Tempranillo en el Boquerón
Es muy probable que esta zona del Boquerón cadalseño, sea una de las más agraciadas para tener una viña y disfrutar a la vez del paisaje, ( Mira la foto ) con las montañas de fondo, con la Garganta del Boquerón ahí mismo, llena de frondosidad paisajista, de naturaleza, y de esa población de buitre negro y leonado que tantas veces surcan los cielos, se puede decir, y no me equivoco, que estar aquí vendimiando es disfrutar de todo lo que nos rodea.
Mi destino no era otro que la tan nombrada Casa Tablas, esa de la que todo el mundo ha oído hablar y nadie ha conocido, pero camino del lugar donde algunos hemos conocido la casa de los forestales, en ruinas muchos años y hoy desaparecida, me fijo en unos vendimiadores que se afanan en su trabajo, me detengo y entro hasta la mitad de la viña donde se encuentran. Al verme llegar paran, miran y rápidamente se entabla un corta pero ilustrativa conversación; pregunto qué variedad de uva es, me contestan que tempranillo, y me decido a fotografíar esta uva, nada cadalseña en el pasado donde imperaba la garnacha, pero que en los últimos tiempos se está implantando en nuestros campos gracias a la labor y empeño de jóvenes bodegueros que han visto en estos caldos una fuente de innovación y también de ingresos.
No estoy mucho tiempo, no quiero cortar su trabajo, tampoco es agradable que alguien esté dando vueltas a tu lado mientras trabajas, así pues les dejo seguir y a cierta distancia tomo unas cuantas fotografías del lugar y de lo que en ese momento está aconteciendo, pasados unos minutos me vuelvo a acercar, solicito un par de poses y me despido.
Hoy, camino de Cadalso he vuelto a dejarme llevar por los recuerdos, me pasa casi siempre que piso este valle, no lo puedo evitar y me vienen a la mente aquellos años de vendimias cuando casi todo eran viñas y todo el pueblo participaba de este gran acontecimiento, cuando Cadalso era un pueblo eminentemente agrícola y casi todas las familias dependían del campo, de las viñas y de la garnacha, pero las cosas cambian y hoy sólo una parte de los cadalseños, si es que hay alguno, viven de esto., es la vida y su evolución, algo que nadie puede evitar.
Mi agradecimiento a estos dos vendimiadores, uno de San Martín y otro de Cadalso, por al buen momento que me han regalado, también agradecer a Alfonso, dueño de la viña, su afán e ilusión por recuperar nuestros campos y dotarlos de nuevas viñas que cada año proporcionan esos frutos que se convertirán en excelentes caldos, dando fama a Cadalso.
Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Pues Pedro, creía k ya había terminado la vendimia. Pero esta uva se coje más tarde.
ResponderEliminarK bueno que no se deje perder el campo, ojalá salieran más gente para no ver el campo perdido.
Chelo Villarin Recio
Nooo, la vendimia ya terminó, es de mediados de octubre, pero lo he puesto ahora para recordar.
ResponderEliminarUn saludo
Ahhhh Pedro gracias
ResponderEliminarChelo Villarin Recio
¡Que racimos más hermosos!, por lo que se ve parece que ha habido buena cosecha.
ResponderEliminarGracias por vuestros mensajes.
ResponderEliminarUn saludo
Cadalso tierra de vinos y pinos
ResponderEliminarMaria Antonia Hernández
Que racimos más hermosos que buen vino sale de de esas viñas que da gusto verlas cuántos recuerdos parece que estoy viendo a mi abuelo pisando la uva en su bodega muchas gracias por todas esas fotografías que me recuerdan tantas cosas de mi niñez mil gracias
ResponderEliminarMagdalena Martín Moreno
Que buenas hay por esa zona y sus caldos
ResponderEliminarAna Diaz
Es verdad
ResponderEliminarMaria Montes
A MEDIDA QUE MADURA
ResponderEliminarA medida que madura
la viña en pleno se alegra
viendo cómo su uva negra
la tierra parda escultura.
Negritud que en la llanura
va creando sedimentos
sobre racimos contentos
de integrar unos con otros
lo mejor entre nosotros
nuestro vino en Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho