miércoles, 17 de julio de 2019

A nuestras Peñas


A la Buvera y la Muñana




Han perdido la alegría
que de unísono alegraba,
y la Muñana gemía
cuando el fuego le mordía
y la Buvera lloraba.


Saturnino Caraballo
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

8 comentarios:

  1. Gracias a los q nos acercáis al Cadalso q queremos. Un saludo.

    Jesús Tardío Pato



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  2. Si la pobre se ha quedado desnuda una pena

    Ana Diaz

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  3. Pesadilla que acompaña
    a lo largo de la vida,
    si ardiera nuestra montaña
    y a la Buvera se daña:
    "¿Quién restaña nuestra herida?".


    LA PEÑA BUVERA

    Roca colosal, muro y horizonte,
    firme y granítica Peña Buvera,
    te hizo la creación alba cimera,
    hito y estandarte de nuestro monte.

    Águila imperial de vuelo en remonte,
    ave bicefala ahora pionera,
    embrionaria y abriéndole frontera
    a Cenicientos y el futuro afronte.

    La Buvera demanda un mirador
    con lupa incorporada y catalejo,
    roquedo monolítico exterior,

    de las luces pináculo el reflejo
    del impulso corucho creador
    que a la Buvera enmarca en este espejo.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  4. El daño es irreparable
    y exige reparación:
    "¿Son los pueblos el culpable
    o es una incalificable,
    y mala administración?".


    LAS FLORES DE LA RETAMA

    Las flores de la retama
    son adorno en la ladera,
    bajo la Peña Buvera
    junto al tomillo y la grama.
    Y nuestro pinar se enrama,
    y en Cenicientos se entraña
    su Peña que a nadie extraña,
    y al ponerse en ella el sol
    vemos como el arrebol
    es la bandera de España.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. Malestares se acentúan
    con el paso de los días,
    y Peñas se desvirtúan
    si sobre ellas solo actúan
    las decisiones tardías.


    CARRETERITA DE GRAVA

    Carreterita de grava
    que entre los pinos asciendes,
    tu subida no se agrava
    sabiendo que me desciendes.

    Y tu cúspide corono
    como el águila bifronte,
    y nunca me desmorono
    viendo el ópalo del monte.

    Y en lo alto de la Peña
    el cielo que se vislumbra,
    es el agua de una aceña
    cuya visión me deslumbra.

    Lagos de calma infinita
    sobrenadados de peces
    sobre mis iris orbita
    en centenares de veces.

    Aquí no crecen ortigas
    ni los cardos borriqueros,
    solo las piñas amigas
    de coruchos piñoneros.

    Y el orégano es un alce
    profuso en el crecimiento,
    y a la Peña da realce
    y la perfuma el aliento.

    Y una noche de verano
    he visto un amanecer,
    donde un planeta lejano
    bajó conmigo a pacer.

    Y asombrados ambos dos
    vimos un cese de vientos
    y a la Majestad de Dios
    bendecir a Cenicientos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. Desde mi Parnaso veo
    a la Buvera y Muñana,
    y la vista me recreo
    y mentalmente así creo
    mis versos de la mañana.


    LA PEÑA CHICA O SILLA DEL CABALLO

    Hace tantos años que ya mal me acuerdo:
    cual cabra montes coroné su cumbre
    y en su cima sin óxido ni herrumbre
    flores hallé insertas en mi recuerdo.

    Retazos fugaces donde me pierdo,
    en el cielo de julio ardía lumbre
    y un paisajístico y bello vislumbre
    en concordato con un mundo cuerdo.

    Gredos monumental sobre su espalda,
    a la Silla cubría y daba guardia
    a sus pies el pinar gema y guirnalda.

    Y a su frente los Montes de Toledo,
    centinelas del llano y salvaguardia
    de la Peña Chica en donde me quedo.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  7. No deslucir la visión;
    que en mis ojos predomina
    y en mí es una religión
    y profunda devoción,
    por nuestra Peña y colina.


    PEÑAS DE CENICIENTOS

    Centinelas silenciosos
    grises, de piedra blindada,
    regiamente coronada
    por pinares procelosos.

    Con paisajes majestuosos
    a sus pies en la llanada,
    por viñedos constelada
    y olivares armoniosos.

    Peñas sois de Cenicientos,
    escarpadas y peladas
    y asiento de ventisqueros

    donde neblinas y vientos
    desfilan por las majadas
    de los últimos cabreros.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  8. "Cosas de hombres y mujeres
    son los amores de ayer,
    casi los tengo olvidados
    si fueron alguna vez".

    D. Antonio Machado


    En las Peñas vericuetos
    se formaron entre pinos,
    de los amores secretos
    que acabaron de esqueletos
    por opuestos sus destinos.


    NO DIGAS QUE MI MEMORIA

    No digas que mi memoria
    ya me falla y me flaquea,
    y la ribera bordea
    de lo que fue nuestra historia.
    Es más bien tu desmemoria
    quien se olvida de repente
    de líquenes de la fuente
    y margaritas del prado,
    cuando tendida a mi lado
    se te arreboló la frente.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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