viernes, 28 de abril de 2017

EL GRUPO ESCULTÓRICO DEL PICAPEDRERO DE CADALSO DE LOS VIDRIOS



EL GRUPO ESCULTÓRICO DEL PICAPEDRERO  DE CADALSO DE LOS VIDRIOS




El hombre del puntero y de la maza
de Cadalso, es perfil definitorio,
y el constante y feroz recordatorio
del polvo que al cantero lo acoraza.


Aquí el conjunto pétreo os enlaza
con el arte que fue un requisitorio,
de construcción del túmulo mortuorio
o catedrales de hispánica raza.


Perforaban metales de la cuña
con sus feroces durezas de aceros,
las piedras, con esa impronta que acuña;


el alma de vuestros picapedreros
capaces de esculpir en dedos la uña
de gárgolas tus maestros canteros.


Saturnino Caraballo "El Poeta Corucho"
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

11 comentarios:

  1. EL PUENTE DE ESCALONILLA

    El Puente de Escalonilla
    a Cadalso está mirando,
    y el peregrino atisbando
    no resbalar por su orilla.
    Hoy por mí una estrella brilla,
    que me guía y se renueva
    y a mis pasos los eleva,
    ir al Tiemblo peregrino,
    y me ilumina el camino
    que a San Antonio me lleva.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  2. TÓRTOLAS TIENE UN VEGA

    Tórtolas tiene una vega
    por la que cruzo en la noche,
    y a veces faros de un coche
    con sus ráfagas la ciega.
    Y allí a la noche sosiega
    música de las esquilas,
    y ya no brillan pupilas
    llameantes del demonio
    la noche en que San Antonio
    me sacó de entre sus filas.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. LA PRIMERA EXCURSIÓN
    QUE HICIMOS EN LA ESCUELA

    Desde nuestra escuela fuimos
    muy contentos de excursión
    y tanto fue lo que vimos
    que años fue de evocación.

    Salimos muy de mañana
    en autocar de epopeya,
    viendo desde la ventana
    como un friso de Pompeya.

    Las labores naturales
    propias de los campesinos,
    el cuidar de los parrales
    que producen buenos vinos.

    Un trabajo conocido
    y en nosotros no infrecuentes
    pues los hemos ejercido
    desde que nos salen dientes.

    Fue nuestra primer parada
    en los toros de Guisando,
    buen comienzo de jornada
    y aguardar lo por llegando.

    El maestro muy pausado
    nos fue contando una historia,
    todo muy bien sonsacado
    del libro de su memoria.

    Habló de un acuerdo o pacto
    celebrado entre unos reyes,
    y solemnidad de un acto
    patentado en unas leyes.

    Con la lección aprendida
    por el que quiso aprenderla,
    reanudamos partida
    con la intención de leerla.

    Llegamos al Escorial
    y entramos al Monasterio
    siendo sus salas caudal
    de belleza y de misterio.

    Recorrimos aposentos
    mirando las armaduras
    muchachos de Cenicientos
    con asombro de criaturas.

    Y nuevamente el maestro
    dijo que los caballeros
    ocultaban el espectro
    de cuando fueron guerreros.

    Que don Felipe segundo
    vagaba por las estancias
    imperando sobre el mundo
    con cara de circunstancias.

    Que construyó el edificio
    al ganar una batalla,
    con el mayor artificio
    que en todo el Orbe se halla.

    Y al decaer el imperio,
    donde el sol no se extinguía,
    el Caudillo también serio
    a la patria engrandecía.

    Y nos fuimos a ver su obra
    poco hacía inaugurada,
    que gran importancia cobra
    en la España actualizada.

    El maestro nos dio el nombre:
    "El Valle de los Caídos",
    y obra dijo de un gran hombre
    que nos tiene guarnecidos.

    Ascendimos escaleras
    de una cumbre de montaña,
    descubriendo unas laderas
    con muchas telas de araña.

    Ya en la ciclópea cruz
    vimos los evangelistas
    donde se posaba luz
    propagada por artistas.

    A la imponente Basílica
    la recorrimos entera,
    y leían una Encíclica
    y el maestro explicó que era.

    De nuevo en el autocar
    directamente a Madrid,
    viendo pueblos al pasar
    y sobre Babieca el Cid.

    Vimos la Plaza de Oriente
    frente al Palacio Real
    y ocultándonos de gente
    aportamos el caudal.

    De las bolsas cinco duros
    fuimos todos aportando
    y en unos puestos oscuros
    en golosinas gastando.

    El día fue memorable.
    cuanto vimos y aprendimos,
    lo vivido inolvidable
    todo cuanto recorrimos.

    Supimos geografía
    y algo de historia de España,
    y hasta una fotografía
    nos dieron de una cabaña.

    Y poseídos por fiebres
    cantamos cosas muy finas,
    "¡por el mar corren las liebres,
    por el monte las sardinas!".

