El vidrio de Cadalso

   Orígenes y fabricación del vidrio de Cadalso

              

       Hornos de la última fábrica que funcionó en Cadalso hasta principios del siglo XX.

      Esta fotografía está sacada de una diapositiva realizada en 1986, ese día varias personas 

     descubrimos los hornos hasta tener esta imagen, años más tarde  fueron destruidos.

Los orígenes de la fabricación de vidrio en Cadalso, datan de finales del siglo XII, y es en el siglo XV cuando comienzan a ser conocidos, pero no será hasta los siglos XVI y  XVII cuando consiguen gran prestigio llegando a competir con los mejores de España y Europa.

Madrid llegó a tener varios hornos de vidrio distribuidos en distintos pueblos como Aranjuez, Nuevo Baztán y Cadalso que por entonces pertenecía a la provincia de Toledo. En estos lugares se hacían objetos de vidrio artísticos y también utilitarios, consiguiendo hace r de este trabajo de la vidriería un arte. Otros lugares donde existieron hornos fueron San Martín de Valdeiglesias y Valdemaqueda, aunque en estos se realizaban principalmente vidrieras que fueron a parar a las catedrales de Toledo y Segovia.

De todos los hornos mencionados fueron los de Cadalso los que adquirieron mayor fama y reconocimiento, siendo conocidos en toda España. Para realizar los hornos se utilizaba piedra del cercano Cerro de Guisando y barro del arroyo de Tórtolas que era muy resistente a las altas temperaturas. En el siglo XVII el maestro vidriero Juan Denís decía:

“Para hacer el horno se deba buscar barro que se tenga buena experiencia que no derrita el mucho fuego, como es un barro negro que sacan de un arroyo que llaman Tórtolas que está entre Cadalso y San Martín.”

       Vidrios de Cadalso. Museo Etnológico de Cadalso Casa Corredera


La leña era abundante en Cadalso y al estar cercana  era fácil de transportar, permitiendo hacer acopio de grandes cantidades de un año para otro para que llegado el momento estuviera seca y por la tanto fuera fácil la combustión. La troncos debían estar astillados y medir cerca de medio metro,  para su compra que era muy barata se utilizaban unas cajas medidoras que llamaban “cárceles“. Muchos cadalseños se dedicaban al acarreo de la leña desde los pinares hasta los hornos, lo que les proporcionaba un dinero importante para su sustento. El montón de leña era enorme y debía de permitir tener los hornos encendidos día y noche durante diez meses que era el tiempo que duraba la campaña, siendo agotada toda la leña al término de ésta, momento que los obreros aprovechaban para realizar una tradición que se hacía cada año y que consistía en colocar dos troncos en forma de cruz adornada con flores recogidas en el campo.  

La barrilla, planta arbustiva de la familia de las quenopodiáceas, ramosa, de hojas blanquecinas y flores verduscas con cuyas cenizas se obtenía la sosa para la fabricación del vidrio, se traía desde algunos pueblos de Toledo, principalmente de Tembleque.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso