jueves, 18 de noviembre de 2021

RECUERDO DE UN SALUDO, por Miguel Moreno.

 

RECUERDO DE UN SALUDO



    Mientras estuvimos juntos fueron pasando esos años en los que la juventud se nos iba alejando con irremediable orden y armonía, esos años en los que hemos contemplado a nuestros hijos pasar de niños a adolescentes entre vistazos de satisfacción y desencanto, esos años en los que te empiezas a preguntar si sigues sintiendo el impacto del amor dentro de tu ilusión o ya sólo es el bello eco de nuestros tiempos enamorados. Aquellos años que sin remisión nos van dejando más huellas en el corazón que arrugas en la cara.

     En este preciso instante comenzamos a añorarte por lo que tienes de inolvidable. Cuando niños acariciábamos con la mirada y si de recordar se trataba, recordábamos siempre lo bonito que era lo realmente trascendental e inolvidable para nosotros: Aquella tarde calurosa pescando en el arroyo o aquélla otra en la que una chica nerviosa alcanzó a darnos el primer beso; todo estaba entonces exento del lastre negativo que el paso del tiempo va depositando sobre nuestros afectos. Por eso, ya sabes, en el fondo siempre nos estamos yendo sin saber adónde y a veces nos vamos (y nos quedamos) henchidos, afortunadamente, con lo mejor de tu humanidad.

 


    Como los niños te evocaremos: aquel tu primer saludo acogedor cuando llegamos desbaratados por la incertidumbre a Conservaduría, que es nombre que suena a decimonónico y por tanto a romántico; aquel amanecer con ensordecedoras sinfonías de gorriones repartidos por los viejos árboles del parque de Viana; aquella mañana de sábado otoñal y soleado que pasamos con nuestros hijos en La Pedriza, cuando ellos todavía nos daban la mano con cariño para evitar caerse entre las piedras y lo desconocido (ahora, en cambio, dan la mano a los “móviles”); aquellos mediodías enigmáticos en los que unos a otros nos bebíamos (y nos vivíamos) esos cafés que eran los encargados de facilitarnos el camino para el resto del día; aquella tarde que jugamos como niños ingenuos, frente al Círculo de Bellas Artes, a ser artistas de libros, desencuentros y eclipses entrañables; aquel otro atardecer navideño de cocido, mazapán y niebla inolvidable en Toledo; aquel cristma que estaba helado en el buzón pero con tu mensaje conmovedor y cadalseño aún caliente; aquella estela fascinante de tu perfume y tu sonrisa que eran el resplandor de tu alma… Y toda esa retahíla de vivencias que nos desgarran por dentro y nos ayudan a seguir en medio de esta desatada maraña que son las sensaciones cotidianas.

 


    Sin ti nos quedamos un poco neurasténicos, que es palabra más desoladora en su contenido que en su pronunciación. Cuenta el diccionario que es un conjunto de estados nerviosos (y anímicos), mal definidos, entre los que son constantes la tristeza, el cansancio, el temor, la emotividad y añadimos el amor, porque éste es de los pocos que siempre queda bien allá dónde se encuentre. En resumen la vida en estado puro, de la que tú te llevas un manojo de lo mejor de las nuestras, igual que Dulcinea que sin saberlo se llevaba el mejor ramillete del amor de Don Quijote.

                                                      Miguel MORENO GONZÁLEZ

16 comentarios:

  1. Muy bonitos recuerdos,

    Aurora Ferrera Ruiz

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  2. Hermosos recuerdos

    Diego Alarcon Rodriguez

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  3. Lo bonito del pasado.. qué bien lo cuentas..

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  4. De lo mejor que has escrito en los últimos jueves...ole y Olé...
    José A. Álvarez G.de Guzmán

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  5. Recordar es vivir

    Milagros Calvo

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  6. Qué bonito❤️

    Chelo Villarin Recio

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  7. Me gusta mucho vuestras historias me recuerda tiempos pasados

    Pilar Calvo

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  8. Hola, en esa CORREDERA desde 1961 en que, la conocí por primera vez (siendo novia de mi amado esposo QDEP,), hemos pasado momentos muy felices, en diferentes momentos muy felices.😘

    Maria Eugenia Blázquez Bascuas

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  9. Me he repetido .... momentos felices. Perdón 😟

    Maria Eugenia Blázquez Bascuas

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  10. Recordar es vivir

    Chelo Villarin Recio

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  11. Bonito recuerdo. Como la racha de viento que perturba la suavidad de la brisa, recoges una reminiscencia fugaz de lo que fue y la cuentas maravillosamente, cargándola de emotividad y embelleciéndola.
    Un abrazo, Maestro.
    Luis C. Trijueque

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  12. Chelo, soy muy mayor y, ahora los recuerdos en general me agradan mucho y, en particular los vividos en ese PRECIOSO CADALSO, en donde nació mi amado esposo QDEP y, que hemos pasado muchos días felices con nuestros hijos y, demás familia. 💖

    Maria Eugenia Blázquez Bascuas

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  13. Estupenda debió ser la persona que motiva tan bonitas reflexiones.
    Pepe Vázquez

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  14. Qué bonito❤️

    Marian Roman Garcia

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  15. Recordar es vivir

    Diego Alarcon Rodriguez

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  16. Muchas gracias a todos. Para mí, recordar es como si tuviéramos una "vida de repuesto".

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