL ESPÍRITU DEL FARY EN CENICIENTOS

    Del Fary dicen que dicen
    que su espíritu le habló
    a una mujer que contó
    que a ella no la desdicen.
    "A mí no me contradicen",
    proclamó a los cuatro vientos;
    "una vez lo digo y cientos:
    que en copa de encina altiva,
    bien corucha y bien nativa,
    al Fary vi en Cenicientos",

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  7. Llamar al 112, jajaja

    Francisco Javier Sanchez Alonso

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  8. Jajajajaja que te dije Paco, no hay huevos jajaja ja jajajajaja

    Jesus Sanchez

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  9. Pedro Recibiste la Licencia?

    Gregorio Juárez

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  10. Si claro. Muchas gracias por todo. Un saludo.

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  11. Preciosa foto

    Ana Diaz

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