Las planchas han existido desde muy antiguo, nuestras bisabuelas
ya planchaban la ropa con calor como se puede hacer ahora, las formas siguen
siendo las mismas pero no así las planchas que han evolucionado desde entonces
y mucho hasta nuestros días.
La revolución llegó con la aparición de la electricidad y
como consecuencia de ella la creación de las primeras planchas que conseguían
el calor a través de dicha electricidad.
Pero no vamos a hablar de esta generación de planchas cada
día más modernas y adaptables a nuestra época, no, lo que aquí quiero narrar es
la breve historia de esas otras planchas que casi nadie de nosotros hemos
conocido pero que sirvieron para facilitar el trabajo de muchas mujeres de
otros tiempos y esto a pesar de la dificultad para conseguir ese calor
necesario para que una plancha haga su función, planchar.
Los griegos usaban una barra cilíndrica calentada para planchar sus ropas, principalmente de lino, en el siglo IV a.C.
Siglos más tarde los romanos utilizaban un mazo plano para planchar
y alisar sus ropas.
Dado que este trabajo era muy duro lo solían hacer los
esclavos, listos estos romanos.
También los vikingos en el siglo X ya gustaban de planchar
para eliminar arrugas con una especie de seta de hierro invertida que movían sobre
la ropa húmeda. Usar prendas planchadas y con marcados pliegues significaba
pertenecer a la clase alta.
En el siglo XVI se puso de moda en Europa la plancha de caja caliente, esta tenía un compartimento para carbón o simplemente ascuas cogidas del fuego de los hogares y asa de madera para su mejor utilización.
Este tipo de plancha se utilizaba por las familias más pudientes ya que las más pobres utilizaban la plancha sencilla de hierro con mango también de hierro y más difícil de manejar por la temperatura que también tomaba el asa.
Estas se calentaban directamente sobre el fuego y la diferencia con las otras es que se adhería el hollín a la base y solía manchar la ropa.
Pero la revolución del planchado llegó con la instalación de la electricidad en las casas, en Cadalso esto ocurrió hacia finales de los años 20.
En 1882 un inventor neoyorquino llamado Henry W. Weely
consiguió la primera patente para plancha eléctrica y ya en 1926 apareció la
plancha de vapor.
Museo Etnológico de Cadalso Casa Corredera
Fotos: Archivo Fotográfico Pedro Alfonso
Que bonitas Pedro,tienes un tesoro.Paquitopirata
ResponderEliminarInteresante repor sobre las planchas, me ha gustado mucho y me ha hecho recordar que en casa de mi abuela había alguna de estas planchas, tengo que buscarla y recuperarla.
ResponderEliminarGracias.
Inés
¡¡¡Atenticas!!! yo conservo tambien una de mi abuela.
ResponderEliminarComo molan las entradas de tus "trastos", guardo algunos que pienso ampliar con otros tuyos :-)
ResponderEliminarEso, eso, ampliar el museo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estas son las ideales para hacer la receta de
ResponderEliminargambas a la PLANCHA......, ?
que ricas deben de quedar , verdad...?
jajjjajaja
un saludo a todos y todas
bitakora