YA VIENEN LOS REYES POR EL ARENAL CADALSEÑO
(A los niños de entonces y de ahora. Y a mis ex compañeros que mantienen con sus hijos esta hermosa tradición de los Magos de Oriente en el extranjero: Elena (Noruega), Manuel (Venezuela), Santiago (Canadá), Sofía (Israel)…
Fue una atardecida del cinco de enero. Mi tía Francis me llevó a esperar a los Reyes Magos a los Cuatro Caminos cadalseños y asomándonos al Valle de Tórtolas me enseñó por dónde venían. “Mira allá abajo, por donde va la carretera de San Martín que gira en la última curva a la izquierda y que nos impide seguir viéndola. Cuando seas mayor y pases por allí, a unos dos Km., verás que a tu izquierda sale un camino que lleva al Arenal, donde trabaja tu padre. Justo desde allí vienen los Reyes que traen los juguetes a los niños de Cadalso. Por eso la letra del villancico que hoy canta todo el mundo dice: Ya vienen los Reyes por El Arenal, ya le traen al Niño un rico gallito de mazapán...”
Mi padre dejaba en el balcón unos recipientes con paja, cebada, higos,
uvas y agua para los caballos y los camellos. Y para los Pajes y los Reyes
Magos gallitos, turrón, roscón y
varias copas de aguardiente, anís y de coñac para que todos se recuperaran y
entraran en calor. “Papa, pero ellos no podrán
subir al balcón, está alto.” Y él: “No
te preocupes, los camellos tienen un cuello muy largo y por él subirá un paje y
se lo alcanzará a los demás…” La mañana de Reyes yo iba a recoger los
regalos que estaban junto al Nacimiento y luego al balcón: “Papa, todo está vacío… Sólo hay un crisma que dice: “Muchas Gracias”,
y lo firman Melchor, Gaspar y Baltasar.” Y él, mirando a mi madre
emocionados ambos, me contestó: “Ya te
dije que no tendrían problemas para encontrarlo y que darían buena cuenta de
todo ello…”
Las mañanas de Reyes de mi infancia casi siempre amanecían con un sol radiante
y cuando chocaba contra los juguetes les hacía relucir mucho más de lo que ya
lo hacían ante nuestros ojos. Luego todo el día en la calle, jugando con los
juguetes a los juegos de siempre. Una de aquellas mañanas inolvidables -yo
tendría 8-9 años-, estaba con mis abuelas (ambas se llamaban Luisa) cerca de la
Bodega Cooperativa. Ese año los Reyes me trajeron varios juguetes y entre ellos
dos camiones iguales. Eran de color rojo, basculantes, no eran muy grandes. Yo
llevaba cada uno de ellos en una mano. Un niño estaba sentado al lado de la
báscula de pesaje de la bodega y se quedó mirando mis camiones. Llevaba un
pasamontañas azul marino raído que le estaba grande, unos guantes de lana grises
agujereados y unas botas katiuskas negras. Mis abuelas le conocían y le
saludaron: “Fulanito, ¿no te echaron nada
los Reyes?” El niño, triste, volvió
a mirar mis camiones y vimos que le caían los mocos, luego inclinó la cabeza y
no dijo nada.
Las abuelas, siempre tan persuasivas y buenas, me
hicieron creer que los Reyes se habían equivocado y que en vez de dejar un
camión en nuestra casa y otro en la del niño solitario, habían depositado ambos
en la mía. No quedé muy convencido, la verdad sea dicha. Ya sabéis como somos
los niños… Yo quería llevar uno en cada mano y cuando uno se me rompiera
sustituirlo por el otro. Pero no hubo manera. Ellas acariciaban las palabras
cuando le dijeron al niño solitario: “Fulanito,
los Reyes se han equivocado y han dejado estos dos juguetes a Migue, cuando en
realidad uno era para él y otro para ti. A veces los Reyes se desorientan, con
tanta prisa como llevaban anoche no leyeron bien tu dirección…” El niño lo
agarró con fuerza y salió corriendo no fuera a ser que las abuelas también se
hubieran confundido. A prudencial distancia se detuvo y miró a mis abuelas que
le sonrieron emocionadas. Se quitó los guantes agujerados, se echó al suelo e
hizo una carretera acariciando con sus manitas la tierra. Y luego comenzó a
jugar depositando arena y piedrecitas en el basculante. Simulando el sonido del
motor transportaba todo en el camioncito a descargarlo en un agujero que había
hecho…
Ese niño hoy tiene nietos de la edad aproximada del niño Moisés. Afortunadamente le fue muy bien en la vida tanto humana como profesionalmente. Trabajó sin descanso y se hizo un bonito chalet en Cadalso que ilumina artísticamente en Navidad. Es muy amable y generoso con todo el mundo. Los Reyes Magos siempre les trajeron, primero a sus hijos y después a sus nietos, un montón de juguetes. Pero él, el niño al que mis abuelas dieron el juguete que me trajeron equivocado los Magos cadalseños, nunca se olvida de recordarles que los niños solitarios también los esperan.