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho






































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  4. LAS CEBOLLAS DEL CHAVES NOGALES

    Desnudas las cebollas de sus faldas,
    privadas de sus capas de una en una,
    vestiduras tendrán las de la luna,
    y a vosotros cubriendo sus espaldas.

    Serpentinas serán y las guirnaldas
    que recibe a la noche clara o bruna,
    regalos nos darán de la fortuna
    y un verdor cristalino de esmeraldas.

    Enhiestas vais a verlas como lanzas,
    infantiles y alegres colegiales
    y orondas cual los ricos en finanzas,

    y ellas os hallarán niños geniales,
    y de hábitos sabrán y de semblanzas
    las cebollas aquí en Chaves Nogales.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. LAS HABAS DEL CHAVES NOGALES

    Estas habas del Chaves me sumergen
    de olores devolutivos de infancia,
    recuerdos permanentes de fragancia
    que de aquellos olores no divergen.

    Las sensaciones lúdicas convergen
    sobre las mariquitas de abundancia,
    siendo insectos de pompa y circunstancia
    en cuanto tan coloristas emergen.

    Cuidados laboriosos de las manos
    al surgimiento de las blancas flores
    brotando lentamente entre chispazos.

    Cuando el sudor que nimba a los huertanos
    la haba riega nacida entre sudores
    del cuidado amoroso de los brazos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. ESTA ES MI CALLE
    "Yo aprendí en el hogar en que se funda"
    José María Gabriel y Galán

    Esta es mi calle, aquí vedla plasmada,
    donde viví la infancia de mi vida
    originario punto de partida
    de expedición de lucha y de cruzada.

    Imaginadla envuelta en llamarada,
    de alegría de niños encendida,
    con silla de espadaña adormecida
    en la acera en la noche sosegada.

    Enfrente de mi casa los terneros
    de Luis y Nieves en corral de vacas
    el grano y paja sito en los graneros.

    Del carro de varales las estacas,
    donde Isabel la leche de cabreros
    y los padres de Aurelia en las hamacas.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  7. LA ABUELA Y EL NIETO

    De vuelta a casa regresan
    un niño junto a su abuela;
    es ya tarde, el tiempo vuela
    y las nubes les apresan.

    Vienen de Navalaviga
    de trabajar en la viña,
    se ennegrece la campiña
    y la abuela se fatiga.

    "Abuela, ¡que nos mojamos!",
    el niño dice afligido,
    muy cansado y aturdido
    ocultándose entre ramos.

    Ramos grandes de un olivo
    que se encuentra junto al puente,
    que brama por la corriente
    no viéndose ni un ser vivo.

    "Aquí estamos a cubierto
    y nos cubrirá mi chal,
    aquí hubo un hecho infernal
    y lo que te cuento es cierto":

    "Aquí vivieron pastores
    y de esto hace muchos años,
    aquí pastaban rebaños
    y hubo pelea de amores".

    "A un tiempo dos pastorcillos
    fueron tras de una zagala,
    y dentro de la corrala
    se enfrentaron por zarcillos".

    "Los dos pagaron a escote
    pendientes con sus corales,
    y eran dos bellos rosales
    que entregaban como dote".

    "Pero surgió la sorpresa
    que ella rechazó a los dos,
    ¡ y que armaron le de de Dios
    zaragata en sobremesa!".

    "Viéndose los dos burlados
    clamaban por los pendientes,
    y se saltaban los dientes
    como dos endemoniados".

    "Los dos querían lo mismo,
    con los pendientes quedarse
    y luego descalabrarse,
    y sumirse en el abismo".

    "Y así fue como ocurrió
    que se atacaron con horcas,
    y por aquellas ajorcas
    uno de los dos, murió".

    En tanto ya no llovía,
    y la abuela con su nieto
    compartían el secreto
    que aquel niño escribiría.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  8. CUANDO TU NOMBRE APRENDÍ

    Cuando tu nombre aprendí
    y se me infiltró muy dentro,
    ocupó todo mi centro
    y ya nunca lo perdí.
    Y cuando al mundo salí
    y me mezclé entre la gente,
    impreso sobre mi frente
    germinó en mi corazón,
    y fue la motivación
    para esparcir mi simiente.

    Saturnino Caraballo Díaz

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  9. EN LA PUERTA DE LA GRUTA

    En la puerta de la gruta
    que me introduce en tu edén,
    amor, sostenme sostén,
    a mí solo sin disputa.
    Y enlazados y en permuta
    cuando me enredo en tu fronda
    el arquero soy con honda
    del casco y la jabalina,
    que en este tronco de encina
    socavándote te ahonda.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  10. LA ENREDADERA QUE CUBRE

    La enredadera que cubre
    el dintel de tu ventana
    sostiene la tejavana
    que desnuda te descubre.
    Mórbidos senos recubre
    y el triángulo entre piernas
    que como las bayas tiernas
    es manglar azucarado
    al que me siento abocado
    como el mar a las galernas.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho





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  11. Buen cantero Porru

    Mariano

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