De exquisita cortesía
y esmerada corrección,
de urbana melancolía
me habla de su barbería
Víctor con gran emoción.
Al igual que yo de niño,
él su oficio lo aprendió
y le dispensó cariño
y a cada testa el aliño
acorde, a su pelo dio.
A Cadalso siempre tuvo
dentro de su corazón
y en él siempre se mantuvo,
y con sus gentes sostuvo
entrañable relación.
Hizo una "mili", de ensueño,
cuando la patria llamó
y allí puso gran empeño
desarrugando algún ceño
y al coronel se ganó.
Cortaba el pelo a dos hijos
pequeños, del coronel,
y entre bromas y acertijos
fueron de sus clientes fijos
como el resto del cuartel.
Luciendo su bata blanca
ni el uniforme vistió
y con su mirada franca,
y sonrisa que no estanca
sólo una vez lo lució.
Entre rudos legionarios
al Caudillo contempló,
rodeado de breviarios
y marciales escenarios
ante Franco saludó.
Y a pesar de sus mareos
y a su no querer viajar,
ni afición a devaneos,
el colmo de sus deseos
se colmó al poder volar.
Volando con los "paracas",
y desde el avión saltar,
y ver por el suelo vacas
y volando a las urracas
nunca más quiso probar.
Y en Cadalso nuevamente
su actividad prosiguió,
y se enfrascó totalmente,
con su bodega y su gente
en el pueblo en qué nació.
Y en el autobús del Gato
siempre lo encuentro genial,
y aquí os traigo su retrato
y en mis versos el formato
de un cadalseño cabal.
Saturnino Caraballo. El poeta corucho
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Un buen homenaje a Victor el Trucha.
ResponderEliminarMariano
¿El Trucha, por qué?
ResponderEliminarMuy bonito el poema
ResponderEliminarJuani Perez
El bueno de Víctor me ha tomado muuuuuchas veces el pelo...
ResponderEliminarJGabriel Storch de Gracia
Que buenos recuerdos me trae esa GRAN PELUQUERÍA, por mucho que tuvieras que esperar siempre se pasaban buenos ratos con sus peluqueros VICTOR Y CELITO (q.e.d.). Buena gente.
ResponderEliminarEmilio López García
Muy bonito poema
ResponderEliminarPilar Calvo Villarín
La verdad es que el poema es un buen homenaje a Víctor el trucha. Creo que sigue vivo.,?
ResponderEliminarEnhorabuena a Saturnino
Chelo Villarin Recio
Será el único que queda de los truchas? Pedro
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
Si, sólo él vive entre nosotros, pero el resto de la familia siempre vivirá en nuestros recuerdos.
ResponderEliminarMuy bonito homenaje y muy merecido,buena persona el y todos sus hermanos, siempre los tendré en mi recuerdo, especialmente Angelines
ResponderEliminarMari Carmen Carretero Santillán
Mi peluquero por mas de 30 años y bodeguero gracias Víctor
ResponderEliminarFrancisco Gutierrez Lopez
Qué recuerdos!!!
ResponderEliminarLudy Santos
Eran grandes vecino bueno queda Vítor que también lo es
ResponderEliminarMari Carmen Villaverde
CORTE DE PELO A TAZÓN O A CALVOTE
ResponderEliminarCorte de pelo a tazón
a coruchos nos hacían,
porque cabellos crecían
como en bosque sin podón.
Sentados en el sillón,
si la cabeza movías,
sabías que recibías
al momento un pescozón.
Cuando daban vacaciones,
el mes de junio llegado,
nos pegaban un rapado
terror de los cabezones.
Nos dejaban la cabeza
tan calva, monda y lironda,
como de momia redonda
egipcia sin la corteza.
Sobre la frente un flequillo
convertido en un mechón,
parecía ser flemón,
en cara del coruchillo.
Nos brillaba el cabezón
sin escuela en vacaciones,
como a indios motilones
descubiertos por Colón.
En las cabezas pelonas
lugar no había de piojos,
ni piojos verdes ni rojos,
ni liendres en las coronas.
Pelo a tazón o a calvote
nos costaba una peseta,
e íbamos con la chaveta
despoblada hasta el cogote.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
¿QUÉ FUE DE AQUELLAS GUEDEJAS?
ResponderEliminar¿Qué fue de aquellas guedejas
del pelo de la cabeza
que se cae con presteza
y sale por las orejas?
Y estas tan pobladas cejas
que parecen de ogro viejo
y espanto son del espejo,
y arruga de sensatez
clarinazo es de vejez
que ya vive en mi entrecejo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucha
LOS DESPOBLADOS CABELLOS
ResponderEliminarEn mis cabellos despoblados veo
y en la nieve que cubriendo mis sienes
me muestran estos apreciados bienes,
de que en la vida todo es un deseo.
La vida casi nunca es un paseo:
repleta de sonrisa y parabienes,
es ardua la pelea que sostienes
para participar en el recreo.
Mirar un poco atrás yendo adelante,
no perdiendo jamás la perspectiva,
manteniendo los pies y mente activa.
Ser en la duda un fiel recalcitrante,
y bullendo la idea en la tonsura
que alterna la locura ente cordura.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
"que alterna la locura entre cordura".
ResponderEliminarAsí es el último verso, pues a veces, la falta o la sobra de una sola letra,
puede malbaratar o cambiar el sentido del mejor de los poemas.
Un saludo, Pedro.
Gracias a todos los que con vuestros sinceros mensajes hacéis posible que cada día el ZC siga adelante y no deje de sentirse útil para todos los que aman Cadalso y a esos personajes que forman parte de él.
ResponderEliminarUn abrazo a todos.