viernes, 7 de julio de 2017

El camino de la Antanilla, regreso a casa.



El campo, nuestro campo...




Del campo manaba un olor que te hacía soñar, era como si al alzar la vista sintieras su proximidad, daba igual el lugar, los hombres, el momento, todo desprendía cercanía y bonanza en aquellas tardes de regresos y final de jornada. Nadie era indiferente, las mujeres esperaban al ocaso para ver a sus hombres cansados pero ilusionados, ellos notaban la proximidad del hogar caliente y familiar, los muchachos sólo nos dejábamos llevar por los juegos, las risas y a veces las vergüenzas, no teníamos el convencimiento de la dureza del trabajo, el frío y la soledad de ellos, era lo que siempre habíamos visto y vivido. Cuando tomaron conciencia, los años habían transformado las formas y los hombres, ya nada era igual, pocos percibían aquella inquietud por los hielos o la lluvia que se llevaban el trabajo de meses en una sola noche de helada o tarde de tormenta, ciertamente ya nada era igual.
Hoy cuando los muchachos de los 60 nos sentimos perdidos entre los silencios amenazantes del campo, cuando ya no existen las alegrías reconfortables de aquellas tardes de regresos y esperas, cuando los finales felices de los cuentos no llegan, porque nunca comienzan, el destino nos permite volver a ser niños de Cadalso, a escuchar la respiración agitada de alguna caballería, a notar los dedos apretados al ramal y a sentir la mirada y los pasos de alguno de los últimos hombres del campo. 
Hoy es probable que muchos ya no sientan esta inquietud, que mis palabras ya no se comprendan, más los muchachos de los 60, si lo entenderán, y aunque sólo sea por unos instantes, los que tarden en leer estas letras mientras su mirada se pierde en la imagen, volverán a caminar por la senda perdida de otro tiempo, por la aventura del pasado, y de nuevo se sentirán niños. 

A  Pedro Villa "Bigardo" y sus caballerías, que me han inspirado para poder pensar y escribir esto que estáis leyendo ahora mismo. Muchas gracias. 


Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

7 comentarios:

  1. LA FUENTE DE LA ANTANILLA

    La fuente de la Antanilla
    al fondo de una calleja,
    tenía un grifo de teja,
    y una sombra de olivilla.
    Raíces de una cepilla
    por la pared asomaban,
    y las coruchas cantaban
    al llenar de agua el botijo
    de un líquido tan prolijo
    que nervios desatacaban.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  2. ANTIGUA ESTAMPA DE CENICIENTOS

    Ved a Domingo montado
    a lomos de su borrico,
    dichoso se siente y rico
    de vuelta con su ganado.
    La mula por un costado
    a sus plantas viene el perro,
    la oliva nos tapa al cerro
    y él se encamina a su casa,
    donde al calor de la brasa
    cena aguarda en dulce encierro.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. LA SIEMBRA DEL BARBECHO

    La mano vuela y lanza la semilla
    que cae blanda en fértil ya el barbecho,
    y la tierra núbil sirve de lecho
    hasta tornarse seca y amarilla.

    Ya sobre la tierra espejea y brilla
    cercada por los pájaros de acecho,
    que picando anulan el aprovecho
    del grano reservado hacia la trilla.

    Uncida y en collera va la yunta
    que abre besana de una a otra punta
    con la reja motora del arado.

    En un campo brumoso del otoño
    donde la mies invernal ya es retoño
    del trigo que ha nacido en el cercado.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  4. Un oficio a extinguir

    Antonia Frontelo Morales

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  5. Hace unos meses le hice una foto y dije es uno de los últimos cadalseños del campo con todo el equipo completo borrico,mula y perros y bigardo a sus queceres,que recuerdos cuando estando aún en la cama esperando que la tia María,mi Madre nos decia vamos a la escuela nos habían despertado los ruidos de los cascos de las caballerías que se apresuraban a aprovechar la mañana para volver pronto a casa a refrescarse,por todo ello mi mas sincero homenaje a tantos cadalseños del campo,os tengo en memoria cada día

    Jose Maria Moreno Gonzalez

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  6. Muy buena la foto y muy bueno el comentarios.

    Mariano

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  7. ¡Que imagen!,como ésta ya se ven pocas

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