Recordando a Pepe, El Vigilante de Cadalso
Se llamaba José Hernández Alcázar, pero todos siempre le hemos conocido como "El Abuelo" y también "El Vigilante". Durante muchos años fue la imagen cadalseña del orden y la justicia, pero también de la amistad y del saber comportarse como la gran persona que era. No pocas veces nos quitó el balón por jugar al fútbol en la Plaza, también en la Corredera, eso sí, con cortesía y palabras socarronas que sonaban a bondad. Pepe "El Vigilante" siempre fue un hombre del pueblo y un gran cadalseño, amigo de todos y amante de las buenas costumbres.
Hoy, al recordarle, a muchos de vosotros se os habrán venido momentos que pasasteis junto a él, escenas de aquellos años tan diferentes a los de hoy, situaciones en las que Pepe aparecía para intentar aclarar las cosas y dejar todo en buen orden, parece que le estoy viendo con su traje y su gorra de plato acercándose raudo para intentar aplacar los ánimos, nunca con violencia y siempre con sabiduría popular.
El la foto aparece con sus hijas Mari Carmen y Pepi un día del Hornazo de 1956. Espero que esta foto os traiga buenos recuerdos y sirva para recordar con cariño al personaje que siempre fue.
Mi agradecimiento a su nieto Emilio José, que ha cedido la foto al Archivo.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Yo si me acuerdo de el ,imponía respeto ,pero era una gran persona
ResponderEliminarLucia Lop
Yo si, le conoci
ResponderEliminarFlor Salgado Cembranos
Bonita foto el se parece a su hijo Teo en esa foto
ResponderEliminarMaria Antonia Hernández
Una buena persona el abuelo, entonces si que se respetaba todo.
ResponderEliminarMariano.
Yo me acuerdo de tío Pepe el vigilante y esta con la Mari Carmen y la Pepi sus hijas
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
Pedrito todo lo que as contado del vigilante es así imponía respeto porque te decía las cosas tan serio pero era buena persona
ResponderEliminarDolores Saez Canoyra
Me acuerdo de él más mayor. Y era una buena persona
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
Hola Pedro: Muchas gracias por escribir tan bonitas palabras de mi padre.Murió joven, 63 años. Me has emocionado y alabo tu buen gusto y saber hacer comentarios de las personas del pueblo siempre fijándote siempre en las cosas buenas y positivas. Emilio José me hace partícipe de tus comentarios. Gracias, de nuevo. Un abrazo.Pepi.
ResponderEliminarHola Pedro: Muchas gracias por escribir tan bonitas palabras de mi padre.Murió joven, 63 años. Me has emocionado y alabo tu buen gusto y saber hacer comentarios de las personas del pueblo siempre fijándote siempre en las cosas buenas y positivas. Emilio José me hace partícipe de tus comentarios. Gracias, de nuevo. Un abrazo.Pepi.
ResponderEliminarGracias Pepi, en un blog de Cadalso como es el Zorro Corredero no podía faltar el gran personaje que fue tu padre. Para los que nuestra adolescencia coincidió con él no podemos más que recordarle como la gran persona que fue.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Con sus hijas Mari Carmen y Pepi estábamos todo el día jugando en su corral o en el de mi abuela éramos vecinas
ResponderEliminarPilar Calvo Villarín
LOS ALGUACILES DE CENICIENTOS
ResponderEliminarDesde la plaza pululan,
entre pliegos y entre oficios,
los que otorgan beneficios
a coruchos congratulan
Estampas son del pasado
del Cenicientos remoto,
reminiscencias la foto
de un tiempo finiquitado.
Recuerdos son y añoranzas
de un pasado que no vuelve,
mas la añoranza me envuelve
de una infancia de esperanzas.
Gorras de plato y de dril
pasaban por nuestro lado,
y un temor siempre infundado
en la caterva infantil.
Ante su sola presencia
sentíamos un respeto,
que no es algo ya obsoleto
es vivir en convivencia.
La autoridad encarnaban
y ejercer buenas costumbres,
en tiempos de mansedumbres
que otros les preconizaban.
Y arrogantes o sutiles
o asperezas en su trato,
es amable este retrato
que trae a los alguaciles.
Buena gente , vecinos de siempre, la dioni una madre ejemplar y sufridores, D.E.P...
ResponderEliminarMaria Rosario Caballero Lopez
Gracias Pedro por poner esas palabras tan bonitas sobre mi abuelo Pepe.
ResponderEliminarEmilio José Tabernero Hernández
Buenos recuerdos me vienen a la cabeza de Pepe el Vigilante. Una gran persona y siempre iba a ver jugar al Cadaldo...y con su transistor oía los partidos y alguna vez llegué a preguntarle... Cómo va el Madrid y el Atléti?.. y me contestó...A..0...con su voz profunda.
ResponderEliminarJosé Antonio Álvarez Gallego de Guzmán
No se puede ser más cadalseño y humano que tú, amigo Zorro.
ResponderEliminarCarmen
Muchas gracias Carmen, creo que ambas cosas me viene por condición.
ResponderEliminarUn saludo.
Pepe el "Vigi"
ResponderEliminarJGabriel Storch de Gracia
Entre insultos y amenazas
ResponderEliminary conatos de agresión,
formas se pierden y bazas
y políticos bocazas
azuzan en Alcorcón.
EL CENTRO CULTURAL LOS PINOS
A Consuelo Ceregido Veiga
Hierros erectos, pátina de herrumbre
que hacéis original al edificio,
ceñís su extraño talle de artificio
y de vigor dotáis y reciedumbre.
Vedlo señorial, fiel a su costumbre,
si entre la cultura ejerce su oficio,
digno es de ostentar en su frontispicio
al Parnaso encumbrado hasta la cumbre.
Aquí convergen múltiples caminos
de conferenciantes, clases impartes
Consuelo en esencia sigue en Los Pinos
haciéndole anfitrión surtidor de artes,
de los poetas versos gongorinos
con la danza un bastión si lo compartes.
CUAL LOS PÉTALOS DE ROSA
A la Dra. Dña. Lucía Guillén Abásolo
Cual los pétalos de rosa
cuya fragancia acaricia,
sus manos son la delicia
volátil de mariposa.
Cuando sus dedos los posa
sobre mi desnuda encía,
mi boca, estancia vacía
queda amueblada de dientes,
por las artes competentes
de la doctora Lucía.
Unas muy buenas palabras para Pepe El Vigilante, q recuerdos de entonces, gracias Pedro siempre
ResponderEliminarEulalia Alvarez Navarro
El tio pepe el vigilante
ResponderEliminarJose Ignacio Calvo Acosta
Entrañable e inolvidable cadalseño con su correaje cruzando su uniforme azul marino, gorra de plato, cigarrillo sempiterno entre los labios, voz ronca y paso decidido y seguro... Como vamos pasando... Fue buen amigo de mi padre.
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