Ay Joselito, ay que recuerdos!
Hace ya unos años que falleció José Alfonso Álvarez, conocido por todos desde siempre como Joselito. Siempre tuve una gran amistad con él, no convivimos mucho por eso de la diferencia de edad, pero si apreciaba siempre su presencia, mucho más en los últimos años, cuando visitaba a mi padre, eran primos por el apellido Alfonso y sé, por lo que veía y notaba entre ellos, que se tenían mucho cariño. Recuerdo que entre ellos se llamaban el uno al otro José, ni Pepe, ni Joselito, José acentuando la e. También sé que al principio de sus vidas tuvieron la misma profesión, eran albañiles, cosa que no podía ser de otra manera al heredar la profesión de sus padres Román y Pedro, ambos hijos de Luis Afonso, luego le pondrían la L al apellido, que en el siglo XIX, aproximadamente en el año 1879, llegó a Cadalso procedente de una pequeña aldea portuguesa situada junto al municipio de Caminha en el distrito de Viana do Castelo, en la región del Alto Minho. Debido a esta procedencia, a sus hijos Pedro y Román siempre se les conoció como "los portugueses".
Más tarde la vida llevo por caminos diferentes a los primos, pero siempre les recuerdo muy unidos, aunque se tiraran muchos días sin apenas verse.
Hoy, a pesar de los años, siempre tengo la imagen de Joselito en su casa de la carretera de las Rozas, montando en su moto, y en algunos viajes a San Martín con su flamante Dodge, así como de esas cañas que en alguna ocasión compartí con mi padre y con él, aunque he de decir que de esto último, todo Cadalso tiene grandes recuerdos de Joselito.
Unos días antes de que partiera para Cadalso de Arriba, hablé con él en la Corredera, conducía como si tuviera 20 años, bueno, se comía alguna acera pero poco más. Ese día, al preguntar por su delicada salud, por entonces le habían puesto un marcapasos, me dijo que se encontraba bien, que el aparato ese que le habían puesto funcionaba, aunque él no notara nada y siguiera haciendo su vida casi normal, pero a partir de entonces las cosas no fueron muy bien y un día dejamos de verle, de oírle, de sentir su voz y su mirada, José, Joselito, se había mudado de casa. Ahora como tanto cadalseños y cadalseñas, incluido su primo José, habita en Cadalso de Arriba, un lugar silencioso donde los recuerdos y las emociones emanan a cada paso, a cada momento. Ay Joselito, Ay Joselito.
Pero la vida continúa aquí abajo, en este otro Cadalso, mucho más ruidoso, pero también mucho más ambicioso y mezquino, como si lo de aquí nos fuera a servir o fuera necesario para el otro. Hoy al escribir estas letras mis sentidos enlazan con él, le siento vivo y cercano, porque sin la menor duda sigue estando entre nosotros, y así será mientras vivamos los que le hemos querido y conocido.
13.09. 1926
01.05.2013
Zorro Corredero
Fotos: Álbum Familiar Alfonso Álvarez
Joselito, Joselito... Yo era un niño y vivía casi enfrente de su casa en la carretera de Rozas. Y seguramente que sólo por eso, por ser vecinos y... bueno también por lo bien que hablaba de mi padre y mi padre de él: "Se ha hecho a sí mismo y es un hombre que siempre sabe salir adelante..." pues eso, que yo le admiraba y le respetaba. Y luego está su afición a los toros. Recuerdo que él era quien se echaba al callejón de maderos que unía los chiqueros de aquella plaza de madera con el camión, para quitar el candado de la barra de hierro protectora que llevaba cada cajón y, a continuación, soltaban al toro levantando la puerta. Y su voz, aquella voz bonita de locutor de radio... "¡Venga, atentos, soltamos el siguiente..!"
ResponderEliminarBonito recuerdo el que has escrito de Joselito, Pedro. Un abrazo para ti y todas su familia.
MI TESTAMENTO VITAL
ResponderEliminarA mis hijos
En un día de sol, de tenue brisa
mis cenizas se esparcirán al viento.
Privado ya de voz y movimiento
con virtudes expuestas en la misa.
Obviados mis defectos por la prisa
del funeral que anula el pensamiento,
en mi familia habrá un abatimiento
y en el amigo esbozo de sonrisa.
Mis órganos perpetuarán su vida
viviendo nueva existencia terrena.
Y de mí y por mí nadie se conduela,
pues volveré al inicio de partida
enlazando de nuevo la cadena,
mis cenizas jugando en la Plazuela.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA URDIMBRE DEL TIEMPO
ResponderEliminarLa urdimbre del tiempo obrando
su paso por cuanto aflora
solo el recuerdo se añora
de cuanto fue dulce y blando.
Los años se van pasando
bien envuelto el embalaje,
el atavío y el traje
del camino recorrido
por cuanto amamos y es ido
y es figura del paisaje.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Coorucho
Puedo dar fe, de que fue una gran persona y muy generoso DEP
ResponderEliminarPalmira Usero
Para mi el tio Joselito,no sólo fue mi jefe cuando con tan solo con 17 años me puse a sus ordenes como peón,cuando mi padre el tío Pedro el arriero me presento y dijo Joselito mi hijo quiere trabajar y dijo,pues si quiere trabajar se va a hinchar y me puso a las ordenes de Pedro pijota su encargado y primo de confianza y me hinche,fue el verano que mas trabajé para otro pues siempre trabajé con mi padre y con orgullo digo me enseñó a respetar la mano que te da de comer,bueno esto es un pequeño homenaje a mi segundo padre el tio Joselito,por muchos años que pasen te tendré siempre en mi retina D.E.P tio José
ResponderEliminarJose Maria Moreno Gonzalez
¡Grande Joselito!
ResponderEliminarCarlos Herresanchez
Todo mi cariño y recuerdo para el tio Joselito al que en Cadalso de Abajo le seguimos echando mucho de menos ....
ResponderEliminarLoren Alfonso Jeronimo
Muchisimas gracias, la verdad que temía este momento desde que me dijiste que lo ibas a hacer, sabia que las palabras que le dedicases iban a tocarme mucho. Gracias también a los que habéis hecho un comentario se nota que le queríais.
ResponderEliminarBonitas palabras Jose Maria Moreno Gonzalez,sin duda alguna una gran persona.
ResponderEliminarJose Ignacio Calvo Acosta