Piedra Escrita y la Sierra de Lancharrasa al fondo
Durante la dominación romana estas tierras de Cenicientos,
Cadalso y Almorox servían de frontera entre las provincias romanas de Lusitania
y Tarraconense. Por este motivo parece ser y en ello están de acuerdo los
historiadores, se mandó poner este hito divisorio en medio de la nada, y que hoy
conocemos como Piedra Escrita. Aquí rodeada de tierras casi abandonadas de
labor, algunos huertos y mucho monte bajo, la famosa piedra resiste el paso del
tiempo y hasta de los incendios, como el último acontecido por estas tierras y
que tan solo se quedó a unos 300
metros del lugar.
Pero la verdadera historia de Piedra Escrita no se conoció
hasta hace unos años, fue gracias a una profesora de la Universidad Autónoma de
Madrid llamada Alicia Canto, especialista en epigrafía, que visito la piedra y
realizó el estudio de la inscripción para dar con la solución del por qué de
esta piedra, al menos su opinión, que parece ser muy acertada.
La Piedra Escrita de Cenicientos se descubrió hace muchos
siglos, yo tuve la gran suerte de visitarla por primera vez allá por el año
1981, entonces acompañado de D. Antonio Box y Salvador Alcázar, y he de
reconocer que quedé sorprendido ante las dimensiones de la piedra y las
inscripciones que en ella aparecían, algo que hasta entonces jamás había visto
en la zona y que a día de hoy sigue siendo único.
Piedra Escrita es una gran piedra de granito de unos siete
metros de alto y nueve de perímetro y cerca de veinte toneladas de peso. En una
de sus caras tiene tallada una hornacina
de 2,40 x 1,27 y dentro se ha grabado un relieve en el que se pueden ver a tres
personajes que por su expresión parecen estar llegando a un acuerdo sobre algo.
La piedra tiene toda la pinta de haber estado allí siempre y de haber sido
elegida por sus características para este fin.
Allá por el siglo II d.C vivía por estas tierras un romano
con su familia, este agradecido por algo, puede que por tener unos hijos sanos,
por las cosechas o simplemente por lo bien que le iba la vida, mandó realizar
estos grabados en una piedra existente dentro de su hacienda y dedicárselo a
Diana, diosa protectora de la caza y de la fertilidad.
A la izquierda de los personajes aparece una inscripción que
nunca nadie había conseguido describir, fue como ya he dicho la profesora
Alicia Canto la que tras un exhaustivo estudio llego a descifrar el
significado. Parece ser que estas letras fueron manipuladas y por lo tanto
borrado el mensaje primitivo que según Canto era el siguiente: A L S SISC Q
DUANAE que quiere decir: Animo libem solvit, siscinius Q Duanae, y que
significa que Siscinius Q daba las gracia a la diosa Diana.
Los personajes por tanto son Siscinius y su esposa en
actitud de agradecimiento a la diosa Diana. También hubo una vaca y un cabrito
pero estos hoy están totalmente desaparecidos del grabado, tal vez por el paso
del tiempo o por la mano de algún desalmado. Unos agujeros a cada lado del
grabado indican que en el pasado debió tener algún tejado o algo que lo
protegiera.
En otra inscripción que se encuentra al otro lado de la piedra, se aprecia unas oquedades que aparentan ser la huella de un oso y que se asocia a un lucus romano que debió existir en esta tierra, bosque sagrado por donde la diosa Diana paseaba y que siguiendo la tradición romana estaba prohibido adentrase de noche.
Como hito divisorio de provincias romanas, como ara a la diosa Diana o como señal de un bosque sagrado, lo importante es que este monolito ha llagado hasta nuestros días y todos podemos disfrutar de él y lo que es mejor sacar conclusiones, unas creíbles y otras menos pero que hacen del lugar un sitio con encanto, historia y seducción.
