Bichos, habitantes silenciosos
Inclino la cabeza, me acerco todo lo que puedo, enfoco y disparo, es un sin fin de imágenes que nos regala el campo cadalseño, sólo hay que saber mirar, amar y dejarse llevar por esos otros seres con vida y movimientos, a veces inesperados, que encontramos ahí, a nuestro lado.
Una margarita puede ser el lugar elegido, otras veces el cantueso, cualquier planta puede albergar una grata sorpresa, aunque a veces, tal vez demasiadas, la sorpresa tiende a desaparecer, suerte que ellos pueden volar.
Si puedes y te apetece, abandónate durante unos minutos, que seguro se convertirán en horas, déjate llevar por el color de las planta y las flores, localiza el bicho en cuestión, acércate, relájate y ten paciencia, la suerte no depende de ti pero ayuda mucho, y te sentirás flotando en su mundo, sintiendo sus zumbidos, oliendo el liquido viscoso que a veces desprenden, situación que te dejara absorto y entregado. Las fotos puede que salgan o no, eso es lo de menos, porque cuando termines habrás vividos grandes y entregados momentos, adquiriendo esos conocimientos que comienzan en lo más pequeño, para ir conociendo lo más grande, la vida sin distinciones donde todos somos iguales, aunque a muchos les parezca ridículo. Horrible sería que todos pensáramos igual.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso