El pasado verano realizamos
dos pequeñas salidas a dos hermosas regiones montañosas españolas. La primera
de ellas fue durante la última semana de julio. Dentro de la provincia de
Huesca nos acercamos al pueblo de Sallent de Gállego, dejando el coche en un
embalse llamado la Sarra, que recoge las aguas del río Aguas Limpias un
saludable nombre para un río que nace en el hermoso circo de Piedrafita,
rodeado de montañas muy alpinas, algunas de las cuales pasan de los 3.000 metros de
altitud.
Tras recorrer durante unas cuatro horas un sendero bien trazado,
bordeando respetuosos precipicios y atravesando masas de hayas y pinos
silvestres de acentuado verdor llegamos a nuestro campamento base pirenaico: el
refugio del ibón Respomuso, que es así como llaman los aragoneses a lo que
nosotros diríamos un lago alpino.
El lugar parece irreal, por
lo azul de sus aguas y por la naturaleza tan explosiva que tiene a su
alrededor.
Al otro lado se alza el
majestuoso Pico de los Infiernos, de más de 3000 metros . Todo el
valle está dominado por el gigante Balaitús 3.115 metros . Mis dos
muchachos Isaías e Ismael de 12 y 11 años subieron con mucha fuerza hasta la
cumbre del Pico Tebarray, y más arriba si les hubiera dejado...
En aquel valle queda un
pastor francés que con su rebaño de ovejas aprovecha en verano los pastos y
hace un queso extraordinario en una cabaña que tiene junto a un lago.
En el Valle de Estós, cerquita de Benasque subimos hasta el refugio Llena Cantal y
disfrutamos de otros tres días de bonitos paseos por los Ibones de Batisielles
y los Ibones de Gías (2.700
metros ).
Poco después, a finales de
agosto, nos acercamos a dormir una noche al refugio de Urriello, que está en la
base del Picu del mismo nombre en Asturias cerca de la aldea de Bulnes y de la
de Sotres.
Según abandonamos las praderas nos encontramos un rebaño de piara de cabras
que bajaban hacia la majada para pasar la noche más a cubierto de las nieblas
que estaban apareciendo por la montaña. Después de mucho sudar por el empinado
sendero que nos conducía al refugio y tras atravesar una espesa niebla
apareció, a escasos metros de nosotros, la fantasmagórica silueta del Naranjo
de Bulnes que, una vez más, nos sorprendió con un efecto de claroscuros y luces,
algo enigmático. Mis dos chavales no olvidarán aquel momento.
Una vez que cenamos en el
refugio salimos a contemplar la estampa de aquel muro de 500 metros de roca sin
fisuras en donde varios escaladores lunáticos se empeñaron en dormir colgados
de una hamaca, con un precipicio de 200 metros por somier.
Nos encontramos con el
montañero televisivo Jesús Calleja y su hermano Kike, que no les importó posar con
nosotros. Estaban allí con el equipo de la CUATRO que les filma para realizar
la mítica " vía de los murcianos".
Y con los estómagos agradecidos por el buen desayuno que habíamos tomado volvimos sendero abajo hasta el collado de Pandébano, llegando hasta los invernales de Cabao, en donde habíamos dejado el cuatro ruedas.
Un abrazo desde la cumbre a
Perico el Habanero.
Salvón
Gran montañero este Salvón
ResponderEliminarComo se nota que eres alumno del Zorro.
ResponderEliminarMariano
Es posible que yo le enseñara el primer camino pero él ha sabido descubrir por si solo la vida y el amor por las montañas y lo que es más importante inculcárselo a sus hijos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pedro