jueves, 27 de enero de 2022

EL PASADO ES EL PRESENTE DANDO MARCHA ATRÁS, Por Miguel Moreno

 EL PASADO ES EL PRESENTE DANDO MARCHA ATRÁS

Casetas de los Camineros. Cadalso de los Vidrios. 1968

 Los jóvenes tienen poco pasado y, potencialmente al menos, mucho futuro. De ahí que el joven mire al mundo por encima del hombro. Desconocen que la vida es corta, demasiado corta. Aún no han aprendido que cada día que pasa es irrecuperable porque su referencia es lo que está por llegar. Toda la ilusión la tienen depositada en el mañana que es el porvenir. Jamás piensan que un día también serán mayores. Ellos no creen que exista la muerte, ese es un asunto de los demás… La juventud es una época maravillosa, quizá sea la que más. Pero existe otra edad venidera que ellos desconocen por su pujanza juvenil. Es en la edad adulta cuando hace mella la nostalgia de quien tiene mucho pasado y poco futuro. Los adolescentes crecen, los veteranos menguan.

 Los pensamientos nostálgicos, a veces molestos como moscardones, revolotean sin orden en las cabezas plateadas. La nostalgia del pasado ya nunca abandonará a la persona llegada a la madurez. Retornarán diariamente a los lugares del pasado, hablarán de lo que les duele o les hace felices de aquellos tiempos, quedarán con los amigos de entonces que no ven habitualmente, recordarán el primer amor inmaculado, aquel enamoramiento intenso, humilde e ingenuo que les corroía el corazón dejándoles –ya para siempre- un rastro de ternura parapetado tras la memoria. Tendrán infinita nostalgia de los amigos perdidos por el camino sin motivo alguno, de la familia que les vio crecer atiborrándolos de mimos, de la infancia de sus hijos, de los proyectos que comenzaron y nunca concluyeron, de lo que pudieron hacer y no hicieron… Ellos recordarán el pasado como si fuera el presente dando marcha atrás.

Piscina Municipal. Cadalso de los Vidrios. 1968

Quizá la añoranza vivida impulsará la ilusión por el pequeño futuro que les queda. Se propondrán nuevas tareas, trazarán optimistas metas, jugarán acariciando a sus nietos que les devolverán niños a sus hijos, se animarán con propósitos que quedaron varados por falta de tiempo, pensarán esperanzados en la belleza de la próxima estación… En definitiva, alimentarán la confianza en el futuro sin dejar de lado la experiencia acumulada que les hace sabios ante los principiantes. Les dirán a los mozos con resignada ironía y expresión melancólica: “Si yo hubiera sabido a tu edad lo que sé ahora…” Los años exaltarán su sensibilidad y les harán emocionarse con gran facilidad…    

    Miguel MORENO GONZÁLEZ
     Fotos: Postales Antiguas de Cadalso. Pedro Alfonso

30 comentarios:

  1. La casa de los camineros de la carretera de las Rozas hay se crio Miguel padre que le llamaban Taranga espero que no se moleste la familia por el mote yo tengo el mio y no me molesta que me lo llamen

    Carmen Frontelo Morales

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  2. 👏👏👏💯

    Marian Roman Garcia

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  3. Mucha razón en lo que dice Miguel.
    Buena foto Pedro. Buenos días

    Chelo Villarin Recio

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  4. Llevas toda la razón hay en las casetas nos hemos criado y soñábamos con un futuro y a hora
    Miramos al pasado y la hechamos de menos

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  5. A todos nos pasa lo mismo, siempre se echa de menos el pasado

    Mariano

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  6. Razón absolutamente cierta. Y que recuerdos más bonitos de la caseta de camineros...
    José A. Álvarez G. de Guzmán

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  7. Magnifico escrito Miguel, como siempre. Cierto es que echamos de menos tiempos pasados. Bella y nostálgica reflexión.

    Jorge García Escudero.

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  8. Excelente mensaje

    Maria Rosario Caballero Lopez

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  9. Sabias palabras

    Aurora Ferrera Ruiz

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  10. Miguel como siempre impecable tu escrito, no hay mañana. Mañana es hoy!!!💗

    Maria Antonia Hernández


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  11. Así es querido Miguel, cuando somos jóvenes nos queremos comer el mundo y muchas veces no comprendemos las cosas de los mayores, pero cuando llegamos a mayores vemos como esa sabiduría que hemos aprendido a lo largo de los años nos convierten en maestros de la materia y nos quedan esos recuerdos que hemos ido forjando día a día mientras éramos aprendices para convertirnos en sabios de la vida, pero esa nostalgia también nos llena muchas veces el corazón con los momentos pasados y las personas que ellas han estado presentes. Luis M. González