Miguel
MORENO GONZÁLEZ
POR EL CINCO DE ENERO…
Por el cinco de enero, cada enero ponía mi calzado cabrero a la ventana
fría. Y encontraban los días, que derriban las puertas, mis abarcas vacías, mis
abarcas desiertas. Nunca tuve zapatos, ni trajes, ni palabras: siempre tuve regatos, siempre
penas y cabras. Me vistió la pobreza, me lamió el cuerpo el río, y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío. Por el cinco de enero, para el seis, yo quería que fuera el mundo entero
una juguetería. Y al andar la alborada removiendo las huertas, mis abarcas sin nada, mis
abarcas desiertas. Ningún rey coronado tuvo pie, tuvo gana para ver el calzado de mi pobre
ventana. Toda la gente de trono, toda gente de botas se rió con encono de mis
abarcas rotas. Rabié de llanto, hasta cubrir de sal mi piel, por un mundo de pasta y un
mundo de miel. Por el cinco de enero, de la majada mía mi calzado cabrero a la escarcha
salía. Y hacia el seis, mis miradas hallaban en sus puertas mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas. |
Miguel HERNÁNDEZ GILABERT
Varios años me echaban ir a Cuatro Vientos a salmentar la viña mientras mi padre la iba podando
ResponderEliminarPrecioso relato del aquellos días de Reyes Magos en Cadalso, gracias Miguel
ResponderEliminarMariano
Muy bonito Miguel pero poco habitual
ResponderEliminarAntonia Frontelo Morales
Muy bonitos recuerdos 👏👏👏👏👏
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Gracias Miguel, ilusiones y recuerdos cuando éramos pequeños nos valen para toda la vida. Angel Canillo
ResponderEliminarfelices Reyes Magos Buenos días Pedro feliz jueves
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Qué Los Reyes Magos os traigan muchos regalos🎁🎁🎁🎁🎁🎁🎁🎁🎁🎁🎁🎁🎁
ResponderEliminarMaria Eugenia Blázquez Bascuas
Gran relato y vivencia Miguel, que de niño no comprendemos, pero cuando vamos cumpliendo años nos damos cuenta que así debería ser la humanidad, porque compartir nos hace más grandes por dentro que por fuera.
ResponderEliminarFeliz Noche de Reyes 😊
Luis M. González
La magia de la noche de reyes es especial yo me llegó a creer que vienen de verdad y oigo las pisadas de los camellos desde la cama , muy bonito tu relato Miguel
ResponderEliminarLo más bonito del escritito, sin lugar a dudas, son las fotos de Pedro -y lo bien que sabe encajarlas con el texto-, además de los comentarios tan cariñosos y sentidos de los lectores, que me saben a gloria. Muchísimas gracias y que los Reyes sean muy generosos con todos, lo tenéis muy merecido.
ResponderEliminarEmotivo relato, en aquellos tiempos de nuestra niñez todo era más sencillo pero creo que la ilusión era aún mayor si cabe. Un abrazo y felices Reyes.
ResponderEliminarPepe Vázquez
Bonita foto de hace ya unos añitos
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
buenas tardes feliz noche y día de reyes q os traigan muchos regalos🎁🎁🎁🎁🎁🎁
ResponderEliminarRamona Cordero
!!!Qué recuerdos !!! El de la derecha del todo soy yo.
ResponderEliminarJavier Iglesias Aguado
Y la Virgen mi madre🥰🥰😍😘❤️
ResponderEliminarDiego Rodríguez Navarro
Que guapa
ResponderEliminarSalva Garcia Esposito