Peña de Cenicientos
Con el fondo del pueblo de Cenicientos y el vigía de estas
tierras, que no es otra que su Peña, la Piedra Escrita sigue dando que hablar,
sigue siendo motivo de estudio para historiadores y arqueólogos que buscan el
verdadero significado de este monumento, y así desde hace 1800 años.
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Para saber más
http://cenicientos.blogspot.com.es/2008/10/piedra-escrita.html
http://cenicientos.blogspot.com.es/2008/11/la-piedra-escrita-de-diana-en.html
Gracias Pedro, por este sencillo y bonito reportage que haces, de uno de los lugares más emblemáticos de Cenicientos.
ResponderEliminarAlberto Ayuso.
¿por donde se puede ir a ver esta piedra?
ResponderEliminarUn saludo
Roberto
Yo te llevo,Roberto.Paquitopirta
ResponderEliminarEs mas,si quereis organizamos un excursion para todo el que este interesado,si el Zorro lo cree conveniente,yo os acompaño hasta el lugar.Paquitopirata.
ResponderEliminarok a partir del miércoles estare por Cadalso, quedamos y la vemos
ResponderEliminarun saludo
Roberto
Gracias Alberto, la Piedra Escrita es un lugar lleno de misterio y atractivo y todo el mundo de la zona debería conocerla.
ResponderEliminarRoberto, Paco, cuando queráis nos hacemos una excursión, sólo tenéis que decírmelo.
Un abrazo.
Pedro
Julia Maria Mayorga Maroto
ResponderEliminarbonito monolito dedicado a la diosa diana , hace poco tiempo que lo conoci después de mucho oir de hablar de piedra escrita, y me fascino. es digno de conocer
Si estoy por Cadalso yo me apunto.
ResponderEliminarInés
si se plantea una excursion como decis me apunto.GRACIAS
ResponderEliminar
ResponderEliminarmás..
Chelo Villarin Recio
Si es bonito pero no se x donde esta ? Me gustaria verlo de verdad. Muy curioso
Chelo Villarin Recio
ResponderEliminarAhhh es x Cenicientos.
ResponderEliminarChelo, cuando quieras organizamos una excursión a Piedra Escrita.
Un saludo.
Pedro
Mal llamada piedra pues es roca
ResponderEliminarNo sólo es roca por su composición si no por su tamaño. Roca que entre las manos cabe es piedra y de mayor tamaño sólo para el cantero; todo lo demás es roca sola.
Este monolito en parte atacado por sus posteriores propietarios refiere además que las noches de aquellos tiempos eran peligrosas para todos, de ahí su "prohibición"; pero más lo era por ser indicador de la propiedad y dominio de ese patricio, tal vez, y señor de una enorme villa hoy desaparecida.
La pétrea roca, valga la redundancia, está emparentada con otras desperdigadas a modo de hitos demarcadores de propiedades que se dan por nuestras geografías, Lusitania incluida, y que curiosamente coinciden con demarcaciones de varios tipos más; límites de conventuales o provinciales hoy desaparecidos.
Unos, unas rocas que en base a sus funciones seguían el mismo curso y uso que le habían dado sus anteriores pobladores y que, además, servían no sólo como ara ritual si no que se solaparon con la llegada de los conquistadores romanos. Al tiempo, estos ritos paganos, no peores ni mejores, pero sí más concretos con la Tierra, que los actuales de las religiones complejas que hay hoy, comportaban toda una serie de sincretismos que nuestra sociedad refleja en base a una serie de supersticiones de las que aún no nos hemos librado; y ésta es la pena.
Para finalizar, me gustaría apuntar que aunque tu reseña es fantástica y escueta, no por ello deja de ser formidable, qué lo es. Pero, como escultor, decirte que no son grabados -pues esos eran los que el primer grabador del que tenemos noticias se corresponde con el período de la prehistoria en el auriñaciense- si no relieves; bajos relieves con profundo encajonamiento para, cómo bien expones, su protección.
Un gusto tus palabras y fotos, estupendo.
Un gran saludo