lunes, 23 de junio de 2014

Agatha Ruiz de la Prada y las cadalseñas.





Fue un encuentro casual? Había quedado para tomar algo? No, no lo sabemos, porque sólo el documento gráfico nos puede proporcionar esta imagen sin palabras. Sé que lo pasaron bien y que después hubo copas y canapés, también que otra cadalseña por circunstancias del momento quedó alejada y no formó parte de la imagen. En fin, que lo disfrutaron y que nos alegramos.

Un beso a las cuatro.

Zorro Corredero
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso

3 comentarios:


  1. Ole las cadalseñas, y la Agatha pues tasmbien.


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  2. MODAS, ROPAS Y REMIENDOS EN CENICIENTOS

    En los años de carencias,
    de puntadas y remiendos,
    sin dinero ni existencias
    en las manos excelencias
    se volcaban en atuendos.

    Para nuestras madres era
    base de su fundamento
    que a sus hijos se les viera
    ni rotura en la culera
    ni en vestir desabrimiento.

    Aquellas manos callosas
    en todo trabajo duchas
    remendaban primorosas
    en las tardes ardorosas
    las vestiduras coruchas.

    Pantalones con zurcidos
    de sobrantes de retales
    en color muy parecidos,
    estaban tan bien cosidos
    que parecían tal cuales.

    El dedal cubriendo el dedo
    y veloces las puntadas
    antes que el rezo de un credo
    era por meses remedo
    de pieles desabrigadas.

    Y tenían como lema:
    "¡pobres somos pero limpios!".
    Y sin baldón ni anatema
    con aquella estratagema
    íbamos más que relimpios.

    Pero ahora lo que impera
    en el mundo de la moda,
    al comenzar primavera,
    pantalón y sudadera
    verla descosida toda.

    Y mujeres elegantes
    y muchachas casaderas
    como las rosas fragantes
    van paseando pimpantes
    enseñando posaderas.

    Y en nada resulta extraño
    si somos amplios de miras
    y a nadie le hace daño
    sumergirse en este baño
    donde nadas y respiras.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. LAS ROPAS DE CASTIGAR DE LOS CORUCHOS DE ANTAÑO

    Para el campo ropa usada
    usaban el día a día,
    y si un festivo venía
    solo una muda guardada.
    En la percha bien planchada
    para el baile coruchar,
    o para novia buscar
    y a su madre le decían,
    y melosos le pedían
    sus ropas de castigar.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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