Encuentros con Casillas
Pasear por Casillas siempre desprende un halo de misterio, da igual la época, todas tiene algo de distinto y a la vez de sigilo y placer. La mirada se esparce por los rincones de esta tierra, siempre vigilada por los guardianes en forma de viejos castaños que habitan los lugares más ocultos del bosque profundo y húmedo que invade nuestro sentidos. A veces, el silencio es tan grande, que cualquier ruido nos susurra un hermoso sonido que atraviesa nuestro oído proporcionándonos un inmenso placer, puede ser una rama movida por el viento, el canto alegre de un pájaro, o nuestras mismas pisadas al caminar entre la hojarasca que cubre el suelo, todo es sencillamente placentero y ameno, tanto que cada cierto tiempo me trae, casi obligado, a estos lugares de Casillas tan trillados unas veces y tan solitarios tras. Y así, cada vez que visito este mágico lugar, siento la necesidad de dejarme llevar y de regresar cada vez que puedo, y son tantas que me siento agradecido por tener a mano y cercano todo lo que rodea a este pueblo de montaña, un pueblo de Ávila llamado Casillas.
Ya la floresta invernal
adquiere tonalidades,
y proclaman sus bondades
castaños al natural.
"¡Casillas no tiene igual
ni tampoco un parangón,
pues Casillas es balcón
emergiendo en la montaña
y la luz que la acompaña
es su propio corazón!".
Saturnino Caraballo
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Ya la floresta invernal
ResponderEliminaradquiere tonalidades,
y proclaman sus bondades
castaños al natural.
"¡Casillas no tiene igual
ni tampoco un parangón,
pues Casillas es balcón
emergiendo en la montaña
y la luz que la acompaña
es su propio corazón!".
Muchas gracias Saturnino.
ResponderEliminarUn abrazo
Mágica es también la forma que tienes tú de contarlo. Gracias.
ResponderEliminarLos pueblos son los tesoros
ResponderEliminary mezquindad sus justicias,
los pueblos tienen decoros
y en sus corazones oros
y los rigen baratijas.
Buenas fotos y gran relato Zorro, como siempre.
ResponderEliminarMariano
EPAMINONDAS
ResponderEliminarEl gran general tebano,
vencedor en cien batallas,
torreones y murallas,
tomó siempre por su mano.
Ni fue hueco ni fue vano,
su pensamiento fecundo,
mas padeció en lo profundo,
de la envidia los embates,
más fiera que los combates
y tan vieja como el mundo.
El coro de aduladores;
ResponderEliminarque rodean al famoso,
casi siempre a los mejores
suelen ser los inductores
de su caída en el foso.
AGUA BEBIÓ
ResponderEliminarAgua bebió en la esclarecida fuente
de las letras del libro y de la vida,
sin llevar a cabo vida recluida
lo supo desde que era adolescente.
Tuvo clara su vocación ardiente,
la llamada avivada y presentida,
virulencia volcánica surgida
del creativo fuego de su mente.
Sin base intelectual y por su cuenta
estudió a los clásicos con denuedo,
con la pasión y gustos de un esteta.
Incansable avanzó de forma lenta
y guiado por su instinto y por su credo,
nació para las Artes el Poeta.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho y Bardo de Cenicientos
Me repelen los pelotas;
ResponderEliminaraun siendo muy precavidos
lamen culos, lamen botas,
y suelen ser fementidos.
Buenos días feliz jueves
ResponderEliminarMuy bonito!!!
Esperanza De La Cruz García
Buenos días Pedro pasa un lindo día preciosa la fotos que mandas
ResponderEliminarAurora Ferrera Ruiz
Verdaderamente para quienes no lo conozcan es una maravilla en cualquier estación del año un saludo por hablar siempre también de mi pueblo
ResponderEliminarJuan Carlos Otero Peinado
Muchas gracias a ti por sentir la belleza de Casillas, y por el mensaje.
ResponderEliminarUn saludo
Casillas, precioso.
ResponderEliminarMaria Virtudes Marti
DE NUEVO SURGEN RUMORES
ResponderEliminarDe nuevo surgen rumores
y los siguen desmentidos,
ruedos cariacontecidos
y toros sin valedores.
Vendrán los laminadores;
de la Fiesta Nacional
torera y tradicional
herencia tan española
a la que un modismo asola
y al toro harán marginal.
EL TORO SALIENDO AL RUEDO EN LA PLAZA DE CENICIENTOS
En tarde sin viento hay lleno en el coso
en la nueva plaza recién construida,
y el timbal y el clarín dan la salida
a un toro cinqueño astas de coloso.
Figura imponente emerge del foso
fiero resuella y la testuz erguida,
produce asombro la estampa surgida
belleza fiera del tótem fogoso.
Un rayo de sol nimba su cabeza
la impregna de luz riesgo y fortaleza
de una fiesta única ancestral y mítica.
La historia mágica armazón de España:
que sus campos viste, hermosea y baña
del toro ausente de torpe política.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Es la foto muy atrayente
ResponderEliminarcon el prado y las ovejas
romántica y convincente,
tan verde y tan bien oliente,
para amantes sin dar quejas.
CUATRO VICEPRESIDENTES
ResponderEliminarCuatro vicepresidentes
y no es cuestión baladí,
hoy por ti, luego por mí,
y si sobra a los parientes.
Sufridos contribuyentes;
a los que ya nada extraña
si al ciudadano se engaña
y le fríen con impuestos
para tantos elementos
de los gobiernos de España.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Son las Taifas diecisiete;
ResponderEliminarengulléndose a la España,
y hacen que cualquier zoquete
ponga a la patria en un brete
desde su tela de araña.
Al inicio de salida
ResponderEliminarya desde muy jovencitos,
se apuntan a la partida
del Partido de su vida
y nos funden los euritos.
UN TOMATE EN SAL
La cabeza se devanan
en meter mano en la caja,
y como tienda en rebaja
lo que es de todos afanan.
Sus juramentos profanan
secando nuestro caudal,
y no son original
y pobres son en dinero,
pues austeros y un salero
no hay como un tomate en sal.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Plétoras de agua las fuentes
ResponderEliminarlos inviernos y veranos,
los castaños son afluentes
y las castañas turgentes
senos, para casillanos.
SALEDIZO DEL TEJADO
ResponderEliminarSaledizo del tejado
de la casa en que vivías
en las noches de los días
en que estuve enamorado.
Ya tanto tiempo ha pasado
que cuando pasé hace poco,
del saledizo que evoco
tan solo queda un solar
bajo un sol canicular
de aquel por ti mi amor loco.
EL CADENERO FRANCÉS
ResponderEliminarEn brillantes letras de "La Taberna",
el escritor francés Emilio Zola
de estancia sórdida, lóbrega y sola,
nos va introduciendo su pluma eterna.
Al fondo el soplete de llama interna
cenagoso el serrín que al suelo asola,
y un matraz de un sabio Merlín la bola
al oro sumisión que se prosterna.
Gervaise penetra sobrecogida
al taller de elaboración del oro,
y allí el cadenero y la esposa enferma.
Sueldan eslabones de una partida
de cadenas, de altar, de misa y coro
sin faltarles un ápice en la merma.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Belleza
ResponderEliminarLuis Perez Cea