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  12. Maravilloso, Miguel. Diseccionas la vida con escrupuloso detalle y, lo mejor, sabes contárnoslo a los demás con tal precisión que sentimos que lo hemos escrito nosotros. Gracias por estos viajes al pasado y a los sentimientos que nos brindas.
    Un abrazo, Maestro.
    Luis C. Trijueque

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  13. Eres unico

    Jesus Cordero Santillan

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  14. Es una gran verdad

    Clara Perezagua Lopez

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  15. Tengo buenos recuerdos de esa casa vivía mi Tío Enrique mi abuelo Felipe he pasado muchos vera nos en esa casa un poco más arriba estaba la piscina gracias Pedro me ha dado mucha alegría verla

    Magdalena Martín Moreno

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  16. Tus escritos siempre son dignos de comentar, vive el presente el aquí y el ahora.

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  17. Muchísimas gracias a todos. Es bonito "juntar letras" y recibir como pago vuestros emocionantes y amables comentarios, aunque sean muy exagerados... Carmen, nadie de mi familia puede molestarse contigo. Recuerdas a mi padre con cariño y de mi madre siempre comentas cosas muy sentidas y amistosas. Agradecido a ti y a los demás por querer a Cadalso y a sus gentes con la honestidad con la que lo hacéis.

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  18. Recordar es vivir

    Amparo Palomino Urdapilleta

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  19. Ahí en una de las casas tenía un amigo Angel Navarro. Que puso un bar un poco más abajo y pasábamos las tardes ahí. Que tiempos. Ya no sé de él. A un tío suyo le llamaban Obispo.

    Ana Isabel Gallego Gonzalez


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  20. Muy bonitos recuerdos

    Amparo Palomino Urdapilleta

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  21. Si así es

    Obdulia Cordero Santillan

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  22. Gracias por la sabia reflexión de tu escrito, como siempre magnífico.
    Pepe Vázquez

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  23. Hola yo soy hermana de Ángel Navarro y ahora mismo no te recuerdo

    Luisa Navarro

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  24. Yo también dormí ahí

    Jesus Castrejón Martín

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  25. Hola Luisa Navarro soy nieta del caminero Nacho. Hija de Paloma. Mi abuelo vivía al lado de tu tío el Obispo y su mujer Julia. Tu primo Emilio. Yo era amiga de los charlas, matatoros, etc. Parábamos todos en el bar.

    Ana Isabel Gallego Gonzalez

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  26. Bellísima la foto de "Las Casetas". Tiene sus años y su indudable encanto emocional. Se distingue perfectamente la acacia (cuántos recuerdos...) En ella, en dos de sus ramas en forma de horquilla, mi abuelo, mis tíos y mi padre colgaban el guarro de la matanza para que se "orease" durante un tiempo. Si se agudiza la vista también se observa el perrito de hierro situado en el suelo, a la derecha de la entrada a las casas (eran tres). Lo utilizábamos para limpiarnos el barro que los días lluviosos llevábamos prendido en las suelas de goma del calzado. Incluso se ve pegado en la acacia un cartel de toros. Los solía poner cuando caían en mis manos, eran de los pueblos cercanos y del propio Cadalso. Se aprecia perfectamente lo frondoso que era el árbol y la enorme sombra que daba a nuestra casa. Yo me pasaba horas y horas sentado bajo esa sombra leyendo miles de tebeos que me dejaban Teodoro "Vigi", "Pelu", Juanín Magdaleno... y los poquitos que yo podía comprar y que luego, una vez leídos, cambiaba en los establecimientos al efecto en Cadalso. Entonces, entre el cielo y la tierra, había un niño con tendencia a leer, imaginar y comer "panyquesito" de la acacia, mientras le acompañaban su abuela y sus tías que cosían en bastidor. Años después jugaba con mis hermanos al baloncesto y con José "Peque" al fútbol. Él defensa central, servidor portero inseguro. Me parece que nunca he sido tan feliz en mi vida como entonces... Hoy gracias a la hermosa foto de Pedro Alfonso, he vuelto a serlo. Gracias Pedro.

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  27. Me alegra que la foto te haya traído buenos recuerdos. Gracias a ti por tu generosidad y entrega altruista cada jueves con los escrititos. Un abrazo.

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  28. Mucha razón

    Pilar Diaz Recamal

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  29. Recordar es volver a vivir, pero la vida también se vive mirando al futuro. Buen futuro para los jóvenes y para los que no lo somos.

    Javier Perals Samper

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